Colombia celebra la exención de la visa al Reino Unido: “Un camino largo pero exitoso”
El anuncio tiene un sabor especial en un país cuyo pasaporte levantaba alertas y que ahora permite visitar casi toda Europa sin restricciones
Gustavo Petro e Iván Duque, en las antípodas ideológicas, no han coincidido en prácticamente ningún asunto desde que el presidente de izquierdas llegó al poder el pasado 7 de agosto. Esta semana se ha producido una excepción. Tanto el actual mandatario como su antecesor celebraron la noticia de que los colombianos ya no necesitarán visa para visitar el Reino Unido desde el próximo 9 de noviembre.
El presidente Petro se anticipó al anuncio oficial al agradecer el lunes en la noche al Reino Unido “por su decisión de quitar la exigencia de visa”, mientras Duque lo celebró este martes como “un triunfo de Colombia” y recordó que su gobierno selló un Tratado de Libre Comercio posterior al Brexit. El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano destacó en un comunicado que la decisión pone al país “a la altura de los socios estratégicos del Reino Unido”, y es una “señal de confianza en Colombia, sus nacionales y sus instituciones”. También recordó el apoyo “irrestricto” del gobierno británico a la implementación del acuerdo de paz de 2016 y sus “significativas contribuciones” a la protección del medio ambiente, en particular la Amazonía.
La embajada británica en Bogotá, por su parte, explicó que la decisión fue aprobada este martes en un proceso ante el Parlamento, “tras un proceso extenso y riguroso de evaluación por parte de diferentes instituciones del gobierno británico que hemos venido trabajando desde hace mucho tiempo”. Esos acercamientos se pueden rastrear incluso hasta 2014, cuando los colombianos dejaron de necesitar una visa de tránsito aéreo para los vuelos que hacían escala en el Reino Unido. La embajada subrayó que los requisitos para trabajar, estudiar y establecerse en el país se mantienen. El cambio en el régimen de visados también cobija a Perú y Guyana, pero en Colombia tiene un sabor muy especial.
Durante los tiempos más duros de la violencia, el conflicto armado y el narcotráfico, los colombianos cargaron a cuestas ese estigma como si estuviera tatuado también en el pasaporte. Desde 1995 hasta el año 2010, el número de países que les exigían visa se mantuvo en torno a 164, y entre 2002 y 2004 llegó a un récord de 167 países. Pero ese número viene en descenso desde 2006, y cerca de un centenar de países ya no exigen ese requisito a los colombianos. El tema de las visas toca fibras muy particulares en el país suramericano.
Es muy recordado, por ejemplo, que cuando España como parte de la Unión Europea aprobó en 2001 incluir a Colombia en el listado de países a los que se exigía un visado de entrada, la medida tuvo una indignada respuesta desde esta orilla del Atlántico. Varios escritores y artistas, entre ellos Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis, Fernando Botero, Fernando Vallejo y Héctor Abad Faciolince, firmaron un manifiesto con una contundente promesa: “Con la dignidad que aprendimos de España, no volveremos a ella mientras se nos someta a la humillación de presentar un permiso para poder visitar lo que nunca hemos considerado ajeno”. Con el paso del tiempo la mayoría de los firmantes incumplieron esa promesa, pero el episodio es ilustrativo del clima de afrenta que traían esos requisitos.
El mayor hito en la caída de las restricciones llegó en 2015 justamente con el acuerdo de exención de visa entre Colombia y los países del espacio Schengen, lo que permitió viajar a 26 países de la Unión Europea, además de Suiza, Liechtenstein, Noruega e Islandia. De modo que el anuncio formal que hizo este martes el gobierno británico de alguna manera cierra un círculo, y los colombianos pueden ahora viajar a prácticamente toda Europa sin esos requisitos.
“Ha sido un camino largo, pero exitoso”, apunta María Ángela Holguín, la jefa de la diplomacia colombiana durante los dos periodos de Juan Manuel Santos (2010-2018) que logró derribar la mayoría de esas barreras. Son procesos largos que varían de país a país, y llegan gracias también a un paquete que incluye procesos no tan llamativos, como tener un pasaporte muy seguro y difícil de falsificar, explica en diálogo con este periódico. “Cuando llegamos en 2010 nos pedían visa en absolutamente todas partes, incluso Centroamérica y el Caribe”, rememora la diplomática. También en México, un visado que se acabó con el proceso de libre movilidad de la Alianza del Pacífico –fundada en 2011 por Colombia, México, Chile y Perú–, lo que ha permitido un notable incremento del turismo.
El tema es sensible entre los colombianos debido a la tristeza que produjo ver a una nacionalidad “más o menos bloqueada por el mundo por una historia que fue de algunos, pero no es la historia de los colombianos”, reflexiona Holguín. La dilatada exención de visas refleja tanto una apertura del país, como una percepción de Colombia distinta en el exterior, valora la excanciller.
No todo son celebraciones. Por un lado abundan las recientes denuncias de malos tratos a los ciudadanos colombianos por parte de las autoridades migratorias mexicanas. Y por otro, la noticia contrasta con las demoras actuales de hasta dos años para tramitar la visa a Estados Unidos. Sin embargo, el embajador de la Administración Petro en Washington, Luis Gilberto Murillo, anunció este martes que ya formalizó una solicitud al gobierno norteamericano para que retire ese requisito, un estatus que solo ostenta Chile en la región [Argentina lo perdió en 2002]. “Esperamos que la propuesta de no exigir visa de turismo a los colombianos en EE UU sea una realidad en un futuro, esto fortalecerá los lazos de hermandad de nuestros pueblos en condiciones de igualdad y en el marco de nuestra relación especial estratégica que cumplió 200 años”, escribió en sus redes sociales. Al pasaporte colombiano aún le quedan barreras por derribar.
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