Decenas de muertos y miles de desplazados en Colombia por los enfrentamientos entre grupos armados
El Gobierno de Petro se plantea declarar el estado de excepción ante esta ola de violencia. Las morgues no tienen capacidad para albergar un número tan alto de muertos
Colombia vive días de terror. Los enfrentamientos entre grupos armados han incendiado zonas que están fuera de control del Estado. El principal foco de violencia se encuentra en la región fronteriza del Catatumbo, en el nororiente del país, donde por el momento se cuentan 80 muertos y 5.000 desplazados. Muchos de ellos los está recibiendo Venezuela. A su vez, en el suroriente, en el departamento del Guaviare, un enfrentamiento entre las disidencias de las FARC se ha saldado con al menos 20 personas muertas. “Se están estudiando todas las medidas para parar esto, incluido decretar [el estado de] la conmoción interior”, cuenta una fuente de la Casa de Nariño, la residencia presidencial.
Gustavo Petro trata de frenar la ola de violencia que ha coincidido con la entrada del nuevo año. El estado de conmoción interior le daría al presidente facultades para tomar medidas excepcionales, por un máximo de 90 días. Según establece la Constitución, este estado de excepción podría prorrogarse hasta en dos ocasiones. Daniel Noboa, presidente de Ecuador, ya decretó la conmoción interna ante la ola de violencia en su país. Fue una manera de que los militares tomasen el control de la seguridad ciudadana. Petro también declaró una por la emergencia ambiental en La Guajira, pero la Corte Constitucional la anuló posteriormente.
El presidente colombiano se enfrenta ahora a un reto gigantesco. Al principio de su mandato invitó a todos los grupos armados a negociar ceses al fuego y procesos de paz, pero la táctica no ha funcionado. Ninguno de esos grupos ha estado dispuesto a dejar las armas. El presidente quiere mostrarse ahora como el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y mandar un mensaje de firmeza.
La gente huye de los lugares de combate. Después de cuatro años de fuga masiva de personas, Venezuela recibe ahora desplazados colombianos. Una imagen insólita. Los colombianos llegan en carros, camiones y a pie desde las zonas fronterizas, principalmente desde la región binacional del Catatumbo. El desplazamiento se ha intensificado desde el sábado, cuando comenzaron a circular imágenes de familias enteras con sus enseres llegando al poblado de Casigua El Cubo, capital del municipio de Semprúm, en el Estado de Zulia, en Venezuela.
Un comunicado de la Defensoría del Pueblo señala que en la vereda Miravalle, en el municipio de Calamar (Guaviare) y cientos de kilómetros al sur del Catatumbo, “se llevaron a cabo enfrentamientos entre estructuras del llamado Bloque Amazonas, bajo el mando de alias Iván Mordisco, y la estructura Jhon Linares, del bloque Jorge Suárez Briceño, del denominado Estado Mayor de los bloques, bajo el mando de alias Calarcá”. “Se reporta un alto número de personas muertas y heridos”, añade el texto, en el que no se especifica el número de fallecidos.
“Estamos aterrorizados”, dijo el alcalde de Calamar, Farid Camilo Castaño, en una entrevista concedida este lunes a Noticias Caracol, en la que apuntó que los fallecidos pertenecerían a una misma disidencia, aunque aún no se ha podido establecer a cuál. “No obstante, se desconoce si hubo más víctimas fatales, que de pronto las estructuras guerrilleras hayan llevado sus cuerpos o los hayan recogido”, aclara Castaño, quien no descarta que los combates puedan generar desplazamientos masivos.
El Guaviare está en estado de indefensión. “El departamento no cuenta ni siquiera con la capacidad en Medicina Legal de albergar todos estos cadáveres. Hemos tenido que acudir al departamento del Meta para que nos brinde el apoyo”, añadió el alcalde. Hace unas semanas, la estación de policía fue bombardeada con drones, y aunque Castaño destaca que “la fuerza pública está tratando de hacer lo que más puede”, los dos batallones “se quedan cortos” para abarcar sus casi 40 veredas. El Gobierno nacional, sin embargo, no se ha pronunciado. “Es momento de que fijemos los ojos en el Guaviare. Lo que está pasando hoy en el departamento no es distinto a lo que pasa en Santander y en otros departamentos”, añade el alcalde.
A lo mismo apunta el senador Humberto de la Calle, quien fue jefe del equipo negociador en el proceso de paz con la extinta guerrilla de las FARC que desembocó en el acuerdo del 2016: “El Guaviare es tan estratégico como el Catatumbo”, ha señalado este lunes a través de un tuit. En ese departamento, dice, “hay cultivos ilícitos, hay minería ilegal de oro y coltán, es la puerta de ingreso ilegítimo a la Amazonía con serias consecuencias de deforestación y propicia tráficos ilegales hacia Brasil y, por el sur, hacia el Pacífico”.
Sin embargo, resalta la complejidad a la que se enfrenta el Gobierno para proceder en esta situación, ya que se trata de un combate entre una disidencia ―la de Iván Mordisco― en clara pugna con el Estado, y otra que se mantiene en diálogo con el Gobierno ―la de alias Calarcá―, con la que permanece vigente un cese al fuego. “Muchas veces interrogué sobre esto”, indica De la Calle en otro tuit: “Si se enfrentan dos bandas, una de las cuales está en cese de fuego con el Estado, cómo proceder? Aliarse con una en contra de la otra? Servir solo de árbitro humanitario? Combatir a ambas? (sic)”.
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