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La Pedrera exhibe un extraordinario conjunto de 147 grabados de Rembrandt

"Rembrandt fue el mejor grabador de todos los tiempos". Con esta rotundidad lo aseguran Gisèle Lambert y Elena Santiago, comisarias de la exposición Rembrandt. La luz de la sombra, abierta en La Pedrera, sede del centro cultural de la Fundación Caixa Catalunya (www.fundaciocaixacatalunya.org), hasta el 26 de febrero. La exhibición, que se adelanta a la celebración del cuarto centenario del nacimiento de Rembrandt (Leiden, 1606-Amsterdam, 1669), reúne un extraordinario conjunto de 147 estampas, todas impresas por el propio artista, procedentes de la Bibliothèque Nationale de France y la Biblioteca Nacional de España. Tras presentarse en Barcelona, se presentará en la Biblioteca Nacional de Madrid (marzo-junio de 2006) y en la Bibliothèque Nationale de France de París (octubre-enero de 2007).

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Rosa Regàs, directora de la Biblioteca Nacional, afirmó durante la presentación que "en un momento en que la oposición parece fomentar un odio visceral hacia Cataluña, esta colaboración artística y cultural tiene un doble sentido y se extiende a otros ámbitos, aunque haya quien no quiere verlo".

El recorrido de Rembrandt. La luz de la sombra, que alterna obras universalmente conocidas con verdaderos descubrimientos, pone en evidencia el ansia de experimentación del artista y su innovador empleo de los procedimientos técnicos característicos del grabado, que sometía a múltiples retoques y modificaciones, denominados estados, con el objetivo de representar la evolución de una situación, las variaciones atmosféricas y el cambio de una expresión o una posición. Este inédito proceso creativo se aprecia en las obras que se exponen con sus estados, como el autorretrato Rembrandt grabando junto a una ventana, en cinco piezas que demuestran cómo iba marcando las zonas de luz y sombra, daba volumen a la figura y hasta resolvía percances como una marca de ácido, que oculta en el paisaje. "Rembrandt descubre en el grabado potencialidades que la pintura y el dibujo, en cuanto artes estáticas, no le ofrecen. En su caso, por primera vez, los estados no sirven simplemente para mejorar la obra, sino que cuentan una historia con una estructura anticipatoria del cine", explicó Lambert. "El resultado no depende sólo de los elementos gráficos que añade o elimina, sino de la manera de tintar la plancha y del papel que elige", añadió.

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