Desbloquear Can Batlló

Regenerar económicamente la ciudad es una de las prioridades del nuevo gobierno municipal de Xavier Trias en Barcelona. Para lograrlo tenemos que ser imaginativos y abrir nuevos caminos, apostar por otras fórmulas. Una de ellas pasa por desencallar la transformación de espacios clave en algunos barrios que se han visto ralentizados o paralizados a causa de la crisis inmobiliaria. Gobernar va más allá de administrar, y para hacer avanzar la ciudad hay que tomar decisiones.

Can Batlló tiene la oportunidad de ser el primero de estos grandes espacios en los que una situación sin salida se puede desencallar gracias a los pasos decisivos que está dispuesto a dar el Ayuntamiento, permitiendo así reabrir el proceso de recuperación del antiguo recinto fabril que durante tantos años han ido reclamando —justamente— vecinos y entidades del distrito de Sants-Montjuïc.

Precisamente porque tenemos a los vecinos y sus necesidades como prioridad, hemos adoptado los caminos más ágiles y beneficiosos para todos. Se ha negociado un acuerdo con la propiedad actual de la finca sobre la base de negociaciones anteriores, evitando judicializar el proceso, para ganar tiempo y ahorrar recursos públicos. Según este acuerdo, el Ayuntamiento invierte 10 millones de euros que permitirán hacer frente al pago de indemnizaciones a los vecinos afectados y desencalla el proceso de urbanización. Como contrapartida, el Ayuntamiento obtiene 5.000 metros cuadrados de suelo residencial, desbloquea el proceso y puede iniciar, en el plazo de un año, la construcción de las primeras viviendas protegidas.

Este convenio también contempla que la ciudad será la titular de una finca valorada en 22,5 millones de euros en el distrito de Horta-Guinardó. Una finca de 16.000 metros cuadrados calificada de espacio libre en la avenida de la Mare de Déu de Montserrat que pasará a ser de uso y disfrute de todos los ciudadanos y permitirá mejorar el acceso al Parc dels Tres Turons. Iniciar un proceso judicial de expropiación de esta finca podría tener un coste de 61 millones de euros para la ciudad, si tenemos en cuenta sentencias judiciales recientes sobre solares de características muy similares en esta misma zona del Guinardó. Además el convenio establece que este dinero, los 22,5 millones, será destinado exclusivamente a la urbanización de Can Batlló.

Barcelona gana 5.000 metros cuadrados en los que construir vivienda protegida y 16.000 de zona verde

Para resumir la operación, Barcelona gana 5.000 metros cuadrados en los que construir vivienda protegida y 16.000 de zona verde. ¿A cambio de qué? De asumir la urbanización de Can Batlló y dejar de tener a las puertas de la ciudad un recinto fabril en decadencia y unas necesidades vecinales no cubiertas. Estamos convencidos de que es una buena operación.

En estos momentos, las soluciones imaginativas que permitan desbloquear situaciones enquistadas y atrapadas en medio de la crisis son más necesarias que nunca. Las soluciones de hace unos años, no tantos, basadas en el boom inmobiliario, no solo no nos gustan, es que ya no sirven. Haciendo lo mismo que hasta ahora no saldremos adelante. Esta es nuestra apuesta: mínima inversión, máximo retorno para la ciudad y beneficio para todas las partes implicadas. Sobre todo para los vecinos y vecinas de Can Batlló y de Horta-Guinardó.

Antoni Vives es teniente de alcalde de Hábitat Urbano del Ayuntamiento de Barcelona.