Cifuentes atribuye a "elementos radicales" los incidentes en el Congreso

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha apoyado esta mañana la actuación de los antidisturbios el pasado viernes en la carga policial junto al Congreso de los Diputados. Tras una concentración pacífica en contra de la reforma laboral convocada por el Movimiento 15-M y los sindicatos Confederación General del Trabajo (CGT) y Solidaridad Obrera, un grupo de manifestantes se desplazó a las puertas del Congreso, donde nueve de ellos fueron detenidos y nueve personas resultaron heridas leves (ocho de ellas policías). La delegada ha mantenido que se trataba de una "manifestación no comunicada" en la que “elementos radicales” intentaron cortar las calles próximas a la sede parlamentaria con contenedores y en la zona de seguridad de la Cámara legislativa.

La delegada ha admitido que sí estaba comunicada y autorizada la concentración de los sindicatos en la Puerta del Sol, en contra de lo que la delegación dijo el viernes pero que, cuando esta terminó, algunos integrantes de esta protesta intentaron llegar al Congreso. Cifuentes ha mantenido que esta marcha no tenía nada que ver con la concentración previa. “Ante una situación en la que se estaba produciendo una manifestación no comunicada y perjudicando la normal circulación de las personas y vehículos y en la que además se estaba agrediendo a policías nacionales que estaban para garantizar el orden en la calle, es lógica su actuación”, ha destacado.

Esta ha afirmado que su obligación es “garantizar los derechos y libertades” entre los que se encuentra el de manifestación y el de reunión pero también “evitar los desórdenes públicos por parte de personas que deseaban tomar la calle”. La delegada ha destacado además que los nueve heridos, en especial los ocho integrantes de la Unidad de Intervención Policial, se encuentran bien y que ninguno necesitó ingresar en centro hospitalario.

En una nota, CGT y Solidaridad Obrera se quejan de que "en distintos medios se repita una y otra vez que dicha concentración no contaba con autorización cuando lo cierto es que era completamente legal" y estaba "comunicada en tiempo y forma". A su juicio, "la declaración de la Delegación del Gobierno unas horas antes de la concentración" en la que se indicaba que "no contaba con autorización", junto con la "vestimenta policial" desde su inicio -"uniforme con casco, chaleco que impide la identificación, escudos y armas para gases y pelotas"- así como "la violenta actuación policial, que produjo heridos, detenidos, golpes a transeúntes y periodistas, multas y pánico ciudadano", son "un intento más de criminalización de la contestación que legítimamente realizan organizaciones y personas" contra "las políticas antisociales del Gobierno y sus instituciones".

Libertad con cargos

Por su parte, los nueve arrestados fueron puestos en libertad con cargos el domingo por la tarde, ha informado un portavoz del Movimiento 15-M. Todos están acusados de desorden público y resistencia a la autoridad, y uno de ellos lo está además por atentado contra la autoridad.

Tras pasar dos noches en la Brigada Provincial de Información, los arrestados fueron conducidos ayer a los juzgados de plaza Castilla, donde prestaron declaración ante el juez de guardia. Se trata de Antonio B.B., de 38 años; José Luis M.M., de 41; Daniel C.C., de 32; Sergio L.M., de 22; José Manuel I.A., de 29; David J.G., de 22; David Rubén M.R., de 29; Daniel B.P., de 23; y Pablo M.V., de 33 años, según datos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que añade que los cuatro primeros tienen antecedentes policiales.

Una veintena de amigos y compañeros de los detenidos se reunieron en plaza Castilla en el momento en el que los detenidos prestaban declaración para mostrarles su apoyo. En las inmediaciones de los juzgados había tres furgonetas de la Policía Nacional.

"No han hecho nada. Simplemente fueron a protestar por algo con lo que nadie puede estar de acuerdo: la reforma laboral. Lo lógico es salir a protestar ante algo así, ¿qué nos queda si no?. Y no puede haber ningún policía lesionado porque van con cascos, chalecos y escudos, entre otros", dijo Juan, de 26 años, que no conoce a los detenidos pero quiso apoyarles con su presencia.

Mari aseguró por su parte que suelen acudir a las concentraciones o manifestaciones "con las manos alzadas", por lo que es imposible que les hagan "nada a la policía". "Se puede ver en cualquier fotografía que haya del otro día", añadió.