‘Soy una tonta por quererte’, el deseo desde la perspectiva travesti
Después de ‘Las malas’, Camila Sosa Villada vuelve con un libro de relatos que indagan en el peligro y la lucha por el placer y la dignidad
Camila Sosa Villada escribe como persona nacida a comienzos de los ochenta, en Córdoba (Argentina). Escribe como actriz. Escribe como ganadora del Premio Sor Juana Inés de la Cruz y como escritora traducida a más de 10 lenguas. Todo se va sumando a unos orígenes, cicatrices y gozos que dieron lugar a una novela excelente, Las malas, y también a estos relatos. Además, Camila Sosa es travesti —no trans, dice que no quiere robarles nada a las mujeres— y su travestismo concede a sus historias una doble dimensión: la de la sociología de la literatura y el canon que entreabre su puerta a Camila Sosa para mostrar que no solo los señores con mostacho tienen el patrimonio de la universalidad, la centralidad y la posibilidad metamórfica de ser ardilla parlanchina, sabio octogenario o mujer menstruante, y la dimensión de la autoridad retórica, estilística, literaria.
Qué bien mira y qué bien dice Sosa Villada desde la necesidad de reivindicar quién es. Creo que a la autora le interesa esta doble condición y por eso, siempre desde la perspectiva travesti o desde los lugares vulnerables, va desde la autobiografía —'Gracias, Difunta Correa’— hasta lo fantástico —'Seis tetas’— para contar vivencias poco transitadas en la literatura. Los personajes de estos relatos forman parte de su autora, están cerca de ella, y eso no deslegitima su mirada literaria, sino que le imprime fuerza política.
Camila Sosa escribe cuentos enfocados hacia la violencia sexual contra la infancia, hacia las persecuciones y crímenes institucionales que desde tiempos remotos se han perpetrado contra negras, marrones, yonquis, las Billie Holiday del mundo, frutas maduras, pobras y todas esas travestis que se prostituyen reivindicando su deseo de copular con tres jugadores de rugby y al fin descubren que ese deseo es obligatorio, no queda otra salida, sienten miedo: “Yo ya estoy arrepentida de haberme subido (…) y no sé dónde está el personaje de la comerciante de carne capaz de lidiar con gente como esta. Dónde está cuando la necesito. (…) Solo estamos la travesti que necesita juntar plata para pagar algo de todos los meses que debe el alquiler y la calentona que va a cogerse a los nenes de papá de un country”.
En estos cuentos se indaga sobre el origen del deseo de los cuerpos atravesados por la primordial injusticia económica y la construcción neoliberal del estereotipo de la “comerciante de carne” voluntaria. La referencia al gran Pedro Lemebel es explícita e implícita. Se indaga en el peligro y la lucha por el placer y la dignidad. Cuánta inteligencia y sensibilidad destila la autora en ese propósito. Sosa Villada habla de amor y protección, y prevé un futuro no precisamente halagüeño. Expresa la repulsión que un ser humano puede sentir por su pene y el alivio que le producen afeites y artificios. Quizá también el artificio literario porque son brillantes sus personajes, su oído perfecto para reproducir jerigonzas domésticas y lamentos del blues, su sentido del humor acaso confesional, sus metáforas de la carne y su imaginación proyectiva hacia pasado y futuro.
Expresa lo difícil con la palabra literaria y nos hace sentir que sí es importante saber quién ha escrito un libro y desde dónde
Expresa lo difícil con la palabra literaria y nos hace sentir que sí es importante saber quién ha escrito un libro y desde dónde, corrigiendo la idea de que una literatura, siempre idéntica a sí misma en sus exigencias, ahistórica e imposiblemente hermafrodita, transforma a todos sus sujetos-objetos en seres asexuados, arcángeles y propietarios de un pingüe capital. No todos los libros los escribe el Mago de Oz a través de su holograma y su megáfono. Creo que Camila Sosa no miente para decir la verdad. No miente.
Soy una tonta por quererte
Autora: Camila Sosa Villada.
Editorial: Tusquets, 2022.
Formato: tapa blanda (240 páginas, 18 euros) y e-book (7,49 euros).
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