El alcalde de Utrera lleva al pleno la salida de Aguas del Huesna

El alcalde de Utrera, el andalucista Francisco Jiménez, ha lanzado el órdago y va a someterlo a votación en el pleno de este jueves. Quiere municipalizar el servicio de abastecimiento de agua y saneamiento que en la actualidad presta el consorcio Aguas del Huesna. Afirma que no lo necesita, que cuenta con los medios y capacidad suficientes y que ahora tienen que pagar el agua que gastan los edificios públicos, factura que asciende al año a 250.000 euros. La Asociación de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas), de la que forma parte Aguas del Huesna, calcula que la propuesta del alcalde podría costarle al municipio 50 millones de euros y pondría en riesgo el sistema supramunicipal.

Como a cualquier usuario, Aguas del Huesna ha comenzado a pasar recibos a los ayuntamientos. Lo hace desde 2010, pero Utrera, según fuentes del consorcio aún no ha pagado ninguna de las facturas que, según el alcalde ascienden a un cuarto de millón de euros al año y que supondría un ahorro si dejan el consorcio, al que acusa de favorecer a pueblos que no forman parte.

También argumenta Jiménez que la empresa pública de aguas no ha restaurado la Casa Surga ni instalado su sede en el municipio, por lo que pide la municipalización del servicio y exige un precio 0,2930 euros el metro cúbico, lo que dice que se le factura al Ayuntamiento de Sevilla.

Este no es un precio real sino uno de transferencia establecido en la planificación hidrológica para garantizar el intercambio entre los distintos sistemas de la provincia de Sevilla y que permite afrontar las sequías con garantías de suministro. Este es uno de los principios básicos de la prestación entre sistemas públicos, afirma el secretario general de Aeopas, Jaime Morell, quien advierte que, de aprobarse el plan de alcaldía, el precio sería mucho más alto y el usuario tendría que abonar unos 15 euros más al mes.

Además, el municipio tendrá que afrontar el pago correspondiente a las inversiones y la parte proporcional de los gastos generales del suministro en la cabecera de la red, lo que se conoce como “alta”. Esta cantidad sumaría, según los cálculos iniciales, más de 50 millones de euros. En aplicación de la Ley de Autonomía Local de Andalucía (LAULA), Utrera estaría obligada a hacerse cargo de esta partida.

Además de estas consecuencias para los vecinos y el Ayuntamiento, el propio sistema del Huesna, del que dependen 243.000 habitantes de 22 municipios podría verse afectado por la baja de uno de los socios más importantes, poniendo con ello en riesgo una organización supramunicipal que garantiza el abastecimiento y la salubridad del suministro en las mejores condiciones posibles.

De hecho, antes de la creación del consorcio, el municipio dependía de canales de riego en competencia con la agricultura e incapaz de garantizar el suministro. Durante las sequías previas a la asociación supramunicipal se repitieron en la zona episodios de cortes de agua y de interrupción del suministro por contaminación.

El gerente de Aeopas, Luis Babiano, añade la posibilidad de que, detrás de la actitud del alcalde pueda encontrarse un intento de privatización a largo plazo y de desarticulación del consorcio. “El objetivo de ampliar espacios al mercado sobre la base de privatizar los servicios públicos acaba encontrando en esta coyuntura de crisis una ventana de oportunidad”. “Procesos similares”, apunta, “ya se están poniendo en marcha, con gran contestación social, en otras localidades andaluzas, como Jerez de la Frontera y el Puerto de Santa María, por lo que tememos que los argumentos esgrimidos por el regidor utrerano no sean más que un intento de desacreditar a la empresa pública de gestión, como paso previo a la privatización del servicio con el fin de enjugar las deudas y pagar nóminas del Ayuntamiento con los fondos recibidos en forma de canon concesional y que pagarán los ciudadanos de Utrera".

Francisco Jiménez lo rechaza. “Estamos convencidos de que la fórmula más conveniente es la de prestar el servicio de forma pública”, afirma. Y concluye: “Sabemos que el rescate de la concesión será un procedimiento largo y no se cerrará en dos días, pero lo llevaremos hasta el final porque estamos convencidos de que es lo mejor para Utrera”.