Véronique Thouvenot, científica chilena: “El empoderamiento de las mujeres pasa por tener una buena salud”
La chilena-francesa lidera ‘Zero Mothers Die’, una aplicación móvil que brinda información para combatir la mortalidad materna y neonatal en países de extrema pobreza
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año mueren alrededor de 300.000 mujeres durante el embarazo. “Es decir, en un período de 10 años tenemos tres millones de muertes”, señala la científica Véronique Thouvenot (Concepción, Chile, 67 años), quien ha dedicado su carrera a luchar contra este problema global que afecta, principalmente, a los países de extrema pobreza. En 2012, la chilena-francesa lideró el desarrollo de la aplicación para móviles Zero Mothers Die, que hasta hoy brinda a mujeres, sobre todo de África, información sobre el embarazo. “Responde a preguntas relacionadas a qué ocurre en cada semana de gestación y en el desarrollo del bebé durante sus primeros meses. También advierte de los signos a los que las madres deberían poner atención ante eventuales complicaciones y cuándo acudir al médico”, explica Thouvenot en una videollamada desde Lyon. “La aplicación da consejos simples, pero que pueden salvar vidas”, asegura sobre la tecnología que también se ha implementado en algunas zonas de Perú y Brasil.
La preocupación de Thouvenot por la mortalidad materna y neonatal tiene su raíz en Chile, donde vivió durante sus primeros 11 años de vida. De esa estadía, la científica recuerda a una mujer de nombre Mercedes, la empleada del hogar de su familia. Con ella visitó algunos barrios pobres de la capital chilena en los años sesenta: “En sus días de descanso, mi nana iba a ver a sus amigas que vivían en poblaciones de Santiago. Muchas veces con mis padres la acompañamos y llevamos ropa, alimentos y artículos de higiene. Yo era niña, pero ya entendía las conversaciones de los adultos y recuerdo que hablaban de una mujer que se había muerto en el embarazo. También vi niños muy enfermos sufriendo la polio y que se morían en esa época. Entonces, todo eso fue una sensibilización muy temprana en mi vida”, relata la doctora en matemáticas y especialista en salud pública que ha sido asesora para las Naciones Unidas en programas sanitarios.
“Esa extrema pobreza que vi muy joven siempre se quedó en mí y es desesperante que aún exista en el mundo”, dice. En los países donde se implementa la aplicación Zero Mothers Die, como Etiopía, Nigeria o la República Democrática del Congo, lo que sigue costando la vida de las madres y sus hijos son las “infecciones, la atención de salud inadecuada, la escasa de prevención, la falta de vacunas, la discriminación y las violencias”, explica. La científica también indica que en muchas de esos lugares la muerte de las mujeres embarazadas es visto como algo que “no se puede resolver, sino que aceptar”.
Sobre las mujeres que buscan ayudar a través de la aplicación, Thouvenot dice que, en su mayoría, son muy jóvenes: “Algunas tienen entre 13 y 14 años. No tienen educación, no tienen información, ni siquiera saben lo que les ocurre en sus cuerpos porque nadie les habló de eso. Pero, aunque sean muy pobres, aunque no tengan agua potable y muy poca electricidad en sus casas, tienen un móvil y son muy hábiles con la tecnología”, cuenta. “Además, en esas comunidades las mujeres hablan mucho. Entonces, es necesario que solamente una de ellas tenga un teléfono y que descargue Zero Mothers Die para que otras 15 o 20 también se informen”. Y explica que, una vez que se descarga la aplicación, es posible usarla sin conexión a internet y que la información está disponible en nueve dialectos y adaptada para las comunidades locales y su cultura.
Thouvenot señala que el buen funcionamiento de Zero Mothers Die la hace entender la tecnología como una gran herramienta para abordar los problemas de salud que hoy asechan al planeta. “Es una aliada para ir más rápido hacia el paciente, para llegar a los lugares donde no hay profesionales de la salud o que no cuentan con clínicas u hospitales”, asegura sobre los alcances de la innovación digital.
Sobre su misión, comenta que hacer que “cada ser humano en el mundo tenga acceso a una salud de calidad es fantástico porque si tú tienes salud, puedes hacer mucho en la vida, como estudiar y trabajar”. “Sin salud puedes lograr muy poco, especialmente cuando se vive en sitios de pobreza extrema. Es importante sobre todo para las mujeres, porque el empoderamiento de las mujeres pasa por tener una buena salud”, dice.
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