6 mentiras que están impidiendo su embarazo (y alguna que otra verdad)
Ni los 40 son los nuevos 30 ni hay posturas que favorecen la gestación. Sin embargo, que él vista pantalón ajustado nunca fue una buena idea
Tener hijos o no tenerlos es una las decisiones más importantes en la vida de las personas, y con el mismo empeño que unos buscan procrearse, los otros se suman a las filas del movimiento childfree (sin hijos por elección). Con independencia de lo que decida, se imponen dos realidades: en la década que va de 2003 a 2013, cada año han nacido menos niños en España (en 2013, hubo 425.390 nacimientos, frente a los 441.881 alumbramientos de 2003), según el INE. Pero, a tenor de los últimos datos, durante el primer semestre de 2015, por primera vez en 10 años, los nacimientos han crecido un 1%. Por otra parte, la edad a la que se tiene el primer hijo aumenta de un año para otro entre las españolas: 31,7 años en 2013, frente a los 30,8 de 2003. Los demógrafos ofrecen todo tipo de explicaciones para esta tendencia, pero los médicos alertan también sobre otro dato: el 15% de las parejas de los países desarrollados tiene problemas de esterilidad, una cifra que va en aumento. “En España ya podríamos hablar de un 18% de parejas estériles”, sostiene Buenaventura Coroleu, jefe del servicio de Medicina Reproductiva del Instituto Dexeus, de Barcelona.
¿Por qué cada vez es más difícil concebir un hijo? ¿Cómo se pueden aumentar las posibilidades de conseguir un embarazo? Abundan las leyendas sobre la reproducción, algunas carentes de fundamento científico. Estas son algunas de las más arraigadas entre el público (no todas falsas).
En el 55% de los casos de infertilidad se debe a factores femeninos, el 45% restante son masculinos. Pero lo frecuente es que se sumen ambos
1. Los 40 son los nuevos 30. Falso. Aquí, la voz de los ginecólogos es unánime: “El principal problema de fertilidad en la mujer es la edad y llega un momento en el que la biología deja de funcionar. No se pueden tener hijos de forma espontánea con 50 años”, destaca Juan Antonio García Velasco, director del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) de Madrid. Y no hace falta llegar tan lejos. “Diariamente, llegan a nuestras consultas mujeres de 40 años diciendo que es un buen momento para quedarse embarazadas. Y no es cierto. La idea de que el embarazo se tiene que buscar en edades más cómodas [avanzadas] para que no interfiera en su vida, no suele acabar bien”, añade Coroleu. Cruzando las posibilidades de concebir con el riesgo de aborto resulta que “la edad ideal para el embarazo está por debajo de los 30 años y la etapa aceptable se sitúa entre los 30 y 36 años; a partir de ahí, la opción de éxito decae”.
2. Es altamente posible conseguir el embarazo en el primer intento. Falso. Es absolutamente insólito. Según los expertos, hasta los 30 años la posibilidad de embarazo mensual que tiene una pareja es del 25%; después, a los 38, desciende hasta el 12%; a los 40 años, al 7%, y a los 43 solo un 3-4% de las mujeres conseguirá la gestación en un mes. Además, por debajo de los 30, la posibilidad de aborto es del 10%, pero a los 44 años llega hasta el 50% debido a que empeora la calidad de los óvulos.
3. La infertilidad suele ser femenina. Falso. En el 55% de los casos se debe a factores femeninos y el resto son masculinos. Pero es frecuente que se sumen ambos. “Se pueden unir un factor masculino leve como es la dificultad de movimiento de esperma, con una mujer de edad avanzada. El resultado es una pareja de baja fertilidad, subfértil”, explica Coroleu.
4. Los hombres pueden tener hijos aunque tengan 80 años. Verdadero. “El varón no pierde capacidad fecundante con los años. Puede perder la libido o la función eréctil, pero los espermatozoides de un hombre de 80 años funcionan casi igual que los de un joven”, afirma el especialista del IVI. Algunos ejemplos célebres: Charles Chaplin tuvo su último hijo a los 73 años o el ginecólogo Julio Iglesias Puga, que murió a los 90 años, meses antes de que naciera su hijo.
La edad ideal para el embarazo está por debajo de los 30 años y la etapa aceptable se sitúa entre los 30 y 36 años; a partir de ahí, decae" (Buenaventura Coroleu, ginecólogo)
5. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) afectan a la fertilidad. Verdadero. Coroleu explica que “las infecciones por clamidia o gonococo influyen en la fertilidad masculina ya que pueden afectar a la calidad del esperma, y en la femenina, dañar las trompas”. Y sobre este tipo de enfermedades, el ginecólogo alerta: “La relajación de costumbres entre los jóvenes, que han perdido el miedo, está provocando un aumento de las ETS, lo que puede repercutir en la esterilidad”. Existen más de 15 métodos anticonceptivos.
6. Cuando se va a una consulta de fertilidad se suele prescribir tratamiento hormonal. Verdadero. García Velasco explica que “la ovulación depende de las hormonas, y si para ovular se necesita ayuda, habrá que administrarlas y reponerlas. Prácticamente siempre van a ser necesarias, en el 95% de casos, aunque si la pareja es muy joven se pueden programar las relaciones”.
7. Para conseguir el embarazo hay que tener relaciones todos los días. Falso. “No es bueno para el semen, porque el primer día el volumen eyaculado es normal, pero luego cae hasta llegar a mínimos. Además, si se convierte en una especie de obligación acaba afectando a la pareja”, explica el director de IVI, que lanza un consejo: “Relaciones alternas entre los días 11 y 16 del mes [cuando se produce la ovulación], pues esos descansos permiten que las vesículas seminales se rellenen y el volumen final sea más eficaz”. Ojo: este consejo técnico puede minar la relación. “No son encuentros románticos, sino fecundantes”, añade el experto. Por eso, esta estrategia se utiliza cada vez menos en las consultas.
8. Hay posturas que favorecen la gestación. Falso. “Lo que potencia el embarazo es una relación relajada en la que ambos lleguen al orgasmo con eyaculación en el fondo de la vagina”, destaca el ginecólogo del Instituto Dexeus, “salvo en ciertas patologías, como la endometriosis, en la que el coito puede ser doloroso y conviene adoptar otras posturas”.
9. Permanecer tumbada bocarriba después del coito favorece el embarazo. Falso. “A los pocos segundos del coito, los espermatozoides suben por el cuello del útero, por lo que intentar retener en la vagina todo el fluido no tiene sentido”, subraya García Velasco.
Hay profesiones que favorecen la infertilidad masculina, como los empleados en hornos o conductores" Antonio García Velasco (director del IVI)
10. El estrés afecta a la fertilidad. Controvertido. Los especialistas reconocen cierta influencia. “Pero tiene que ser un estrés altísimo que suba la prolactina de forma que no haya ovulación, y si no hay regla no hay embarazo”, explica el director de IVI. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Chicago, publicado en Reproduction, concluye que las mujeres que tienen un alto nivel de estrés tardan un 29% más en quedarse embarazadas, una conclusión a la que llegaron después de medir los niveles de la enzima alfa amilasa (un indicador de estrés) en la saliva de las participantes.
11. La esterilidad puede revertir. Controvertido. A veces sucede que parejas que han decidido adoptar ante la incapacidad de procrear un hijo biológico conciben durante el proceso de los trámites o en el viaje al país de adopción. Como apunta Coroleu, “eso puede suceder cuando no se detecta ninguna causa para la esterilidad y lo que hay son factores psicológicos. Si hay una causa fuerte de esterilidad, como es una obstrucción total de las trompas, no revierte”.
12. La contaminación aumenta la infertilidad. Verdadero. Ambos especialistas señalan que el ambiente, las aguas e incluso los productos de alimentación que contienen disruptores endocrinológicos (plásticos, pesticidas, medicamentos, etcétera) repercuten en la fertilidad. También es un factor que la mujer fume, ya que puede alterar la capacidad reproductiva del feto masculino al modificarse las células madre de los testículos.
En España ya podríamos hablar de un 18% de parejas estériles” (Buenaventura Coroleu, ginecólogo)
13. Los pantalones ajustados alteran la calidad del semen. Verdadero. El efecto puede estar en el aumento de la temperatura de los testículos. Como indica García Velasco, “los testículos están a 35 ºC, y a mayor temperatura, el tejido germinal del varón no funciona bien. Con la ropa ajustada, la gónada está más caliente y puede favorecer la infertilidad. Es una cuestión de fisiología”. La Asociación Americana para el Embarazo avala esta teoría.
14. Hay profesiones que favorecen la esterilidad masculina. Verdadero. Coroleu y García Velasco aluden a trabajos que implican un calentamiento de los testículos, como son los empleados de hornos o los conductores que permanecen muchas horas sentados al volante, tal como expone este ensayo de Fertility and Sterility. El estudio, realizado en la Universidad de Stanford, añadía que los hombres que tienen trabajos que requieren fuerza física tienen más dificultad para concebir. Y que algo parecido sucedía con la toma de ciertos medicamentos, como son los que tratan la artritis, la depresión, problemas digestivos, infecciones, hipertensión y cáncer.
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