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Un deporte ¡fácil! que adelgaza, fortalece huesos y anima

Inauguramos una serie de rutas de senderismo con un paseo por Soria: 11 kilómetros a paso rápido que bien valen un par de botas

Los campos de Soria.
Los campos de Soria.María Cicuéndez

Según la Real Academia Española, andar significa ir de un lugar a otro dando pasos; caminar es andar una distancia; pasear es hacerlo por distracción o ejercicio; marchar es realizarlo a un ritmo constante… Esperamos no haberle cansado antes de empezar… Lo llame como lo llame, moverse poniendo un pie delante del otro es uno de los deportes más saludables que se pueden hacer. Según los expertos de la Clínica Mayo, recientemente nombrado el mejor hospital de Estados Unidos, "permite mantener un peso saludable, prevenir y tratar varias dolencias entre las que se encuentran las cardíacas, la hipertensión y la diabetes de tipo 2, fortalece los huesos, eleva el ánimo y mejora el equilibrio y la coordinación. Y cuanto más rápido, más lejos y más frecuentemente lo haga, mayores serán los beneficios". Debería ser más que suficiente para convencerle de ponerse en marcha. No importa cuándo siempre que lo haga. El cómo, en cambio, es fundamental: acuérdese de llevar la cabeza alta, la mirada al frente, los hombros y cuello relajados, los brazos sueltos, el estómago contraído y la espalda recta. Órdenes de los doctores (de la Clínica Mayo). Y si necesita un 'dónde' porque lo suyo no es, por supuesto, merodear (vagar por las intermediaciones de un lugar, en general, con malos fines), tampoco lo es deambular (andar sin dirección determinada) y no le atrae el hecho de vagar (andar por varias partes sin determinación a sitio o lugar, o sin especial detención en ninguno), le proponemos esta ruta (la primera de muchas).

Comienza la ruta…

Adentrarse en tierras sorianas invita a mimetizarse con la belleza de los Campos de Castilla, sentir su historia y dejarnos llevar por la experiencia de un viaje en el tiempo, entre mares de verde hierba, sabinas, acuíferos turquesa y vestigios medievales. Le proponemos una ruta de senderismo en un entorno natural inigualable: El Sabinar de Calatañazor y el Monumento Nacional de la Fuentona, entre las llanuras del río Duero y las Sierras de Urbión y de Neila. Más de 250 hectáreas de la red de espacios protegidos de Castilla-León.

1. El Sabinar de Calatañazor

Comience la ruta contemplando la sobriedad de la ermita románica de La Soledad, del siglo XII, situada extramuros de Calatañazor, a la vera de la carretera, a 5,5 Km de Muriel de la Fuente. Desde ahí, trasládese al Sabinar de Catalañazor, ubicado en la parte noroccidental de la provincia de Soria, al sur de la sierra de Cabrejas, declarado reserva natural el 11 de julio de 2000. El bosque que le animamos a atravesar ocupa una extensión de 74 hectáreas que acogen espectaculares ejemplares de sabinas albares (Juniperus thurifera o enebros, para entendernos). Disfrútelas: son únicas por su longevidad –su origen se remonta a la era terciaria– y por sus dimensiones –20 metros de altura y 8 de diámetro troncal– gracias a la fertilidad de este terreno aprovechado como dehesa para el pastoreo.

2. Monumento natural de La Fuentona

Fuentona de Calatañazor.
Fuentona de Calatañazor.

La Fuentona de Muriel, también conocida como “Ojo de Mar”, se encuentra al sur de las parameras que se extienden al Oeste de la sierra de Cabrejas, a un kilómetro al Norte de Muriel de la Fuente. A cuatro kilómetros de Abioncillo, aguas abajo del nacimiento del río Abión, en la margen izquierda, recibe el aporte de las aguas de “la fuente de la Calabaza”, “la fuente del Cura” y “la fuente de las Fuentecillas”. Constituye un valioso ejemplo de acuífero formado por un conjunto de barrancos y desfiladeros flanqueados por formaciones rocosas de origen calizo, refugio de especies de singular rareza como el buitre leonado, el águila real, el halcón peregrino, el alimoche, el búho, la nutria o el martín pescador etcétera. Entre los atractivos de este entorno natural debemos mencionar que aún no se conoce el fondo “del Ojo de Mar", ya que los buceadores y espeleólogos solo han conseguido llegar al segundo sifón –canal cerrado de agua– ubicado a 115 metros de profundidad. El recorrido a pie nos permitirá disfrutar de la riqueza de valores paisajísticos, geológicos, botánicos y antropológicos. Continúe ruta, tomándose su tiempo, hacia la población medieval de Calatañazor y recréese (sin bañarse) en las aguas transparentes del río Abión, donde la baja o nula contaminación permiten lucir un color turquesa de una belleza inigualable.

3. Calatañazor

Termine esta ruta tan completa adentrándose en la villa medieval en su acceso por la parte baja, rodeada de recia muralla, cuyos lienzos cubren todo su perímetro, con excepción del flanco oriental. Suba la empinada calle que constituye el eje de la villa en cuyo extremo superior se ubica la plaza mayor, donde encontrará una curiosidad única: la piedra del abanico, huellas fósiles de hojas de palmera de entre 10 y 25 millones de años de antigüedad que recuerdan el origen calizo de la construcción de Calatañazor.

Este entorno también acoge el "rollo" bajomedieval, donde se aplicaba justicia, el castillo y el Ayuntamiento. Cuenta además con abundantes restos de un señorial castillo donde la tradición sostiene: “En Calatañazor, Almanzor perdió su tambor”. ¿Cómo? Cayendo derrotado en su lucha por el dominio musulmán en la península ibérica, lo que, aunque romántico, aseguran los expertos que no tiene fundamento histórico. Calatañazor rezuma sabor tradicional y atestigua el paso de los siglos en sus calles empedradas con canto rodado, hogares con desplomadas paredes de tapial de barro y paja o tosca mampostería de piedra, puertas protegidas por postigos de media altura cubiertas de teja sobre las que se alzan las características chimeneas cónicas pinariegas. Las casas abren sus puertas para mostrar la artesanía y gastronomía autóctona, como La Casa del Queso o El restaurante Calatañazor, en la calle principal, un caserón del siglo XVIII convertido en casa rural donde disfrutar de sus especialidades al calor de la chimenea (setas de temporada, carnes rojas, asados, patés caseros escabechados de caza y migas de pastor). Los fines de semana de noviembre se organizan las jornadas gastronómicas mozárabes, pudiéndose degustar platos de la época en un decorado adaptado para la ocasión. Dicho conjunto arquitectónico, al que se suman la actual iglesia parroquial Nuestra Señora del Castillo, la Ermita románica de la Soledad y la Ermita en ruinas de San Juan Bautista, le valieron a la villa de Calatañazor la declaración de Conjunto Histórico-artístico Nacional en 1962.

Ficha técnica de su primera ruta

Marco Geográfico: esta ruta se desarrolla por los términos municipales de Muriel de la Fuente y Catalañazor, dentro de la provincia de Soria, por los espacios protegidos Reserva Natural del Sabinar de Catalañazor y el Monumento Natural de la Fuentona.

Distancia: 11 km.

Desnivel de subida: + 150 m.

Desnivel de bajada: - 150m.

Tiempo: 4/5 horas de ruta.

Dificultad: Fácil, tenga en cuenta que el desnivel escaso y la distancia, corta.

Equipo recomendado: Botas de montaña, impermeable, mochila, 1 litro de agua mínimo, gafas y protección solar (crema y gorro). Los bastones no son imprescindibles. Es aconsejable llevar calzado y ropa de repuesto (por la amenaza de lluvia).

Más información: Casa del parque del Sabinar (www.patrimonionatural.org), tel. 975188162

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