La muerte de un joven en el nevado del Tolima muestra las fisuras de la seguridad del montañismo en Colombia

Kevin Bocanegra, un abogado de 25 años, murió el pasado 31 de diciembre mientras se encontraba en una escalada en el nevado del Tolima, un volcán de la cordillera de Los Andes que se ha convertido en un destino turístico estrella en Colombia para los aficionados del montañismo. El joven sufrió un edema pulmonar que no fue tratado a tiempo, según ha denunciado su pareja, Jois Ramírez. Durante los cuatro días de recorrido, Bocanegra padeció de varios síntomas como debilidad en el cuerpo, tos y dificultad para respirar. El último día de 2024, su cuerpo sucumbió y falleció. El suceso, comentado por miles de internautas, ha generado un gran debate en el país sobre los protocolos de seguridad que se deben aplicar para los deportes de alto riesgo.

Ramírez acusa de negligencia al primo de su pareja, Óscar Apolinar, por haber hecho la excursión a la cima que alcanza los 5.220 metros sobre el nivel del mar y se encuentra en el parque nacional Los Nevados, sin los permisos requeridos. “Óscar no tenía su agencia avalada por el parque, él nos llevó de manera irresponsable”, lamentó en una entrevista con el pódcast Más Allá del Silencio. Al no contar la experiencia suficiente, Apolinar no tenía las herramientas para atender un caso como el de su primo, en el que el uso de medicamentos y una evacuación urgente eran fundamentales para tratar la enfermedad.

Las agencias de montañismo en Colombia ya sienten los primeros impactos del hecho. “En los cinco años que lleva la empresa, nunca nadie me ha pedido la hoja de vida, aunque sería correcto preguntar por ella. Pero recién tuvimos una charla técnica con un grupo que viaja en dos semanas y están mucho más alarmados. Piden más información sobre los protocolos de atención”, cuenta Sebastián Sánchez, topógrafo y gerente de la agencia Ruta de Montaña.

Una cuestión clave en el caso de Bocanegra es que su primo no era un guía formal ni experimentado. Los guías turísticos tienen que hacer un estudio técnico en el SENA, la institución estatal que entrega las tarjetas profesionales. Y aun así, sigue sin ser suficiente, afirma Sánchez, también guía y socorrista certificado. Hay especializaciones en alta montaña o en roca que ofrecen entidades como la Asociación Colombiana de Guías de Montaña y Escalada (Acgme) en las que enseñan las bases con lineamientos internacionales para estas actividades de riesgo. Sin embargo, la informalidad es muy expandida: “Hacemos la broma de decir que al nevado del Tolima suben un guía y tres viajeros y bajan cuatro guías”.

Esta situación se mantiene por la falta de control de Parques Nacionales Naturales (PNN), la agencia estatal que administra estas zonas protegidas. El gerente de otra agencia de alpinismo, que prefiere reservar el anonimato, se queja de que la falta de una vigilancia real por parte de los funcionarios. “El problema no es la reglamentación. En años anteriores, otros escaladores aficionados que han muerto por edemas pulmonares iban con operadores reglamentados. El problema es que tienen guías sin el conocimiento suficiente de esta actividad”.

Evacuación temprana

Durante la entrevista con el pódcast, Ramírez deploró entre lágrimas la nula respuesta que tuvo su pareja por parte del guía al momento de evacuarlo. “Kevin estaba recostado de medio lado, con los ojos cerrados y veo como sale mucho líquido de su nariz”, narró sobre el momento en el que comprendió la gravedad del estado de su pareja, tras haberlo dejado en el campamento a poco más de 4.000 metros de altura mientras el resto del grupo ascendía hacia el glaciar y la cumbre. Allí, pidió que se activara la póliza de viaje que habían contratado para que Bocanegra fuera evacuado en helicóptero. Pero sus teléfonos no tenían señal y el guía no tenía radio. Finalmente, el joven, que gritaba del dolor, fue puesto en un caballo para el descenso de la montaña. Murió a las pocas horas.

La evacuación terrestre es el método de socorro más común. Campesinos o arrieros que viven en fincas aledañas suelen ser fundamentales para los traslados de quienes sufren una enfermedad o un accidente. Carlos Avellaneda, fundador y guía de la agencia Caminantes del Retorno, señala que Parques Nacionales no tiene un servicio de atención. “El seguro obligatorio es tan básico y elemental que es lo mismo que no tener nada”, añade.

En contados casos se recurre al uso del helicóptero, pues pocas aeronaves pueden aterrizar a más de 4.000 metros de altura, y las que lo logran, requieren de al menos 24 horas para llegar a estos lugares recónditos. “No somos ni Suiza ni Estados Unidos, donde hay sofisticados sistemas de rescate. Y se debe entender que hay un riesgo inherente que se debe asumir, así las agencias certificadas cumplan con todos los protocolos”, apunta Avellaneda.

Los expertos consultados coinciden en que la muerte de Bocanegra se pudo haber evitado. Sus síntomas, presente desde los primeros días de la excursión, eran lo suficientemente graves para haber dado la vuelta. “La tos es señal suficiente. Los viajeros deben estar en perfecto estado de salud”, advierte uno de ellos. Y todos coinciden en que el uso de medicamentos pudo haber retrasado los efectos de la embolia hasta que fuera llevado a un centro de atención.

Sánchez le pide a Parques Nacionales que opten por hacer más presencia en la zona, en vez de cerrar los caminos: “Hay rutas que desafortunadamente están muy olvidadas y que tienen poca presencia de funcionarios. Lo que hacen sencillamente es cerrar, como pasó hace algunos años con otro fallecimiento”.

Sentar un precedente

La entidad estatal ha lamentado lo sucedido. “Para la travesía se brindó, con antelación, una charla informativa en el Valle del Cocora [la base del nevado desde el occidente] donde se sensibilizó sobre los riesgos de realizar actividades de alta montaña”, ha explicado. Simón Moreno, jefe del parque Los Nevados, aseguró en entrevista con El Tiempo que “el guía [Apolinar] no había indicado que el grupo se iba a dirigir a la cumbre, sino que tomaría la ruta de La Primavera”, una zona más llana y para la que no se requiere certificación. Por La Primavera se puede llegar a la cumbre y de hecho fue allí que Ramírez y su madre se enteraron de la muerte de Bocanegra.

Mientras que la policía investiga a la empresa que representaba Apolinar, Jois Ramírez se ha manifestado durante todo el mes a través de sus redes sociales para reclamar que la muerte de su pareja no sea en vano. “Busco que la muerte de Kevin sea un precedente para los deportes de alto riesgo. Jamás imaginé que iba a perder al amor de mi vida”, dijo en un video compartido este martes.