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‘Pombero’: palabras como música en un libro inolvidable

Antiguos y a la vez ultracontemporáneos, los cuentos de Marina Closs iluminan un mundo nuevo con una lengua mestiza y renovada

Pombero Marina Closs
Retrato de la escritora argentina Marina Closs.Neil Davidson
Marta Sanz

Escribe Marina Closs en la nota de cierre de esta excepcional colección de relatos que su única pretensión de realidad es “alzar una pequeña voz de miedo ante el tiránico español monótono”. En esas pequeñas voces de miedo se concentran descubrimientos literarios potentísimos. Voces que se oponen a los mandatos hegemónicos de una literatura que trasciende por ser siempre idéntica a sí misma y no apartarse de las reglas del que manda. Las miradas poscoloniales y feministas se han rebelado contra la gentrificación de los estilos y la elegante necrosis flaubertiana. No se puede ser Flaubert eternamente. No se puede ser elegante y pulcra eternamente. Sobre todo, porque la realidad cambia y necesita de otros lenguajes que nos permitan verla. Incluso cambiarla. Desde esa inmodestia y ese miedo, escribe la pequeña voz de Marina Closs. El miedo es lógico porque la intrepidez te coloca al borde del abismo. Igual que el hecho de escribir contra una lengua en la que se termina escribiendo.

Bien sabía Adrienne Rich de las contracturas y singularidades que resultan de adoptar “la lengua del opresor” y, a la vez, buscar otros caminos. En esa paradoja y esa violencia anidan dolores y descubrimientos que devuelven su pertinencia política a la literatura más allá de bufonadas o del deseo de complacer y tranquilizar. El rencor es un lugar legítimo desde el que afrontar la escritura: el rencor contra el hombre blanco que habla en inglés y en español, y hace de todos los libros el mismo libro: uno que habla de la condición humana a través de ese monóculo y esa perspectiva reducida. Closs entronca genealógicamente con Sara Gallardo y escribe con esa pequeña mano airada que se levanta contra lo que parece inamovible. Rescata con delicadeza lo que se puede perder porque es frágil y ha permanecido enterrado durante mucho tiempo: la oralidad de las historias del Chaco en que se basan cuentos como Jabalí. Marina Closs vigoriza lo que no es arqueología ni exotismo, sino vida pura y memoria secuestrada.

La escritura de Closs devuelve al lenguaje literario una condición de violencia que sirve para cuidar lo que nunca debería entenderse como marginal. El riesgo estilístico refleja no tanto un cambio de paradigma, sino la necesidad de que ciertos paradigmas cosmovisionarios cambien de una vez. Además, los relatos de Closs son bellísimos —­no me avergüenzo ni de escribir la palabra belleza ni del superlativo—, poéticos, funcionan como hechizo y aúnan una visión primitiva, originaria, con una visión sofisticada de la literatura: la leyenda guaraní del Pombero se sitúa junto a la despreciada hermosura de Marioska, a quien busca un rey polaco, ciego y coleccionista. La palabra es música: a veces se nos olvida, nos reímos de las prosas sonajero y caemos en errores de ultracorrección que nos llevan a desdeñar el potencial semántico del ritmo, su profunda significatividad en el relato.

Los personajes se perfilan con inteligencia extraordinaria: el duende de los bosques; la niña india casada; la sexualidad de la masajista japonesa sanadora —¡menudo cuento!—; Rosita-Alfonso, sus peinados y su miedo a un cáncer que parece contagioso; María das Luces y su imposibilidad de concebir… Un tapiz cultural mestizo cristaliza en una manera de decir y pensar. Los cuentos de Pombero iluminan lo no iluminado con vigor poético y misterio de leyenda. Antiguos y ultracontemporáneos. Las palabras conjuro sacan la literatura de su poltrona. Cuando leemos mucho, a veces olvidamos, pero Marina Closs es inolvidable.

Portada de 'Pombero', de Marina Closs. EDITORIAL PÁGINAS DE ESPUMA

Pombero

Marina Closs 
Páginas de Espuma, 2023
157 páginas. 17 euros

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Sobre la firma

Marta Sanz
Es escritora. Desde 1995, fecha de publicación de 'El frío', ha escrito narrativa, poesía y ensayo, y obtenido numerosos premios. Actualmente publica con la editorial Anagrama. Sus dos últimos títulos son 'pequeñas mujeres rojas' y 'Parte de mí'. Colabora con EL PAÍS, Hoy por hoy y da clase en la Escuela de escritores de Madrid.

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