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Más horas con recargo nocturno, una mejor licencia de paternidad y la regulación de los ‘rappitenderos’: la reforma laboral de Petro avanza en el Congreso

La plenaria de la Cámara de Representantes aprobó esta semana algunos de los artículos más importantes del proyecto de ley, gracias a consensos entre el Gobierno y las bancadas de los partidos Liberal, Conservador y de la U

Sesión plenaria de la Cámara de Representantes durante el debate de la reforma laboral del presidente Gustavo Petro, en Bogotá, Colombia, el 2 de octubre de 2024.
Sesión plenaria de la Cámara de Representantes durante el debate de la reforma laboral del presidente Gustavo Petro, en Bogotá, Colombia, el 2 de octubre de 2024.Prensa Cámara Colombia
Juan Miguel Hernández Bonilla

La reforma laboral del presidente Gustavo Petro, una de sus grandes promesas de campaña, avanza poco a poco en el Congreso de la República. La Cámara de Representantes ha aprobado esta semana 33 de los 80 artículos que tiene el proyecto de ley, gracias a consensos entre el Gobierno y las bancadas de los partidos Liberal, de la U y Conservador, más los votos del Pacto Histórico, el partido Comunes, los representantes de las víctimas y algunos parlamentarios del partido Verde. Tras terminar el trámite en la plenaria de la Cámara, que parece solo cuestión de unas pocas semanas, a la reforma le faltan las dos discusiones en el Senado, donde el Gobierno ha tenido más dificultades para alcanzar las mayorías.

Durante tres días de discusión, entre la mañana del lunes y la noche del miércoles, el Gobierno logró pasar algunos de los puntos claves del articulado. El más simbólico, y en el que Petro ha insistido desde que llegó al poder, es el aumento de las horas de la jornada que se entiende como nocturna, y por eso tienen un mayor salario. Si hoy en día los empleadores deben pagar extra el trabajo desde las 9 de la noche, el proyecto pretendía que eso comenzara a 6 de la tarde. Finalmente, la mayoría de la plenaria acordó que el recargo iniciará a las 7 de la noche. Este, como los demás ajustes al régimen laboral, serán realidad si la reforma es aprobada en sus cuatro debates antes de junio de 2025.

La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, agradeció a los parlamentarios explícitamente por apoyar ese cambio. “Restauramos el derecho del trabajo nocturno a los trabajadores de Colombia, lo que significa un recargo del 35% por trabajar en las horas de la noche. Esto hace justicia laboral, fueron 28 años en los que a los trabajadores y trabajadoras les habían cercenado este derecho”, dijo Ramírez desde el atril del salón elíptico del Congreso. La ministra se refería a la ley 789, la reforma laboral con la que el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez recortó las horas que se consideran nocturnas, aunque no eliminó el recargo del 35% para las restantes, como parece indicar la antigua senadora de la izquierda. Esa reforma también redujo el valor del pago extra por trabajar los domingos y festivos, con el objetivo de crear 640.000 empleos en cuatro años.

Años después, numerosos estudios han señalado que la reducción de los derechos de los trabajadores no llevó al esperado aumento del empleo, en un país en que el desempleo ronda el 10% y la informalidad laboral el 50%. Por ejemplo, en 2013 el economista Álvaro Fernando Narváez, de la Universidad del Valle, encontró que la reforma de Uribe “tiene efectos negativos sobre la creación de empleos, mientras que en el largo plazo la reforma no tiene efectos sobre la demanda laboral manufacturera”. En 2005, el economista Alejandro Gaviria, quien fue ministro de Educación de Petro y se ha convertido en uno de sus más tenaces críticos, encontró que la reforma había ayudado a reducir el subempleo por insuficiencia de horas (es decir, las personas que trabajaban menos tiempo del deseable) pero que “los efectos sobre la generación de empleo y sobre la formalización del empleo fueron inferiores a lo esperado”.

Para que avance la reforma, la ministra Ramírez, de origen sindical y comunista, no solo ha retomado esos estudios, sino que ha replicado la misma fórmula que le sirvió el semestre anterior para sacar adelante la reforma pensional: escuchar, ceder y acordar con los que piensan distinto. Esta semana, aceptó aumentar a dos las horas que se consideran nocturnas en lugar de tres, y avaló las propuestas de muchos parlamentarios de que este punto se aplique de forma paulatina, seis meses después de firmado el proyecto. Con eso, logró su cometido. “1.389.249 trabajadores son los que históricamente hacen uso del trabajo nocturno, el 1% de la fuerza laboral. Les invito a que hagamos un acto de justicia laboral con ellos. Todos ustedes han dicho que los quieren proteger”, dijo cuando invitó a los congresistas a votar. Para la representante oficialista María Fernanda Carrascal, coordinadora de ponentes del proyecto, ese cambio producirá un incremento de los salarios que a su vez ayudará a dinamizar la economía. “Con esa plata adicional, los trabajadores pueden comprar más bienes y servicios que producen los empresarios. Es un gana-gana, un círculo virtuoso”, concluyó la representante por Bogotá. De acuerdo con los cálculos del Gobierno, los trabajadores que perciban el salario mínimo y trabajen todos los días en el horario que aspira a considerarse nocturno (de 7 a 9 de la noche), recibirían 95.000 pesos mensuales más.

El ministro del Interior y exsenador liberal Juan Fernando Cristo, que estuvo presente durante los tres días de debate, también celebró el logro. “Seguimos avanzando en la reforma laboral, ya casi estamos en la mitad del articulado. Esperamos que la semana entrante se apruebe definitivamente para pasar al Senado”, dijo este miércoles. Y añadió: “Quiero felicitar a la Cámara de Representantes, a las bancadas independientes, a las de gobierno. Hoy también la bancada de oposición contribuyó al debate con tranquilidad y con mesura, y creo que así seguimos avanzando y construyendo esos acuerdos que tanta falta le hacen al país”. Justamente, la aprobación de esta reforma aterriza el acuerdo nacional que está liderando el ministro de la política, que este miércoles tuvo otro triunfo importante con la elección de Gregorio Eljach, candidato del presidente, como procurador general. “La elección de Eljach demuestra que es posible avanzar en consensos y acuerdos. Es una bandera blanca del poder ejecutivo al Congreso y es un mensaje claro de que estamos convencidos de que el camino es el del entendimiento”.

Ese entendimiento también fue indispensable para que la Cámara aprobara con amplias mayorías los artículos de la reforma laboral que establecen nuevas reglas para los trabajadores de las plataformas digitales, incluidos servicios de domicilio como Rappi, Uber Eats o Didi Food. El apoyo de las mayorías en un punto que lleva años en la discusión pública se logró gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y AlianzaIn, el gremio de las aplicaciones digitales que lidera José Daniel López, hasta 2022 congresista del opositor Cambio Radical. De nuevo, la ministra cedió con la lógica pragmática de que es mejor avanzar poco a poco. La reforma plantea que las plataformas y sus trabajadores deberán definir de común acuerdo si su vinculación se da como dependientes, con un contrato de laboral, o como independientes. En el primer caso, la empresa asumirá todos los aportes de seguridad social, pero el trabajador no podrá trabajar para nadie más: tendrá exclusividad. En el segundo, las empresas asumirán el 60% de los aportes en salud y pensión y los trabajadores el 40%. En cualquier caso, las empresas asumirán el 100% de los riesgos laborales. “A través del diálogo y la construcción en medio de la diferencia, es posible lograr avances que beneficien materialmente a sectores concretos de la población. En este caso, vamos a garantizar que 120.000 personas cuenten con seguridad social, lo cual es profundamente transformador. Es un avance tremendo, fruto de la concertación y el trabajo en medio de la diferencia”, dijo López.

Durante la discusión, la Cámara también aprobó que la licencia de paternidad pase de las dos semanas actuales, a cuatro. La propuesta del Gobierno eran seis, para acercar a Colombia a la mayoría de países de la OCDE, donde esta licencia es mucho mayor. También pasó el auxilio de conectividad para los trabajadores que laboren desde sus casas, por el mismo monto que hoy reciben los empleados por el subsidio de transporte. Otro punto clave de la discusión, en el que se impuso el Gobierno, fue establecer que si un empleador renueva por más de cuatro años un contrato a término fijo, se le considerará indefinido. En contraste, la Cámara ha eliminado un artículo, el 8, que buscaba aumentar las indemnizaciones en los despidos sin justa causa, especialmente para quienes lleven más de diez años con contrato.

Al terminar la discusión de este miércoles, el presidente de la Cámara citó de nuevo para el lunes. Se espera que la próxima semana se discutan algunos artículos fundamentales que aún no tienen el visto bueno de la mayoría, como aumentar el recargo dominical del 75% al 100% o los relacionados con el derecho de asociación sindical, el jornal agrario y el contrato laboral obligatorio para los miles de jóvenes aprendices del SENA. Allí se verá si la estrategia del Gobierno de ceder para llegar a consensos sigue funcionando o si se impone el poder de la oposición, que ha señalado que la reforma aumentará la informalidad y el desempleo.

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Sobre la firma

Juan Miguel Hernández Bonilla
Periodista de EL PAÍS en Colombia. Ha trabajado en Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS, en Madrid, y en la Unidad Investigativa de El Espectador, en Bogotá. En 2020 fue ganador del Premio Simón Bolívar por mejor reportaje. Estudió periodismo y literatura en la Universidad Javeriana.
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