Madrid, de icono antifascista a reserva de la ultraderecha (y otros libros de la semana)

Es imposible, y todos lo sabemos por propia experiencia, evocar el mismo acontecimiento de la misma manera cada vez que pretendemos recordarlo. Así es la memoria humana. Y no es que sea un defecto de nuestro software mental. Simplemente, nuestro cerebro no está diseñado para registrar copias isomorfas de la realidad, sino para dotar a los individuos del conocimiento necesario sobre sí mismos y sobre el mundo que les rodea, a fin de guiar su conducta con independencia de la complejidad de la situación. Así lo explica el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid José María Ruiz Vargas en su ensayo La memoria y la vida, un magnífico tratado apto para todo tipo de lectores que, además, destaca que gracias a la memoria autobiográfica la vida del ser humano dispone de un sentido y un propósito, es decir se constituye en una existencia singular.

Entre los libros reseñados esta semana destacan otros ensayos: como Madrid, metrópolis (neo)fascista. Vidas secretas, rutas de escape, negocios sucios y violencia política 1939-1982, de Pablo del Hierro, que describe cómo la capital de España, una ciudad mito de la resistencia antifascista durante la Guerra Civil, se convirtió en la reserva espiritual de la extrema derecha durante décadas, acogiendo y dando estructura social, política y financiera a fascistas de numerosas nacionalidades; Religión, Rey y Patria. Los orígenes contrarrevolucionarios de la España contemporánea, 1793-1840, de Pedro Rújula; Arias Navarro y la reforma imposible, de Alfonso Pinilla; o El eco pintado. Cuadros dentro de los cuadros, espejos y reflejos en el arte, en el que Óscar Martínez repasa numerosas obras de arte que recrean un espacio imaginario dentro de otro, en forma de reflejos, espejos, cuadros dentro de cuadros...

Además, los críticos de Babelia reseñan otros títulos recientes, como Una mujer furiosa, de Antonio Fontana; Algún día seré recuerdo, de Marcos Giralt Torrente; y Donantes de sueño, de Karen Russell.

‘La memoria y la vida’, de José María Ruiz-Vargas

El autor argumenta que la memoria no sirve para crear copias de la realidad, sino para dotar a los individuos del conocimiento necesario sobre sí mismos y el mundo que les rodea. Crítica de Anna Caballé.

‘Una mujer furiosa’, de Antonio Fontana

Un niño de 12 años en busca de significados, bajo los ojos de Antonio Fontana: excelente literatura de un novelista de fuste. Crítica de J. Ernesto Ayala-Dip.

‘Algún día seré recuerdo’, de Marcos Giralt Torrente

Los artículos, prólogos, conferencias y otros textos de Giralt Torrente recopilados en este volumen revelan a un autor escorado y lúcido, brillante y educado. Crítica de Carlos Pardo.

‘Donantes de sueño’, de Karen Russell

La novela de Russell, admirada por Stephen King, describe un mundo de noches en blanco que provocan la muerte y en el que prolifera una alucinación insoportable. Crítica de Laura Fernández.

‘Madrid, metrópolis (neo)fascista. Vidas secretas, rutas de escape, negocios sucios y violencia política 1939-1982’, de Pablo del Hierro

Un excelente estudio que documenta la existencia de una red de extrema derecha internacional en la capital de España durante el franquismo y la Transición. Crítica de Jordi Amat.

‘Religión, Rey y Patria. Los orígenes contrarrevolucionarios de la España contemporánea, 1793-1840’, de Pedro Rújula

Este ensayo ofrece una inteligente relectura del pasado y evalúa con argumentos sólidos el papel histórico de los procesos de politización reaccionarios de finales del siglo XVIII y principios del XIX. Crítica de Jordi Canal.

‘Arias Navarro y la reforma imposible’, de Alfonso Pinilla García

El experto ofrece una explicación exacta en su relato sobre la actitud de quienes dirigieron los acontecimientos del final de la dictadura y comienzos de la Transición, que sin embargo no refleja su verdadera personalidad ni sus intenciones. Crítica de Juan Luis Cebrián

‘El eco pintado. Cuadros dentro de los cuadros, espejos y reflejos en el arte’, de Óscar Martínez

El autor recurre a sus sensaciones como experimentado viajero por las pinacotecas del mundo en busca de obras que recrean espejos, reflejos o un cuadro dentro de otro. Crítica de Ángela Molina.

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