Mas aplaza indefinidamente el pago de 112 millones para las guarderías
Educación, que aduce problemas de tesorería, ya debía haber ingresado la subvención
El Gobierno catalán, que preside Artur Mas, no puede pagar los 112 millones de euros que debe a los Ayuntamientos en concepto de subvención para costear las guarderías y las escuelas de música y arte. Los municipios debían haber recibido el pago en noviembre, pero los problemas de tesorería que ahogan a la Generalitat han obligado a la Administración catalana a aplazar el pago sin fecha. La demora se añade al recorte de la aportación que la Generalitat aplicó por sorpresa en verano, que ha obligado a familias y Ayuntamientos a cubrir la diferencia que la Generalitat ha dejado de pagar.
El coste de las guarderías y de los estudios de música lo cubren entre la Generalitat, los Ayuntamientos y las familias. La Generalitat paga a curso vencido, así que ahora debe abonar a los municipios su parte correspondiente al curso 2010-11. En total, 112,2 millones para cubrir a 88.660 alumnos, una cifra inferior a la del curso anterior, cuando se destinaron 114,2 millones a menos alumnos (83.109).
El Departamento de Educación justifica el retraso del pago de su aportación alegando que se ha producido “un problema de tesorería puntual” y no se aventura a fijar una fecha de cobro. Algunos municipios apuntan que la Generalitat les ha asegurado que podría ser en marzo, pero Educación no descarta que el plazo se demore. El departamento defiende que puede pagar durante todo el curso escolar actual, es decir, hasta el verano; sin embargo, los municipios consultados por este diario aseguran que en años anteriores esta subvención la habrían recibido en noviembre.
Malabarismo municipal
Las dilaciones están generando molestias a los Ayuntamientos que acumulan impagos de la Generalitat por diferentes conceptos. Uno de ellos es el de Lleida (Segrià), que espera recibir de la Generalitat 2,7 millones de euros por las guarderías y las escuelas de arte. Su alcalde, Àngel Ros, se queja de que estos incumplimientos hacen que los Ayuntamientos se tengan que endeudar más con los bancos. “Todo lo que un proveedor no te paga lo tienes que pedir”, señala Ros, quien pese a todo respira más o menos tranquilo porque la ciudad tiene todavía capacidad de endeudamiento y consigue préstamos bancarios sin grandes problemas.
También se han tenido que endeudar en Terrassa (Vallès Occidental), cuyo Consistorio alerta de que el impago crea tensiones en la tesorería municipal. El concejal de Educación, Manel Pérez, advierte de que se podrían producir retrasos en los pagos a servicios y proveedores escolares si la aportación de la Generalitat tarda mucho más en llegar.
Representantes del Ayuntamiento de Sant Sadurní d'Anoia (Alt Penedès) confiesan que ya están notando los efectos de la demora en la percepción de una cantidad que en su caso asciende a 337.000 euros. “Hemos tenido que hacer malabarismos y nos hemos visto obligados a echar mano de créditos y de los fondos del Ayuntamiento”, explica la concejal de Educación, Cristina de la Cruz.
El Ayuntamiento de Sant Sadurní, a 31 de diciembre, después de pagar nóminas y facturas de proveedores, confiesa haberse quedado “a cero, con la caja vacía”. Los Ayuntamientos han tenido que cuadrar en medio año las cuentas de guarderías y escuelas de arte. El primer zarandeo lo recibieron en verano, cuando la Generalitat comunicó por sorpresa que recortaba su aportación del curso que justo acababa de finalizar. Traducido en cifras, la Administración autonómica pasó, en el caso de las guarderías, de pagar 1.800 euros por curso y alumno a abonar 1.600 euros, un 11% menos. En el caso de las escuelas de música y arte, la reducción fue del 23%, pasando de los 600 euros a los 460 euros.
La rebaja se conoció en agosto y los Ayuntamientos tuvieron que buscar soluciones de urgencia para cubrir el recorte de la Generalitat. En Terrassa las tasas de las guarderías municipales han subido un 8% y las de las escuelas artísticas un 12%. Con este aumento, las familias asumen un 47% (unos 124.000 euros) del recorte de la Generalitat y el Ayuntamiento se responsabiliza del resto, es decir, 140.000 euros. En Sant Sadurní el tijeretazo autonómico se cifra en 163.000 euros, así que decidieron que con el estreno de este año las tasas de ambos estudios subieran un 3%, lo que a las familias les supone un euro más mensualmente. El resto lo asume el Ayuntamiento.
En Lleida, el recorte autonómico lo asumió completamente el Consistorio. El alcalde, Àngel Ros, utiliza un símil gastronómico para justificar su decisión y criticar la de la Generalitat: “Si vas a un restaurante con los precios puestos en la carta, a media comida no puedes decirle al cliente que le subes el precio”. No obstante, advierte de que para el curso próximo las cosas cambiarán y aumentarán las tasas escolares para que el recorte repercuta a partes iguales en las familias y el Ayuntamiento.
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