Mi médico ladra y mi psicólogo relincha
Perros y caballos componen un gran cuadro especialista para ancianos, niños o invidentes. Historias de animales que favorecen (seriamente) la salud
La compañía de cualquier animal, perros, gatos, caballos o hurones, nos convierte en personas menos solas y felices. Es una perogrullada. ¿Pero sabía que también nos hace más saludables? Según la Asociación Americana del Corazón, el hecho de cuidarlos y de disfrutar de actividades con ellos, o, simplemente, acariciarlos y contemplarlos, disminuye nuestra tensión y estrés y aumenta la sensación de bienestar y autoestima. Ahora, pongamos nombres y apellidos a la cotidianidad de unos animales que se convierten en auténticos héroes para muchas personas cada día.
Kuka, Lobo, León, Kuki, Mafalda o Walkiria son los nombres de animales que cada día facilitan y salvan la vida a muchas personas. Son valientes, entregados, sociables, trabajadores y cariñosos. Gracias a ellos, Alberto, que vive en una residencia y padece una grave enfermedad mental, está integrado con sus compañeros, o Plácida, que perdió la memoria hace años, recuerda un nombre y aumenta su reducida movilidad.
Perros que hacen más felices a los ancianos y enfermos
La mayoría de las personas que conviven con perros tiene más fe en su fidelidad que en la de los humanos y los niños prefieren a su perro o gato como compañero de juegos frente a los videojuegos. Así se asegura en Análisis sobre el Vínculo entre Personas y Animales de Compañía, del Observatorio Fundación Affinity. El hecho de que la convivencia con un can sea uno de los motivos para levantarse cada mañana queda comprobado en la residencia de ancianos San Blas de Fabero, en León.
Allí vive Kuka, una perra de raza labrador de 12 años, que también es una jubilada, en este caso de la tarea de guiar a personas ciegas. El día a día con Kuka en la residencia "es una experiencia impresionante, porque las personas que viven en ella, son más felices, están más sanas e integradas y, sobre todo, se notan excelentes resultados en el caso de los enfermos mentales, como los que padecen esquizofrenia o Alzheimer", explica María José Tejera, gerente de este centro leonés y médico. Uno de los residentes más implicados en el cuidado de esta perra jubilada de la ONCE es Alberto, de 64 años, que estaba aislado antes de la llegada de Kuka, pero ahora saca a pasear a la perra y está más integrado con sus compañeros de residencia.
Cuando se pierde la brújula de la memoria y los ancianos no recuerdan ni su nombre, un animal puede resultar un poderoso reclamo para recuperar destellos de lucidez. Es el caso de Plácida, una anciana que recuerda el nombre de la perrita Kuka y que aparca su andador para bañarla. Y es que, esta perra labradora vive pendiente de las personas de la residencia; les roba una caricia; capta su atención o les despierta la sonrisa.
Héroes que salvan vidas y detienen a los malos
Nuestros animales más cercanos se pueden convertir no solo en procuradores de bienestar, motivación y felicidad, sino también en héroes que nos salvan la vida en situaciones críticas. Así ocurrió tras el terremoto de Tahití del año 2010, una catástrofe en la que murieron miles de personas y otras muchas sobrevivieron. Dos de ellas, gracias a la actuación de un perro llamado León, que las localizó sepultadas entre los escombros. Estos héroes caninos forman parte de la organización Bomberos Unidos y cada año acuden con sus guías, que también son sus dueños, a diversas situaciones de emergencia para ayudar en las labores de rescate. "Estos perros son valientes y eficaces y se convierten en un compañero más del grupo, con el que se adquiere un vínculo de confianza ciega a la hora de trabajar cuando hay vidas en juego", explica, conmovido, Antonio Bandera, miembro de la organización onubense Bomberos Unidos.
Los animales que salvaguardan nuestra seguridad trabajan codo con codo con la policía para detectar drogas, explosivos o armas. Incluso, también están entrenados para localizar cadáveres en zonas acuáticas donde han quedado sumergidos y son difíciles de recuperar. Desde el Servicio Cinológico y Remonta de la Guardia Civil (escuela de adiestramiento de perros policía) se recuerda con especial emotividad el caso de un joven de 29 años que desapareció en el río Ebro. Tras 18 días de búsqueda sin resultados, intervino la unidad canina, con Nikol y Klauss, dos perros que consiguieron encontrar el cadáver del joven.
Una luz en la oscuridad
Para una persona ciega, un perro puede ser el compañero que le abra la puerta hacia su autonomía. Es el caso de la catalana Purificación Santamarta, ciega de nacimiento y una atleta paralímpica que ha ganado 16 medallas. Por su vida han pasado Les, Yari, Dan, Karpa; y en la actualidad, está Farina. Todos ellos son perros pastores alemanes de la ONCE que le han acompañado en sus logros y en sus momentos de bajón. "Como cuando mi perra me ve llorar y se acerca a limpiarme la cara a lametazos; eso no tiene precio", comenta Purificación. Esta atleta define a sus perros como compañeros de trabajo y de vida: "Generosos, que te ayudan a ser autónoma e independiente, como cuando buscaban a mis hijos en el parque a la hora de irse a casa o me acompañaban a entrenar".
Regresar a casa gracias a héroes de cuatro patas
El potente olfato y oído de un perro es el salvavidas de personas que se pierden por diferentes circunstancias, como montañeros o personas con Alzheimer. Roca, Perla, Rony, Mora o Negrito han rescatado a más de una persona en apuros, que se ha fundido en un emocionado abrazo con sus perros salvadores. "Negrito es un perro que encontramos abandonado en la carretera con la pata rota, y un tiempo después nos ayudó a localizar a una persona que ya se daba por perdida y que había caído por un terraplén del que no podía salir", explica orgulloso Jesús Gómez Nava, presidente de la Unidad Canina de Rescate del Principado de Asturias. Este grupo de salvamento lleva trabajando 25 años y realiza alrededor de 30 actuaciones anuales con perros de búsqueda.
Y, por supuesto, los caballos
Aunque los perros son los animales más presentes en los hogares españoles y los que más se asocian con la terapia asistida para personas, también "se trabaja con gatos pájaros o caballos y, en países como Reino Unido, con hurones, cobayas o conejos", explica Maribel Vila, responsable de terapias asistidas con animales de la Fundación Affinity.
Los caballos ayudan a niños ciegos, como Mauro, de siete años, a superar miedos, ganar autoestima y autonomía personal. Cuando este pequeño monta a Cuper, un caballo de 23 años, veterano en la práctica de la equinoterapia, "está más tranquilo, gracias al movimiento que provoca el animal al caminar, al igual que ocurre en el caso de los niños hiperactivos que, como permanecen sentados en el caballo, es una estupenda forma de fomentar su concentración y atención", explica Ana Velez, equinoterapeuta.
Por las grupas de Walkiria o Mafalda, dos yeguas del centro de equinoterapia de Ana Velez, pasan cada semana 50 pacientes que refuerzan su equilibrio y coordinación motora gracias a estos cuadrúpedos, tan disciplinados, que saben contener su gran fuerza y naturaleza galopante hasta que acaba su jornada de trabajo.
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