El PP no quiere a familiares de las víctimas del metro en las Cortes
La oposición pide que dimita la gerente de Ferrocarrils por manipular la investigación
“Nuestras conciencias no se han dejado interpelar por las voces de las víctimas”, dijo el diputado socialista Francesc Signes, que defendió el martes sin éxito la comparecencia de la presidenta de la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio, Beatriz Garrote, en la Comisión de Obras Públicas de las Cortes Valencianas. El parlamentario planteó su intervención como una “súplica” a los diputados del PP, a quienes recordó que en la Cámara se ha escuchado a representantes de grupos políticos, de la Generalitat, técnicos y trabajadores en relación con el accidente que costó la vida a 43 personas y dejó 47 heridos el 3 de julio de 2006 en Valencia, pero no a las familias de las víctimas. Signes señaló que las de ese accidente son “víctimas de un error”, del que no es función de las Cortes buscar culpables, pero sí responsables. “Que vengan a dar su versión, a pedirnos lo que quieran, a reivindicar lo que haga falta”, invitó Signes a los populares, a cuya conciencia apeló en diversos momentos.
La respuesta fue negativa y, además, le deparó a Signes por parte del diputado popular Fernando Giner una acusación de “usar cínicamente” el accidente, en una estrategia política. “No puede monopolizar unos sentimientos”, le dijo, antes de escudarse en que el presidente del Consell, Alberto Fabra, ya recibió a las víctimas y de recordar que una comisión de las Cortes cerró la investigación sin encontrar responsabilidades por el descarrilamiento y lo mismo hizo una juez.
Signes, que no replicó a Giner por considerar ofensiva su respuesta, intentó después, también sin éxito, que se aprobara la comparecencia de Marisa Gracia, la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), que ya ocupaba el cargo cuando ocurrió el accidente. El diputado popular David Serra rechazó la propuesta porque, en su opinión, deben ser los consejeros y secretarios autonómicos quienes comparezcan para explicar lo que ocurre en las empresas públicas.
Carlos Fabra tampoco comparecerá para hablar del aeropuerto
Tanto Signes como Marina Albiol, de Esquerra Unida, y Josep Maria Pañella, de la Coalició Compromís, coincidieron en la necesidad de la comparecencia “urgente” de Gracia, sobre todo desde que la fiscalía ha abierto diligencias penales por contrataciones irregulares y ha estallado el escándalo de que FGV contrató en 2006 a un gabinete de comunicación para que los testigos que comparecieran ante la comisión de investigación, que el PP cerró en tiempo récord, ofrecieran todos una versión determinada. Los tres portavoces de la oposición reclamaron por ello la destitución “fulminante” de Marisa Gracia.
No tuvo mejor suerte la propuesta, compartida por Compromís y Esquerra Unida, de que se llamara a comparecer a Carlos Fabra como presidente de Aerocas, la empresa pública que construyó el aeropuerto sin aviones de Castellón. La “megalomanía del personaje” y el “despropósito” de la obra, según Pañella, justificaban la comparecencia. Mientras, Albiol dijo que “hay mil motivos”. El popular Jaime Mundo se escudó también en que ha de ser la consejera Isabel Bonig la que comparezca.
Los diputados de la oposición llevaban pegatinas de rechazo a las cargas policiales contra estudiantes en las que se leía “Delegada del Govern, dimissió”.
Gracia festejó el fin de la comisión parlamentaria
Marisa Gracia, gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, invitó a los técnicos del metro a una comida para festejar el fin de la comisión encargada de investigar el accidente de metro del 3 de julio de 2006, según publicaba El Mundo. La gerente invitó a todos los jefes a cazuela de marisco y a vino de Rioja en un restaurante de Picanya, asegura el rotativo. Durante la comida, la gerente tomó la palabra y felicitó a todos los asistentes por el resultado de la comisión de investigación.
El ágape se realizó solo cuatro semanas después de que 43 personas perdieran la vida al descarrilar uno de los vagones de la Línea 1 entre las estaciones de Plaza de España y Jesús. La comisión de investigación de las Cortes Valencianas pasó a la historia como un proceso exprés por el poco tiempo que duró. El PP, con mayoría absoluta, prescindió de la opinión de técnicos y expertos independientes que consideraban mayoritariamente que una baliza colocada antes de la fatídica curva en la que descarriló el convoy habría evitado el siniestro.
Tras el accidente, FGV contrató a un grupo de asesores para aleccionar a los técnicos de la casa que debían declarar ante los diputados valencianos. El argumentario elaborado por la consultora HM&Sanchis, incluía palabras prohibidas que los técnicos no debían decir cuando los políticos les preguntasen en la comisión. Palabras y expresiones como tragedia o desgracia, baliza o falta de revisión se vetaron frente a otras más convenientes como accidente, dispositivos técnicos y culpa del maquinista.
Un portavoz oficial de FGV reconoció ayer que la comida se produjo, pero negó que “se fuera a festejar nada”. Fue un encuentro, añadió el citado portavoz, que se aprovechó para distender y dar ánimos a la gente después de semanas de tensión.
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