Urkullu advierte de que la situación económica es “muy grave”
El Gobierno rechaza como "radicalmente falsas" las afirmaciones del líder del PNV
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se ha prestado hoy a colaborar con el Gobierno vasco en la búsqueda de soluciones a una situación económica que ha definido como “extremadamente grave” y que podría desembocar, según ha considerado, en una “quiebra inminente” del Ejecutivo. Eso sí, ha recalcado que antes de “arrimar el hombro” es necesario conocer con detalle la verdadera situación de las arcas públicas y de un déficit que, según ha avanzado, podría superar ya los 1.000 millones de euros. “Es imprescindible hacer un ejercicio sincero y descarnado, si es preciso, de diagnóstico y transparencia”, ha emplazado.
Durante una comparecencia en Bilbao, Urkullu ha revelado la llamada “de auxilio” que hace ya varios días le realizó un consejero del propio Gobierno vasco, cuyo nombre se ha negado a desvelar, solicitando la ayuda del PNV para encontrar soluciones o nuevas vías de financiación extraordinaria para solventar la falta de liquidez provocada por el déficit acumulado. El presidente nacionalista, según ha concretado, mostró desde el primer momento su disposición a colaborar y así lo anunció incluso en público, si bien la respuesta oficial a la oferta, “sorprendentemente”, fue la crítica por parte de la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia.
“Estamos en uno de los momentos más difíciles por los que ha atravesado nuestra arquitectura institucional desde que recobramos la capacidad de autogobierno”, ha recalcado hoy Urkullu, quien se ha negado a colaborar en “operaciones tácticas, sin calado ni profundidad, que pretendan aliviar temporalmente” la situación. Por eso ha reclamado seriedad al Gobierno socialista y colaboración al PP, como partido que lo sustenta. “El momento exige responsabilidad y el PNV la va a tener. Primero transparencia y luego realismo. Si se dan esas condiciones, todo es posible”, ha recalcado el líder peneuvista, en un nuevo intento de situarse como eje de la política vasca.
Urkullu, eso sí, ha apremiado para conocer el verdadero estado de la economía vasca. En este sentido, ha avanzado que tras la reunión de la ejecutiva que se celebrará el lunes, el partido articulará las “iniciativas parlamentarias y de otro tipo” que permitan despejar la situación real de las cuentas vascas, a cuyo esclarecimiento podría contribuir la próxima reunión del Consejo Vasco de Finanzas, donde quedará al descubierto, según el presidente nacionalista, “una importante porción del desfase económico que amenaza con colapsar la acción inmediata” del Ejecutivo.
Desde un primer momento, medios del Gobierno han indicado que no entienden el motivo de la comparecencia hoy de Urkullu, ya que la realidad no se corresponde con la que ha descrito el presidente del PNV. En este sentido, han desmentido cualquier riesgo de quiebra y que la situación económica sea extremadamente grave. A través de una nota, el Ejecutivo ha ahondado después en que su solvencia "está fuera de toda duda" y que la alarma generada es radicalmente falsa. "De lo contrario, no se habría concedido hoy mismo a las Diputaciones un aplazamiento de pago por importe de 310 millones", ha recalcado.
El Gobierno ha elevado al máximo nivel su respuesta y formalizado su desmentido al presidente del PNV al realizarlo por medio de un comunicado oficial emitido por la propia presidencia del Ejecutivo. En él tacha de "radicalmente falso" que nadie desde el Gobierno haya dirigido al PNV ninguna petición de ayuda "desesperada" ante ninguna situación de "emergencia" de las cuentas públicas, términos ambos usados por Urkullu en su comparecencia, y acusa al máximo dirigente peneuvista de generar alarma, empañar la imagen de Euskadi y manipular.
El Ejecutivo deja "fuera de toda duda" la "solvencia" de las cuentas públicas más allá de las dificultades que el estancamiento económico está creando de manera generalizada a todas las Administraciones públicas, empresas y familias, afirma.
Este comportamiento retrata el talante del PNV y de su presidente" Comunicado del Gobierno
Como prueba de lo insjutificado del alarmismo del presidente del PNV, que ha hablado de riesgo de "quiebra inminente" del Gobierno autonómico, ha aportado el hecho de que el acaba de conceder, hoy mismo, a las diputaciones el aplazamiento del pago de 370 millones de euros, que estas debían ingresar a las arcas del Ejecutivo. Este hecho "casa mal" con la afirmación del presidente peneuvista, subraya el comunicado oficial, que resalta también como "de público conocimiento" que la administración autonómica es la que tiene una situación más saneada, la que antes paga a sus proveedores y la que cuenta con una deuda más reducida".
El comunicado de Lehendakaritza muestra su sorpresa ante la actitud del presidente del PNV, a quien se reprocha que "en lugar de arrimar el hombro y asumir sus responsabilidades con nuestro país, se dedique a la manipulación, a crear alarmismo y a empañar gratuitamente la imagen de Euskadi en estos momentos". A juicio de la presidencia del Gobierno vasco, cuya portavoz mostró ayer su desconfianza respecto de las declaraciones de disposición a la colaboración realizadas por Urkullu en algunas declaraciones públicas, "este comportamiento retrata el talante del PNV y de su presidente y revela que no dudan en anteponer sus intereses partidistas a los de la sociedad vasca".
Por su parte, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha considerado las declaraciones de Urkullu como "el colmo de la irresponsabilidad" y se ha refereido al líder peneuvista como alguien "capaz de hundir Euskadi y el prestigio de los vascos".
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