Las mejores exposiciones de 2020
‘Invitadas’ en el Museo del Prado o la gran muestra dedicada a Rafael en el Quirinale de Roma son algunos de los hitos del año que termina
2020 se recordará como un año ciego en las artes plásticas. El año en que algo cambió. El placer como forma de conocimiento, el que proviene de la confirmación corporal de ver las cosas, desapareció a principios de año empujándonos a un mundo de pantallas y de sonambulismo pensativo donde anda instalado ahora el formato de exposición, buscando hueco. Ferias online y paseos virtuales le han dado una nueva vuelta de tuerca a eso del arte global, aunque la idea de red está más dañada que nunca.
Vivir el arte en galerías y museos, estar juntos, se vive hoy con urgencia frente a cierres y despidos. Vivir del arte es otro oxímoron, un problema que viven los artistas con un peso más denso e intenso. Ya no digamos las artistas mujeres. Las protestas por la muerte de George Floyd abrieron otra etapa: la de redescubrirnos el uno al otro. Y algo más también: volvimos a pensar en la plaza del pueblo como espacio público, donde el activismo puede convertirse en una forma de creatividad. De diferentes formas, la pandemia de la covid 19, las manifestaciones exigiendo un cambio social y una acción antirracista lideradas por Black Lives Matter, así como el desastre climático que ya venía de lejos, empujan a pensar el arte por venir desde otro lugar, lleno de voces más diversas. Estas exposiciones contribuyeron a ello.
España
Invitadas
Museo del Prado (Madrid)
Seguramente sea la exposición más importante del año. La más ambiciosa para la pinacoteca y la más compleja por el giro de guión del museo. Carlos G. Navarro, conservador del Área de Pintura del siglo XIX del Museo del Prado, firma esta revisión histórica y, a la vez, exposición de tesis, desde una mirada contemporánea del papel de las mujeres en el arte. Compuesta por 130 obras, desgrana un amplio catálogo de santas, madres y femme fatale junto a las pocas mujeres artistas que pudieron acceder, a finales del XIX y principios del XX, al sistema del arte decimonónico, siempre con reglas y de paso. De ahí el título, Invitadas. Fragmentos sobre mujeres, ideología y artes plásticas en España (1833-1931), que no ha escapado a la polémica, retirada de obra incluida. La pandemia se ha llevado por delante algunos detalles de la muestra, como la idea de trasladar un interiorismo burgués en clave contemporánea que daba una idea más clara del ambiente asfixiante de la época, aunque pese a ello, la exposición abre el debate de los estereotipos sobre las mujeres. Ahora falta que hablen directamente ellas.
Mondrian y De Stijl
Museo Reina Sofía (Madrid)
Sobre el papel, uno imaginaba una exposición más grande, con más obras y más salas. La covid-19 se ha comido parte de esas expectativas, aunque eso no le resta valor a esta muestra, una de las más esperadas este año: la mayor dedicada a Mondrian y el movimiento De Stijl desde los años ochenta. Los artistas abstractos lo tenían claro: lo moderno era la fusión de disciplinas artísticas, desde la pintura a la arquitectura, y siempre buscando lo universal, no el estilo individual. Una utopía que casa bien con los tiempos que corren y esa idea de lo común que lo simplifica casi todo. Donde nosotros vemos líneas rectas, Mondrian veía curvas tensas. Un sistema de reducción con el que perseguía la tensión extrema, máxima también de nuestros días. Una celebración de la utopía del arte desde su cara más moderna.
William Kentridge. Lo que no está dibujado
CCCB (Barcelona)
La exposición de Kentridge en el CCCB es la gran sorpresa. Le habíamos visto en otras exposiciones pero ésta es una de las mejores sobre el artista, que en 2017 recibía el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Dos años antes, cuando el ébola recorría el continente africano, él creó More Sweetly Play The Dance, un friso de personajes animados, a tamaño real, que desfilan en una procesión imposible. Algunos son enfermos atados a un gotero intravenoso. Otros arrastran varios muertos y demasiado peso emocional. Seres que saltan de pantalla en pantalla y que nos recuerdan que bailar es lo único que nos hace libres. Un mensaje que en estos tiempos estremece a la vez que conmueve. Una exposición impecablemente pensada y montada. De lo mejor que ha pasado en Barcelona en los últimos tiempos.
Suzanne Lacy. Asociaciones inevitables
CAAC (Sevilla)
El trabajo de Suzanne Lacy es estos días más contemporáneo que nunca, pese a que lleve desde los años sesenta liderando los albores del arte colectivo. Su incesante investigación sobre problemas relacionados con la identidad de género, la violencia sexual, la explotación en el trabajo, la pobreza o el racismo reclama un nuevo lenguaje artístico que busca el cambio y que profundiza en cuestiones tan urgentes como la educación, el compromiso social. Cuando alguien se pregunta si el arte puede tener una función social real, ella es la respuesta. Un nuevo acierto del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Sevilla) con esta primera gran revisión de su trabajo en España.
La Ribot. Manual de uso
CGAC (Santiago de Compostela)
Se ha hecho de rogar, pero si algo deja este 2020 es el reconocimiento a La Ribot, una de nuestras mejores artistas. Al León de Oro de la Bienal de Danza de Venecia se suma su nuevo espectáculo, Please please please, estrenado en el festival Grec y una amplia revisión de su trayectoria en el Centro Galego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela, a cargo del comisario Iñaki Martínez Antelo. Una exposición que recorre sus últimos veinte años creativos en esa unión compacta de la danza con las artes visuales.
Internacional
Artemisia
National Gallery (Londres)
Una de las mejores cartas de la programación de la National Gallery es esta exposición sobre Artemisia, su visión del Barroco y de esa Roma donde creció heredada por Caravaggio y la dialéctica de Bernini y Borromini, extremos de una urbe peligrosa para las mujeres e inasequible para aquellas que aspiraban a convertirse en artistas. Artemisia Gentileschi puso del revés todos los cánones conocidos, también el de belleza, convirtióndose en una artista prodigiosa, icono feminista desde los años setenta e imagen de la resistencia todavía hoy.
Rafael
Quirinale (Roma)
La mayor exposición de Rafael en la historia también se cuela en este 2020, cuando se celebran el 500 centenarios de la muerte del artista. Justamente su prematura muerte es el punto de partida del itinerario de esta muestra, que recorre su vida a la inversa, dándole la vuelta a las habituales retrospectivas y comenzando por una recreación de su tumba en el Panteón de Agripa y sus once intensos años en Roma, los más prolíficos de su carrera. Una muestra espectacular que ha llevado a decenas de personas y comisarios de varios museos a trabajar al unísono durante años.
Vida Americana
Whitney Museum (Nueva York)
Las luchas y cambios sociales de la época posrevolucionaria en México marcaron de manera paulatina las tendencias artísticas que durante los años siguientes se desarrollarían a través de los llamados muralistas mexicanos. De la mano de esta línea histórica surge la exposición Vida Americana, que reivindica la influencia de estos artistas, Rivera y Orozco entre ellos, que allanaron el camino hacia un arte más politizado. Un hito para un museo como el Whitney, espacio que históricamente se ha especializado en mostrar de forma casi exclusiva el arte estadounidense.
Remedios Varo
MALBA (Buenos Aires)
En la cada vez más creciente mirada desde el arte a los saberes mágicos y ocultos, la exposición de Remedios Varo en el Malba pone el broche de oro en esa fascinación por lo secreto. Esta gran retrospectiva se detiene en el proceso creativo y en la importancia que tuvo para la artista el dibujo y roza lo que en sí era esta artista: una artista mentalista que a partir de interiorizarlo todo empezaba a darle los primeros pasos a sus ideas. Una de las mejores y más completas revisiones de esta artista del surrealismo.
11ª Bienal de Berlín
Pocas bienales como la última edición de la Bienal de Berlín se han empeñado tanto en hablarnos de la importancia de amplificar las visiones del mundo y las experiencias de los cuerpos disidentes. De hablar de violencia patriarcal y colonial. De rendirnos a curanderos espirituales y a las redistribuciones del afecto. María Berrios, Renata Cervetto, Lisette Lagnado y Agustín Pérez Rubio firman una de las mejores ediciones de esta bienal que invita a mirar otros sistemas de pensamiento y otras concepciones del ser. A imaginar otros futuros posibles.