Un avión se estrella en Guinea Ecuatorial con al menos 55 personas a bordo
La oposición presenta el accidente como prueba de la incompetencia del régimen de Obiang
Un avión de fabricación soviética se estrelló ayer en Baney, al noreste de Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial. El aparato de la compañía Air Equateur, dirigida por Anita Mbasogo, hija del presidente Teodoro Obiang Nguema, se dirigía a Bata, segunda ciudad del país en el continente. Aunque el viceprimer ministro, Ricardo Mangue Obama, afirma que iban 55 personas a bordo, incluida la tripulación, y el titular de Información, Alfonso Nsué Mokuy, habla de 48, fuentes de la oposición sostienen que llevaba a 85 pasajeros. Al parecer no hay supervivientes.
El aparato -un Antonov; la compañía dispone también de un Yak-40 de fabricación soviética- despegó cerca de las 12 del mediodía (una hora más en la España peninsular); enfiló al norte, hacia el mar, en dirección a Bata; trató después de regresar al aeropuerto de Malabo, y se estrelló. Trabajadores de una plataforma petrolera aseguran haber visto el avión en llamas en su intento de volver a la isla de Bioko, donde se encuentra el aeropuerto internacional de la capital. El vuelo duró apenas 40 minutos.
Tras darse la alarma desde la torre de control, varios helicópteros del Ejército ecuatoguineano y de las compañías petroleras extranjeras que trabajan en Guinea (la mayoría, estadounidenses) intentaron localizar los restos. Éstos fueron encontrados a media tarde cerca de Baney. Las primeras versiones de los servicios de rescate indican que los restos del avión están calcinados. Al parecer no hay supervivientes.
El consulado de España en Bata aseguró que, según la lista de pasajeros facilitada por las autoridades, no hay españoles entre las víctimas. En Bata viven unos 150 cooperantes españoles.
Según esa lista oficial, facilitada a media tarde, viajaban 35 pasajeros y 10 tripulantes, aunque Mangue Obama la elevó de madrugada a 55. La oposición guineana insiste que el Antonov iba sobrecargado, con 85 pasajeros a bordo. Esto es al parecer frecuente en las compañías locales y sobre todo en Air Equateur, empresa que dirige la hija del presidente. En un vuelo entre Bata y Malabo en febrero de 2005 pereció sofocado un bebé que viajaba en la espalda de su madre, debido al exceso de pasaje.
La directora del centro cultural de la Agencia Española de Cooperación Internacional en Bata, Míriam Martínez Elcoro, aseguró a Efe que los españoles suelen utilizar los servicios de uno de los dos aparatos de Air Equateur para volar a Malabo y desde allí a España, y que nunca habían visto problemas de exceso de pasajeros o de carga.
"Este accidente es una prueba de cuál es el modelo de desarrollo elegido por Obiang", aseguran fuentes de la oposición democrática. "No hay servicios públicos; no hay garantías y el único criterio es la rentabilidad a cualquier precio. Es un escándalo". "La presencia en el rescate de los helicópteros de las petroleras es otra imagen de la realidad del país y de la ausencia total de Estado", añade.
La oposición afirma también que los vuelos de Air Equateur no están asegurados, por lo que los familiares de los muertos, al parecer la mayoría ecuatoguineanos, no tendrán derecho a una indemnización.
