Prostitución: la hora de la responsabilidad
Hay que regularizar ya este fenómeno y eso no significa avalarlo o bendecirlo. Sólo desde la hipocresía o la extrema ingenuidad se puede pensar que si se prohíbe o esconde dejará de existir
Hay que regularizar ya este fenómeno y eso no significa avalarlo o bendecirlo. Sólo desde la hipocresía o la extrema ingenuidad se puede pensar que si se prohíbe o esconde dejará de existir
IMMA MAYOL