Diecisiete soldados norteamericanos mueren al chocar dos helicópteros en el norte de Irak
Uno de los Black Hawk había sido alcanzado con un lanzagranadas sobre Mosul
Dos helicópteros UH-60 Black Hawk que chocaron uno contra otro se estrellaron ayer sobre un barrio residencial de Mosul, la tercera ciudad más grande de Irak, al norte del país. Los helicópteros pertenecían a la 101ª División Aerotransportada, que se ocupa de la seguridad en el norte de Irak. Diecisiete soldados que iban a bordo de los helicópteros resultaron muertos, cinco heridos y uno desaparecido. Uno de los helicópteros, según un portavoz militar de EE UU sin identificar citado por Reuters, fue alcanzado en la cola por una granada. Aparentemente, este Black Hawk impactó contra el otro poco después.
Los grupos armados que combaten en Irak -formados por leales a Sadam y voluntarios extranjeros- han intensificado sus operaciones y llevan a cabo una treintena de ataques cada día. En ellos han muerto, desde que acabaron las principales operaciones militares -hace seis meses y medio-, 166 soldados estadounidenses. El goteo de víctimas, las incertidumbres sobre la estrategia de salida de Irak y los costes han deteriorado notablemente la confianza de los estadounidenses en Geroge W. Bush. En varios sondeos, al menos la mitad de los norteamericanos critican el manejo de la situación por la Casa Blanca.