Urkullu asegura que no tiene "nada que rectificar" sobre el estado de las cuentas

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, mantiene sin cambios sus críticas a la situación económica del Gobierno. Urkullu ha replicado esta mañana al Ejecutivo que no tiene "nada que rectificar" sobre sus polémicas declaraciones del pasado viernes y le ha emplazado a que explique "el estado real" de sus cuentas —"todavía a día de hoy no se nos ha explicado"— y no le "valen" los "artificios contables". El consejero de Economía, Carlos Aguirre, exigió ayer a Urkullu una rectificación pública de sus "mentiras", con las que estaba dañando la solvencia de Euskadi.

El líder peneuvista ha sostenido en una entrevista en Radio Euskadi, que de su boca nunca salió "la palabra quiebra", uno de los centros de la polémica, sino que habló de "extrema gravedad". En concreto, la referencia a una quiebra no se recogía en el comunicado original al que dio lectura durante su comparecencia en Bilbao, si bien dio a entender su existencia durante la respuesta a la pregunta posterior de un periodista. La consulta hacía referencia a si "se podría afirmar que la situación es de quiebra inminente", a lo que el líder nacionalista respondió de forma afirmativa.

Según ha calculado Urkullu, el déficit del Gobierno para el pasado ejercicio será "como mínimo del 2,5 % del PIB", el doble de lo comprometido con el Ejecutivo central, por lo que ha dicho que no solo no rectifica su preocupación, sino que opina que se quedó "muy corto" al hacer una estimación del déficit de mil millones de euros para 2011 y que incluso fue "muy prudente".

Urkullu solo es patriota de su partido, no del país" José Antonio Pastor

Para el responsable del PNV, Aguirre no explicó "cuál es el estado real de las cuentas" ya que el dato de lo que hay en caja —1.160 millones de euros a fecha del pasado 31 de diciembre, contando las sociedades públicas, "no sirve" si no se detalla el déficit del año pasado. Junto a ello, ha expresado su preocupación por la deuda viva "que se va multiplicando" y "la carga financiera que como hipoteca" va a dejar Patxi López al próximo Ejecutivo.

Urkullu ha desvelado que, además de las llamadas telefónicas ya conocidas, mantuvo varias "conversaciones cara a cara" con el coordinador del Ejecutivo y consejero de Interior, Rodolfo Ares, en las que éste le explicó la "delicada" situación del Gobierno y le pidió al PNV que estudiase la posibilidad del cobro del denominado "céntimo sanitario", para cargar como un céntimo el litro de combustible. "Hablamos hasta en tres ocasiones y tengo testigo de algunas de esas conversaciones", ha dicho.

Desde las filas socialistas, el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, ha mantenido la polémica en otra entrevista en ETB, en la que ha señalado que Urkullu "solo es patriota de su partido, no del país" y le ha acusado de "poner en riesgo" a Euskadi ante los mercados financieros.

El dirigente socialista ha reclamado al líder del PNV que "reconozca que metió la pata" en sus declaraciones del pasado viernes y le ha reprochado al dirigente nacionalista haber creado una "alarma irresponsable e infundada" y que días después "profundice en ese hoyo" con "medias verdades". "Urkullu no tiene palabra de vasco ni lealtad en un momento complicado" por la grave crisis económica, ha recalcado.