Conthe: “La soberanía es una quimera para los países deudores”
El expresidente de la CNMV apoya las cortapisas europeas a las cuentas de los Estados "La crisis financiera hizo aflorar de golpe todas las lagunas del diseño del euro"
Manuel Conthe, que fuera presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores entre 2004 y 2007, expresó la noche del martes su simpatía por la posición de Alemania en la actual crisis del euro a la hora de exigir la supervisión de los presupuestos de los Estados que arrastran demasiadas deudas. “Alemania debe tener de poner cortapisas y visar las cuentas públicas de los países que puedan necesitar apoyo financiero”. Más aún: “La soberanía es una quimera para los países deudores, el que quiera soberanía, que sea acreedor””.
Conthe dictó la lección inagural de Forinvest, la feria de los servicios de intermediación finaciera, en el Centro de Eventos de Feria Valencia, donde fue reconocido con un premio por su trayectoria profesional. El alto funcionario recordó que participó en las entretelas del tratado de Maastricht, firmado en 1992, que fue el primer embrión de la Unión Monetaria, y desgranó algunas lagunas de aquel acuerdo. “Allí se dieron cita tres escuelas, los del fomento, quienes creían que la moneda única daría paso inevitablemente a una unión política; Alemania, que defendía un paralelismo total entre la moneda única y la unión política, una posición que se ha demostrado cierta; y la de los optimistas, como los españoles, que se sumaron a la unión monetaria convencidos de que bajarían los tipos de interés”. El resultado fue una combinación entre las tres posturas que se cerró con una exigencias sobre deuda pública, déficit de los Estados miembros o inflación, “demasiado benignas”.
El efecto de la unión monetaria en España fue inmediato. “Los tipos de interés cayeron en picado”. Una evolución que se combinó con la tremenda eficiencia de la banca española, que se lanzó a conceder créditos sin límite. “La caída de tipos de interés nos entró en vena, se cumplió la maldición de Oscar Wilde, quien decía que cuando los dioses nos quieren castigar conceden nuestros deseos”, y se disparó la burbuja inmobiliaria.
"La quita de la deuda griega debería aislarse como singularísima"
Cuando estalló la crisis financiera internacional, afloraron de golpe todas las debilidades que arrastraba el euro en origen y se desencadenó una crisis paralela en el seno de la Unión Europea que, según Conthe, no es atribuible a los problemas financieros que surgieron en Estados Unidos. "La crisis financiera hizo aflorar de golpe todas las lagunas del diseño del euro", comentó.
En la situación actual, Conthe consideró inevitables “un ajuste draconiano en los países que hemos acumulado demasiados desequilibrios”, con una cierta relajación de los criterios de gasto en los países europeos con una situación más holgada para estimular el sector exterior de los menos agraciados, como España.
La crisis griega y la inevitable quita sobre su deuda, “que nos tiene a todos en vilo”, debería aislarse como “un caso singularísimo” para evitar contagios. Y Alemania debería tener poder de intervención sobre las cuentas de los Estados deudores de acuerdo con la parábola del socorrista: “Quien tiene la obligación de socorrer a alguien, debe poder ponerle límites”. La parábola tiene su traslación al ámbito autonómico, según comentó Conthe sin entrar en mayores detalles.
Como colofón, Conthe celebró la reciente reforma laboral como una fórmula para abaratar los costes del trabajo en España, un remedo del recurso a la devaluación, que solo era posible en los tiempos de la peseta.
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