Las flamencas armas de Tomasa La Macanita
La cantaora jerezana abandona los estilos puros en 'Sólo por eso'
"Hoy trae el sol / la sonrisa perfumada de limón / la camisa de color melocotón". La Macanita arranca el disco que la ha devuelto a los estudios entonando los versos de una canción que le ha escrito su paisano y compañero de generación Fernando Fernández, Terremoto. La composición, como no podría ser de otra forma, va en el compás de una bulería que la cantaora interpreta con una fuerza contenida, deteniéndose en la hermosura de un poema que mira hacia un horizonte de esperanza "entre nubes de algodón".
Quizás sea el tono, un tanto quedo, que marca una grabación en la que Tomasa Guerrero, La Macanita, también tira de garra para impresionar la soleá de forma canónica, una seguiriya antigua o las bulerías de su barrio de Santiago. Junto a estos cantes, hay más canciones, aunque siempre a compás, y dos versiones muy especiales: Cai, la composición de Alejandro Sanz que popularizó Niña Pastori, y la tremenda zambra Maldigo tus ojos verdes, que Antonio Gallardo escribió para su paisana Francisca Méndez, La Paquera de Jerez. Es la configuración de Sólo por eso (Nuevos Medios), una obra que la cantaora, no sin esfuerzos, considera finalmente suya y defiende. "Un disco tiene que tener de todo", exclama. "O acaso ¿voy a cantar nada más que bulerías, seguiriyas o soleás? Yo soy una gitana de pureza, pero también puedo cantar cosas más modernas para que le gusten a la juventud, y esas otras para los que quedan que lo saben apreciar. Las dos cosas tienen que estar mezcladas, como en todos mis discos".
La Macanita afirma todo esto de forma especialmente rotunda, revelando todo su carácter y haciendo uso de todas sus armas, que son, por supuesto, flamencas. Por eso, si se le refiere que su primer disco -Con el alma (Auvidis, 1995)- sólo contenía estilos flamencos puros, responde sin pestañear que "eran otros tiempos". De la misma forma, advierte que "a este puede que le falten cosas, lo mismo que habrá quien piense que otras veces me han escuchado cantar mejor". "Puede que tengan razón", admite, pero añade que "nunca llueve a gusto de todos, La Macana es así de especial, y mañana habrá más". A Tomasa, consciente de la sonoridad de su ocurrencia, se le escapa una sonrisa que interrumpe para reafirmarse citando a Chocolate: "Además, en mis hambres mando yo".
En Sólo por eso, la artista jerezana se ha reencontrado, diez años después, con Ricardo Pachón, quien le produjera en 1998 la grabación Jerez-Xerez-Sherry para el mismo sello. Pasado este decenio, el productor sigue pensando que Tomasa es "un genio cantando". "Ella", añade, "tiene una profundidad y una cosa que, para mí, no la tiene hoy nadie". La idea de reunirlos de nuevo partió de Mario Pacheco, al que su clientela extranjera le pedía un nuevo trabajo de la cantaora.
Para ello, lo que ha hecho Pachón ha sido bucear en su viejo archivo y ofrecerle cantes que, si no nuevos, al menos eran poco cantados. Efectivamente, la cantaora coincide con el productor y confirma que esos cantes le han sabido a nuevos, por lo poco escuchados. "Me he sentido bien, aunque no conociera las letras. Pero creo que en la soleá puedo caminar con los ojos tapados porque conozco bien el camino", afirma segura. De la seguiriya, sin embargo, reconoce que no es su plato fuerte, y repite lo de que "tiene que haber de todo". Aun así, se muestra orgullosa del remate por cabal tomado de Juan Talega.
Lo que sí que tiene contenta a la artista son las canciones que le ha regalado Terremotito, como ella le llama cariñosamente. Son los flamenquísimos tangos Déjame volar y la mencionada bulería inicial Volver a verte. Y de vuelta a las sonoridades, La Macanita no oculta su predilección por la que rodea su interpretación de Maldigo tus ojos verdes. Un tono intimista construido con guitarra flamenca, contrabajo y acordeón que, según la cantaora, "le da un aire de soledad, de puerto, de esperar a alguien...". Sobre el tema, reconoce que le impuso mucho interpretarlo y que le costó llevarlo a su terreno. "No quería ser La Paquera con veinte años y me salía así. Pero creo que me metí en el papel y lo hice mío. Creo que lo suavizo", concluye.
El disco, probablemente, no sería el mismo sin los versos del poeta Carlos Lencero (Badajoz, 1951-2005). Su elección responde a una querencia muy especial del productor, que mantuvo una larga amistad con él y lo considera "el mejor letrista flamenco de García Lorca para acá". Precisamente, Lencero dejó escritos una serie de poemas dedicados a cantaores. Lo que ignora La Macanita es que el mismo poeta le escribió otro poema a ella. Su primera estrofa dice así: "La tarde se ha vuelto loca / dentro de su traje malva / el sol recoge sus cosas / y se esconde en la montaña. / ¡Si La Macanita canta / la noche no será larga!"."Soy gitana, pero también puedo cantar cosas más modernas"
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