El precio de la libertad para las mujeres iraníes
La fotógrafa Mashid Mohadjerin se adentra en la esfera privada y pública de las mujeres de su país
Freedom Is Not Free es el último libro de la iraní Mashid Mohadjerin (Teherán, 1976). Se presenta con el rostro difuminado de una mujer, escondido tras las palabras que componen el título, escritas en inglés y en farsi. Es el relato visual y escrito del camino de redescubrimiento emprendido por la autora, quien tras haber crecido en Europa regresa a Irán en busca de sus orígenes y de su propia identidad. Como fondo se encuentran algunos de los episodios de la reciente historia de Irán esbozada a través del devenir de una serie de mujeres. De su lucha, desde la esfera privada y la pública, por reclamar su sitio y sus valores dentro de la sociedad. ¿Qué es la libertad?, se cuestiona la fotógrafa.
La abuela de Mohadjerin nació en Ardebil, en Persia, en 1934, el mismo año que la iconoclasta poetisa y cineasta Forough Farrokhzar, “la primera mujer en expresar los deseos sexuales de su sexo de forma libre y elegante”, tal y como la describe la fotógrafa en el fotolibro. “Llamaría a la rebelión contra las injusticias de las que eran víctimas tanto los hombres como las mujeres dentro de su sociedad”. A los veinte años la antepasada de la fotógrafa conducía un BMW, rojo como el carmín que solía ponerse en los labios mirándose a través de retrovisor. Empalmaba un cigarro con otro. Apenas sabía leer y escribir pero sacó adelante su propio negocio durante los años en los cuales el autócrata Mohamed Reza continuaba con la occidentalización de la nación ─ya entonces conocida como Irán─, iniciada por su padre, Reza Shah. El día que se enteró que su hija abandonaba el país con su marido y sus hijos, a causa de la Revolución del 79, se encerró en su habitación y lloró durante todo un día. Nunca volvió a hablar de ello. Visitó a su hija en una sola ocasión. No le gustaba Bélgica, con “sus lagos artificiales, sus bosques artificiales, y sus tomates artificiales”.
La fecha exacta de nacimiento de la madre de Mohadjerin nunca estuvo clara, pero sí se sabe que nació en Teherán, en 1954, dos años antes de que la bella Djamila Bouhired volase con explosivos un café frecuentado por extranjeros en Argel, en oposición a la ocupación francesa de Argelia. Por aquel tiempo nació Benazir Bhutto, en Karachi, Pakistán. Sería la primera mujer en liderar un país islámico. La madre de la fotógrafa perdería el empleo en una empresa británica, poco después de que triunfará la revolución encabezada por el ayatolá Jomeini. Su marido, y padre de la fotógrafa, fue arrestado por cuestionar el régimen un año antes de que empezara la guerra con Irak. Así, mientras el extremismo islámico restituía la sharía cubriendo a las mujeres con el velo, Jehan Sadat, la primera dama de Egipto, país donde era acogido el Sha, luchaba por establecer más derechos legales para las mujeres de la nación.
En 1995, a medida que los talibanes ganaban poder en Afganistán, Soad Hosni, una de las cantantes más influyentes del mundo árabe, rechazaba una enorme cantidad de dinero a cambio de comenzar a utilizar el velo. Mientras Mohadjerin crecía como una “niña refugiada” tal y como ella misma lo describe. “La infancia es una edad difícil para experimentar un cambio de cultura y de entorno, implican grandes adaptaciones. Pertenezco a una generación en cierto modo ‘de transición’. De cualquier forma nunca me he sentido como una extranjera ni en Europa ni en Irán. He crecido en los dos sitios y entiendo las dos culturas. Pero en cierto modo soy considerada como una outsider en ambos lugares”, reconoce la artista quien no pudo regresar a su país hasta 2016.
Freedom Is Not Free se estructura en torno a cinco collages elaborados por la artista con materiales de archivo en torno a cinco fechas que marcan la historia de su familia. Las obras quedan integradas dentro de la publicación como láminas desplegables y entre ellas dan cabida a las observaciones y los descubrimientos que la fotógrafa realizará a su regreso a su país natal. Página a página se evidencian los cambios experimentados por las mujeres a lo largo de los años, al tiempo que se incorporan imágenes más ambiguas, cargadas de simbología y en ocasiones tan enigmáticas como podría resultar la psique de las mujeres que protagonizan la publicación. “Me gusta la forma en la que las imágenes evocan distintos significados, aunque en ocasiones esto pueda confundir, ya que podrían tener diferentes lecturas en las distintas culturas, como lo pueden tener los peces o el color verde, cargado de simbología en el mundo árabe”, explica la artista. En su conjunto las imágenes sugieren un dinamismo, una constante transformación, pero al tiempo ofrecen una sensación de quietud. De un tiempo detenido, como se detiene la memoria de la autora, cautiva de recuerdos y sensaciones que ya no puede recuperar, o aprisionado, como los deseos frustrados de algunas de las protagonistas que dan forma al relato.
Una investigación sobre las consecuencias de la Primavera Árabe dio forma a Lipstick and Gas Masks, el primer fotolibro de la autora.
Formada académicamente como una artista visual y dentro de su trayectoria como fotoperiodista, Mohadjerin ha indagado en temas que abarcan la identidad cultural, el desplazamiento, la resistencia y la protesta. Así, esta última publicación ─reconocida como el mejor libro de autor durante la última edición de los Encuentros de Arlés─ supone la culminación y segunda parte de un trabajo de doctorado realizado en la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, en Bélgica. La primera parte consistió en una investigación sobre las consecuencias de la Primavera Árabe y dio forma a Lipstick and Gas Masks, el primer fotolibro de la autora. “Me interesaba conocer cómo vivieron las mujeres esa revolución, cuál fue su papel (de hecho su participación resultó determinante, como lo fue en otras revueltas) y cómo se sintieron con los resultados”, explica la autora. De igual forma, en Freedom Is Not Free la autora cuestiona la representación de las mujeres de Oriente Medio, y señala aquellos estereotipos que resultan dañinos a la hora de mostrar su lucha. “En mi opinión la perspectiva occidental infravalora el poder de la mujer de Oriente Medio”, apunta la artista. “Deberíamos ir más allá de la consideración de una sola imagen y del estereotipo de la mujer forzada a llevar velo y anulada. Esa mujer que necesita ser rescatada no es la única imagen que deberíamos considerar. Todos sabemos que hay mujeres sometidas pero quisiera enfatizar el poder de la mujer: Su poderío es precisamente el motivo que las convierte el objetivo de la represión ejercida por autoridad (y esto es algo que no se limita solo a Oriente medio). Después de haber conocido a tantas mujeres que luchan por su libertad, estoy convencida de que con el suficiente apoyo podrían llevar a cabo los cambios políticos necesarios dentro de su sociedad”.
“Para estas mujeres lo político ya no puede ser separado de lo personal, sus cuerpos, su vida pública y privada ha estado y continuará estando influenciada por la Revolución”, sostiene la fotógrafa quien dice haber querido evitar una historia única y simplificada de la realidad, apostando por la diversidad y la complejidad que implican las distintas perspectivas. “Creo que el concepto de libertad tiene distintas lecturas. Tan distintas como lo son las personas. Estas versiones paralelas circulan de forma simultánea, de manera que algunas se sitúan en primera fila y a veces son aceptadas como normas rechazando otras. Todo ello depende de muchos factores externos. Pero de algún modo resulta muy difícil para los humanos coexistir dentro de estas distintas lecturas. Esta es quizá la verdadera tragedia. Nuestra incapacidad para aceptar las distintas formas de experimentar la libertad”.
Freedom Is Not Free
Real Academia de Bellas Artes de Amberes, 2021.
184 páginas. 45 euros.
Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.