El cómico que nadie querría tener de jefe... o sí
El actor inglés Ricky Gervais, que estrena 'Increíble pero falso', no consigue trasladar al cine de Hollywood su ácido humor
Consiguió ser uno de los jefes más abominables del mundo televisivo. Reunió en un solo personaje todo lo que los trabajadores detestan de sus superiores. Y lo hizo de una manera que, pese a ser una serie catalogada como de humor, el espectador se sentía con ese jefecillo continuamente incómodo con sus comentarios sexistas y racistas, su desagradable sentido del humor trasnochado y su patética visión de cómo dirigir una empresa. El actor, director y guionista Ricky Gervais (Reading, 1961) se ha llevado de calle a los telespectadores de medio mundo con The Office, pero no consigue dar el paso definitivo a Hollywood. Algo que el cómico británico intenta cambiar con su última película Increíble pero falso, que hoy se estrena en España.
"Gervais renovó la comedia con sus dos primeras incursiones en la BBC", dice Hernán Casciari, periodista y autor del blog de series de televisión Espoiler. Gervais, junto a Stephen Merchant, creó, protagonizó y dirigió las aclamadas series de la cadena británica The Office (2001) y Extras (2006).
La calidad y éxito de The Office con su formato de falso documental fue tal que tuvo sus réplicas en varios países, destacando la versión estadounidense, con Steve Carrell al frente, que empezó siendo un remake y ya tiene vida propia sobrepasando las dos temporadas de la serie original. Al que le eche un ojo a The Office sin haber visto anteriormente a Gervais en otro papel, le puede parecer que ese repulsivo personajillo es tan real que no hace reír. Pero es en esas facciones y gestos controlados que rozan lo desagradable donde está uno de los hallazgos de este cómico. Eso sí, como dice habitualmente el actor, pese a la acidez de su humor, "la intención es no molestar a nadie".
Pero Gervais no ha triunfado solo por sus series. También por sus giras haciendo monólogos, sus libros de Flanimals (que tendrá una adaptación en película de animación) y su programa radiofónico The Ricky Gervais Show (uno de los podcast más descargados en Reino Unido en el último año y medio), que tuvo su versión en serie de animación (emitida por Channel 4 y HBO). Todo éxitos. Pero Gervais tiene una mancha oscura en su historial: brillar en Hollywood.
Y como Gervais, hay otros cómicos ingleses que triunfan en Europa con todo tipo de formatos pero no terminan de cuajar con sus dotes cómicas en Estados Unidos pese a sus intentos. Es el caso de Rowan Atkinson (Ratas a la carrera, Scooby Doo), Steve Coogan (Noche en el museo, La vuelta al mundo en 80 días) o Simon Pegg (Misión Imposible III, Star Trek) entre otros. Hay otros, como Hugh Laurie, que aunque en el cine su máxima aportación haya sido Stuart Little, sí se ha quedado en la retina de los telespectadores estadounidenses y mundiales con House. Según Casciari, estas incursiones en el cine hollywoodiense "son necesarias para el bolsillo de los involucrados. Ninguno de ellos lo haría por amor. Del mismo modo que ningún futbolista argentino o brasileño jugaría en España por amor al viejo continente".
Increíble pero falso, que Gervais protagoniza y dirige, tiene lugar en una realidad alternativa donde no existe la mentira, hasta que un hombre descubre que con mentiras puede llegar hasta donde sea. En Hollywood, el actor británico participó antes en las dos entregas de Noche en el museo, Stardust y Me ha caído el muerto, que supuso su primer papel de protagonista en una película estadounidense. "Hasta ahora no logró encontrar, en el cine su corrosión personal", comenta Casciari, "es como si todavía no le permitieran 'hacerlo todo él".
Ganador de múltiples premios por sus trabajos televisivos, entre ellos varios BAFTA, tres Globos de Oro (premios de los que fue presentador en su última edición y repetirá en 2011), dos Emmy, Gervais ha sido elegido este año por el Channel 4 británico como el tercer mejor cómico de stand up (comedia en vivo) de todos los tiempos por detrás de Billy Connolly y Richard Prior. Viendo su currículum, parece que el cómico no necesita ser la estrella de Hollywood, pero puede que alguna vez lo sea. "Hay un antes y un después de Gervais en el humor", dice Casciari. Gervais, como recalcaba recientemente en una entrevista en la BBC, es "un optimista... aunque británico".
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