Jesús Ruiz Mantilla: “Pavarotti jugaba a las cartas en los entreactos”
El periodista y escritor publica ‘Divos’, su particular retrato del mundo de la ópera
Santanderino de 1965 y periodista de EL PAÍS desde 1992, Jesús Ruiz Mantilla publica Divos (Galaxia Gutenberg), un retrato coral de las grandes figuras de la ópera.
¿Qué libro le convirtió en lector?
Miguel Strogoff, de Julio Verne.
¿Y qué hizo de usted un aficionado a la música?
La relación con mi tío pianista, José Francisco Alonso, al que iba a ver; y los conciertos a los que me llevaba mi padre a la plaza Porticada en Santander, junto a las nueve sinfonías de Beethoven, que fue la primera caja de discos que me regaló.
¿Qué tres virtudes debe tener un divo para serlo?
Cualidades técnicas y naturales en su voz, sentido de la humildad y la fragilidad, y desprender magnetismo para marcar la diferencia en escena.
¿Qué tres defectos suelen tener?
El capricho frívolo, la competencia con alguna otra figura y el empecinamiento a la hora de no saber retirarse.
¿Qué es lo más extravagante que ha pedido un divo a un teatro?
Lo más extravagante que ha pedido un divo a un teatro es no pedir nada. Prefiero a Pavarotti, cuando entre acto y acto se echaba unas timbas de cartas entre bambalinas.
¿Cuál era el más humano de todos los que ha tratado?
Carlos Álvarez, Cecilia Bartoli, Juan Diego Flórez, Javier Camarena, Teresa Berganza…
¿A cuál le hubiera gustado conocer?
A Alfredo Kraus y a Maria Callas.
¿Y compositor?
A Mahler, Mozart, Verdi y Wagner.
¿Qué tres libros sobre música recomendaría a alguien aficionado?
Viaje musical por Francia e Italia en el siglo XVIII, de Charles Burney; Doctor Faustus, de Thomas Mann, y cualquiera del crítico estadounidense Harold C. Schonberg.
¿Cuál es la película que más veces ha visto?
El Padrino I, II y III, que para mí es una sola película de nueve horas.
¿Y la que mejor refleja la música clásica?
Amadeus, por decir algo. Suelen ser bastante malas.
¿Qué canción usaría como autorretrato?
Sympathy for the Devil. Cuidado, no es broma.
¿Y una que le emocione hasta las lágrimas?
Aquellas pequeñas cosas, de Joan Manuel Serrat.
¿Qué está socialmente sobrevalorado?
Ser normal. “Conocimos a Fulano y nos pareció muy normal”. ¡No, coño! Nadie es ni debería fingir ser normal.
¿A quién le daría el próximo Premio Nobel?
A Milan Kundera. ¡Ya!
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