Que cocine tu tía
Ocho propuestas de catering para olvidar el delantal y los fogones Menús exóticos, tradicionales, o infantiles, para adaptarse a todos los paladares sin disgustos
Pensar un menú que les guste a todos los invitados se plantea como la odisea del año: al pariente alérgico al marisco, al hijo adolescente que no come carne roja, a ese sobrino que cada año acaba preparándose un sándwich. El catering es la solución al hartazgo de horas en la cocina, al pánico gastronómico de quienes no han encendido el horno en el último año y a los que este año se niegan a ver cómo los comensales diseccionan el plato antes de comérselo. Ocho propuestas vegetarianas, convencionales o a domicilio para no fallar estas fiestas.
Menú vía supermercado
El supermercado sale al rescate de los cocineros agobiados. Si tu problema es un trío de "sin" —sin tiempo, sin ganas y sin dinero— aprovecha los productos con apariencia gourmet que proliferan en los estantes del supermercado en estas fechas. Tan fácil como abrir, calentar y servir. La crema de bogavante y el caldo de navidad en tetrabrik pueden ser dos opciones para el primer plato. Completa el menú low-cost con los pavos enteros ya asados: en la zona de refrigerados. Otra opción es pedir en la carnicería que te lo preparen deshuesado y relleno para que la única misión del chef sea meter en el horno y controlar temperatura y tiempo.
El cocinero en casa.El cliente pone la casa y la cocina. Todo lo demás lo pone Iñigo Arozarena, alma máter de Hoy cocino en tu casa (www.hoycocinoentucasaweb.es), que por 40 euros por persona se ajusta el delantal y va marcando los platos para que estén listos justo antes de servirlos. “Aunque hago una preelaboración del menú, siempre ultimo los platos mientras los invitados cenan”. Entre sus propuestas de Navidad incluye seis entrantes, a elegir tres, como la crema de bogavante con virutas de salmón o los huevos poché con espuma de patata al cava. Para los segundos se mantiene fiel a la dicotomía carne-pescado. “Antes tenía un restaurante y me tenía que ceñir a una carta estándar, ahora puedo personalizar los platos para crear un menú a medida”.
Otro mundo en la mesa.La brasileña Silvia Brandao aplica técnicas europeas a alimentos americanos, una gastronomía que considera “una gran desconocida” que “por fin” está cobrando interés. En su empresa de catering, Be Chic (www.bechic-catering.com), se adaptan a las necesidades del cliente pero ofrecen también un menú influido por la cocina peruana y brasileña con materias primas del Amazonas como la pupuña (el corazón de la palmera). Para estas fiestas Braondo se decanta por el jarrete de cordero con cremoso de patata y judías verdes de Kenia y para los fieles al marisco en la mesa: carpaccio de vieira con salsa de trufa.
Comer con los ojos. La puesta en escena es esencial para Ana Katerina (www.anakaterina.com), una empresa que sirve a domicilio y también en su colorido local del barrio de Prosperidad. El objetivo es alegrar la vista y el paladar para deleitar a los cinco sentidos. “La comida tiene la virtud de brindar placer tres veces al día”. Especialistas en arroces, para Nochevieja abogan por el cóctel de bocado (como piruletas de parmesano o bombones de cecina) y, para los más convencionales, albóndigas de salmón o caldereta de marisco.
Bueno para el paladar y el medio ambiente.Para vegetarianos, macrobióticos, pero también para amantes de la buena comida sin adjetivos. Bio Cuisine (biocuisinemadrid.com) trabaja con productos ecológicos de la Comunidad de Madrid y de Toledo. “Cuanto más cerca estén los proveedores menos energía se consume”. Usan materias de comercio justo y optan por la elaboración propia de panes y repostería. Para unas fiestas sostenibles proponen redondo de seitang (carne vegetal) y productos de temporada como las castañas o los frutos rojos.]Unos 20 euros por persona, para un mínimo de 20.
Tradición en el plato.Premio Nacional de Gastronomía, en 1997, Isabel Maestre (www.isabelmaestre.com) defiende la tradición. “En Navidad se come lo de siempre, no hay florituras”, señala la cocinera que confirma que la pularda rellena es el plato más demandado. Los precios de Nochebuena y Nochevieja —para ocho personas— oscilan entre los 111 euros de la crema de marisco y los 371 del pavo relleno. Otro de los clásicos de la Navidad es el catering de Mallorca (www.mallorca-catering.com), que también incluye pavo, pularda y capón relleno en su carta-catálogo junto a otros clásicos como el cordero o el cochinillo. Ofrecen, entre otros, turrón artesano (8,60 euros la tableta) y roscón (16 euros el de seis raciones).
Un catering con estrella. Los propietarios del restaurante Zalacaín, con una estrella Michelín, abrieron hace ocho años In Zalacaín (www.inzalacain.com), en Pozuelo de Alarcón. Nueve menús, a partir de 126 euros, con más de media docena de platos que beben de la oferta gastronómica de su hermano mayor en la capital. “Hay un flujo de clientela entre ambos y aunque hacemos muchos encargos de empresas también atendemos a particulares”. En este último caso el cocinero acude a domicilio.
El menú en una caja. Si el aperitivo te trae de cabeza Norma Salinas (www.noremasalinas.com) tiene diferentes propuestas de take away desde 10 euros —con un pedido mínimo de 150 euros—. [Cómodo, rápido e higiénico. Comida italiana, ibérica, asiática y bandejas, de medio o un kilo, de platos como quiches, brochetas, patatas, empanadas, croquetas o embutidos.
Para pequeños gourmets. Uno de los retos de la Navidad es enfrentarse a los sinceros “no me gusta” de los niños ante el plato que ha costado horas preparar. En El Laurel de Elena y Lola (www.laurelcatering.com) tienen la receta que sirve para mayores y pequeños “más allá de la hamburguesa y los macarrones”. El pavo al champán (85 euros 15 raciones) o el solomillo con patatas a la crema son “para todo el mundo”. Una fórmula para no tener que improvisar un huevo frito en mitad de la cena.
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