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Memoria revisada de García Lorca

"Basarse en la historia oral y en un solo informante es un error"

El arqueólogo y la historiadora del caso admiten fallos de base en el rastreo

El arqueólogo Francisco Carrión (Melilla, 1954) y la historiadora Maribel Brenes (Úbeda, Jaén, 1971) han ido de la mano en las excavaciones como dos polos con energías contrarias pero complementarias. Mientras Brenes aportaba el calor y la emoción de enfrentarse a los restos de un genio y a familiares en busca de sus antepasados con los sentimientos a flor de piel, Carrión anteponía la frialdad y el rigor que exige una excavación para ser precisa. Saben que sus conclusiones científicas acaban de derrumbar varios ensayos sobre la muerte de Lorca. "La investigación de una persona que se guía por el corazón y no la cabeza, nunca funciona. Después de las presiones, están los mitos y la gente que vive de ellos", asevera Carrión sin querer dar nombres.

Carrión: "La historia objetiva y científica rompe los mitos"
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Pregunta. ¿Qué ha supuesto a nivel profesional y personal este trabajo?

Francisco Carrión. Es un reto como otro cualquiera. A nivel personal, sí es verdad que ha despertado en mí inquietudes que ya estaban desde la excavación en la fosa de Melegís (en la que la ARMH recuperó 19 cadáveres). El trabajo con historiadores contemporáneos es raro para mí, que trabajo sobre miles de años atrás sin prestarme a la especulación. A veces la historia la escriben los literatos y no se ha contrastado con rigor científico.

Maribel Brenes. Para mí ha sido un poquito frustrante porque hay que decirle a los familiares que no están allí, pero como historiadora es un buen reto. No se puede calificar esto como un error, porque ahora hay que replantear la historia desde la base.

F. C. Los mitos siempre tienen una pequeña parte de verdad, pero no es objetiva. La historia objetiva y científica rompe los mitos.

P. Antes de su inicio ya era una intervención controvertida.

M. B. Nos basamos en testimonios orales, sin documentos. Nuestra obligación era confirmarlo. La excavación era precisamente necesaria por eso.

P. ¿Cundió el desánimo en algún momento?

M. B. Él [Carrión] está más preparado y a mí me costaba enfrentarme a las familias, soy más sentimental. Yo sí lo he llevado bastante mal. Tenía la esperanza de dar una buena noticia a los familiares. Era mi único objetivo.

P. ¿Por qué se amplió la excavación más allá de las seis zonas señaladas por el Instituto Andaluz de Geofísica?

F. C. La prospección geofísica cubrió gran parte del terreno, pero quedaban zonas de sombra, pero en ellas también apareció la roca.

P. ¿Qué sentimientos tienen?

F. C. Yo, al contrario que Maribel, soy una persona muy fría en el trabajo. No es que se pierda la ilusión, sino que se transforma y uno es capaz de controlar los sentimientos. Hubiera sido más satisfactorio para mí encontrar una o varias fosas, pero lo más importante es contar objetivamente las cosas. Y entonces no hay que poner pasión, hay que poner ciencia. Y la ciencia nos dice que ahí nunca ha habido nada.

P. ¿Qué conclusiones se pueden avanzar del informe final?

M. B. Tengo que comparar el informe histórico elaborado por Rafael Gil Bracero con el arqueológico para ampliar los parámetros de investigación. Quizá el fallo es la carencia de documentación. Basarnos sólo en historia oral y casualmente con el mismo informante es un error de base.

P. ¿Y ahora qué toca?

F. C. A partir de las peticiones de familiares, trabajar con metodología científica, que es lo que hemos hecho.

M. B. A nosotros como historiadores nos toca ver dónde está el fallo, pero no se va a ir a excavar a otros lados si no hay peticiones de familiares.

P. ¿El barranco de Víznar está totalmente descartado?

M. B. Nunca lo hemos considerado una fosa fácil porque los datos que tenemos nos dicen que los cuerpos pueden estar desmembrados y sería muy difícil su individualización.

F. C. Aunque el barranco no arrastre agua por arriba, sí lo hace por abajo y socava el fondo. Eso significa que muy probablemente los restos estén tan sumamente compactados que sea difícil el rescate, pero sí hay posibilidad de dignificar el sitio.

P. ¿Y qué pasa con El Caracolar?

F. C. A nivel de superficie sí hemos podido ver alguna depresión en el terreno, alguna piedra con alguna cruz que nos hace suponer que puede haber fosas allí, pero ahora la investigación se ha centrado en el parque.

P. ¿En qué lugar creen que pueden estár los restos?

M. B. Habrá que estudiar con más detenimiento la cartografía del informe histórico, pero más bien quizá cerca, pero no ahí [en el parque].

F. C. Nosotros hemos investigado sólo la opinión de algunos "investigadores", lo científico sería contrastar todas las hipótesis. Si en el futuro se decide, iremos.

P. ¿Podrá mantenerse el parque como lugar simbólico?

M. B. No lo sé. El hecho de que no haya nada en el parque no significa que alrededor no lo haya.

La historiadora Maribel Brenes y el arqueólogo Francisco Carrión, ayer en Granada.
La historiadora Maribel Brenes y el arqueólogo Francisco Carrión, ayer en Granada.M. ZARZA
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