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Las dificultades de los hispanismos emergentes en Asia

Representantes de Japón, Corea, Egipto o India asisten al congreso de Monterrey

Jesús Ruiz Mantilla

Les une su admiración al legado hispánico y un indiscutible sentido práctico. Pero los hispanistas emergentes de países como Egipto, India, Corea o Japón han alertado en el Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas que se celebra en Monterrey, México, que deben bregar muchas veces con la falta de apoyos, un mínimo reconocimiento y pocos medios con los que aprovechar la creciente demanda de estudios relacionados con el español, que aumenta día a día en sus países.

"Nos dan pocas becas y encima a los estudiantes que quieren ir a España a perfeccionar sus estudios no les dejan entrar", afirma Nagua Mehrez, de la Universidad Ein Shams, en El Cairo. "España no comprende la importancia de Asia", dice Park Chul, de la Asociación Coreana de Hispanistas.

Ellos son prueba de que la idea central de este congreso, la de las dos orillas, queda corta. Según Aurora Egido, presidenta de la AIH, "hay muchas más orillas con las que contar ya en el hispanismo y que quedan en otros océanos como el Índico y el Pacífico". Y es desde allí donde se quieren hacer oír los hispanistas de asociaciones emergentes, que luchan día a día por ampliar la cultura hispánica y el número de hispanohablantes contra los elementos. Son Quijotes mestizos, pero no deliran. "Nosotros no vemos el hispanismo desde una perspectiva idealista, como se ha visto en otras partes del mundo, aportamos sentido práctico", dice Park Chul, experto en el Siglo de Oro y Cervantes, con la fuerza de las cifras a su favor, ya que cuenta con 300 hispanistas asociados y 15 universidades que lo enseñan en Corea. Le apoya el profesor Hideo Hotta, de la Universidad Provincial de Aichi, en Japón, que cuenta con 391 miembros en su grupo pertenecientes a más de 100 universidades de todo el país. Y siguen creciendo, pero ante los oídos sordos de España. "¡Cómo es posible que no tengamos un Instituto Cervantes! Nuestros alumnos crecen día a día y sólo existe uno en Filipinas, donde baja el interés. Es un problema de mentalidad, nos prometieron abrir centros y no lo han hecho, es escandaloso", dice Park.

Motivos comerciales

Eso, con unos lazos entre sus países que se remontan al siglo XVI. "Los primeros lugares a los que llegaron españoles fue a Corea y Japón. Pero España se olvida de Asia. Es hora de que deje de mirar tanto a América y se fije un poco en nosotros". Habrá oportunidad con el próximo Coloquio Internacional Cervantino, que celebrarán en noviembre. "Allí demostraremos que el nivel de los hispanistas en nuestros países está a la altura de los mejores", dice. ¿Y a qué se debe tanta pujanza de estudios hispánicos? "Es pura cuestión práctica. Por motivos comerciales, antes que nada. Nuestras empresas demandan personas que sepan el idioma y los lazos comerciales se estrechan", dice Hotta.

Lo mismo ocurre en India, donde el profesor Sham Ganguly, catedrático del Centro de Estudios Hispánicos de la Universidad Nerhu, expone lo mismo. "También nosotros crecemos por sentido práctico. En los últimos años, los lazos comerciales entre España e India son mucho mayores, y los estudiantes vienen porque ven muchas salidas", dice Ganguly. Pero eso es bueno y malo. "Sí, porque al final, las empresas contratan a nuestros mejores alumnos y éstos dejan sus futuros de brillantes investigadores por buenos sueldos". A Ganguly le asusta menos la falta de apoyos, en eso exhibe una gran potencia de filosofía oriental. "No nos sentimos apoyados, pero hay que sacar partido hasta a eso, es la razón por la que agudizamos el ingenio e inventamos perspectivas sorprendentes de acercamiento al hispanismo en literatura comparada, estudios indohispánicos o lingüística contrastiva", dice.

El caso de Egipto también alarma. "Desde el 11 de septiembre todo ha ido a peor", declara Nagua Mehrez. Menos becas, menos apoyos y ninguna sensibilidad por parte de las autoridades españolas para intercambios. "No dejan entrar a nuestros estudiantes allí, creen que se van a quedar como inmigrantes ilegales", afirma. El interés por el hispanismo por parte de los egipcios es antiguo. Los estudios se remontan a los años cincuenta y ha desbancado al francés.

De izquierda a derecha, Hideo Hotta, Nagua Mehrez y Park Chul.
De izquierda a derecha, Hideo Hotta, Nagua Mehrez y Park Chul.TECNOLÓGICO DE MONTERREY

Más Almodóvar y menos Julio Iglesias

Una de las razones por las que aumenta el interés por lo español es, según el coreano Park Chul, "por la calidad de la cultura española que es cada vez mejor"."Preferimos Hable con ella a Jamón, jamón. La película de Almodóvar ha asombrado a todos nuestros alumnos y eso pasa con otros productos culturales". Todo vale para acercarse a la cultura hispánica pero hay que poner buenos cebos. "Al principio les gustaba Julio Iglesias", añade la egipcia Nagua Mehrez, "pero luego va ganando terreno el idioma". En Japón la atracción por lo español tiene otros puntos de atención. "Nos gusta todo, desde Gaudí al flamenco y los toros, pero sobre todo la hospitalidad y esa maravilla de que bajo un idioma común se hayan agrupado tantas culturas diversas", dice Hideo Hotta, hispanista japonés. La Televisión Española Internacional e internet son un nuevo tesoro para ellos. "Es muy importante para nuestros alumnos", dice Park Chul. "Hasta hace poco, en Corea sólo se veían los sanfermines, las catástrofes, los atentados y el fútbol español pero ahora tenemos acceso a todo".

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Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

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