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El líder de los talibán sobrevive al bombardeo de su casa en Kandahar

La ONU confirma la muerte de cuatro civiles que trabajaban en la retirada de minas

Ángeles Espinosa

Los misiles siguieron cayendo ayer sobre Afganistán. Estados Unidos bombardeó los aeropuertos de Herat, la Alejandría de Aria, y Shindand, al oeste de Afganistán y cerca de la frontera con Irán. Por la mañana, los primeros ataques diurnos se ensañaron con Kandahar, donde tiene la residencia el líder talibán, el jeque Omar, que fue bombardeada, aunque el dirigente afgano salvó la vida. La ONU confirmó la muerte de cuatro civiles que trabajaban en una organización que retira minas en Kabul, la capital, y los talibán elevan a 35 el número de muertos.

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Contexto:: Afganistán
Protagonistas:: Mohamed Omar, líder del régimen talibán

Los cuatro fallecidos eran vigilantes que dormían en la sede de ATC cuando cayó un misil a las nueve de la noche del lunes, explicó ayer Stephanie Bunker, la portavoz del Coordinador Humanitario para Afganistán. ATC es una de las mayores organizaciones dedicadas a la detección y destrucción de minas en ese país y la sede se encuentra al lado de una torre de transmisiones utilizada por los talibán en Kabul. Sus 1.165 empleados, casi todos afganos, realizan la mayor parte del trabajo a mano.

Otros cuatro empleados, dos de ellos especialistas en desminado, resultaron heridos leves. También se perdió valioso material de trabajo. De acuerdo con las informaciones recogidas por la agencia AIP (cercana a los talibán), el ataque de la noche del lunes se dirigió contra el aeropuerto de la capital afgana y el conocido como Monte de la Televisión, por las antenas de transmisiones que hay en su cima. Un corte de electricidad silenció Radio Sharia, la emisora oficial de los talibán.

La portavoz de la ONU transmitió las condolencias del coordinador humanitario, Michel Sackett, y su llamamiento a favor de la protección de civiles. 'Debe hacerse un esfuerzo para distinguir entre los combatientes y los civiles', pidió con tono firme.

Bunker denunció que 'entre un 10% y un 30% de la munición que se está utilizando en los ataques se quedará sin explotar y constituirá una amenaza para la población'.

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Las labores humanitarias de la ONU han quedado reducidas a mínimos. Desde el lunes se ha vuelto a interrumpir el envío de alimentos, y las diferentes agencias desconocen el paradero de buena parte de sus empleados locales y en qué medida pueden seguir trabajando.

A pesar de las graves consecuencias sobre las tareas humanitarias, EE UU prosiguió ayer con sus bombardeos. Los primeros ataques a la luz del día tuvieron como objetivo Kandahar, la ciudad del sur de Afganistán, que constituye el corazón del movimiento talibán.

Los misiles alcanzaron también los aeropuertos de Herat y Shindand, según la agencia France Presse, que citó fuentes de la opositora Alianza del Norte. En cambio, los talibán aseguraron que los misiles no alcanzaron sus objetivos y cayeron en los alrededores de los aeropuertos.

La casa del líder de los talibán fue otro de los objetivos bombardeados, aunque el dirigente logró escapar con vida. 'El jeque Omar salió de allí antes de la agresión, pero decenas de afganos han muerto en estos dos días', aseguró el embajador Abdul Salam Zaif, representante de los talibán en Pakistán.

Zaif, que elevó el número de víctimas a 35, volvió a repetir que Osama Bin Laden continúa con vida. Un clérigo paquistaní que ayer regresó de Kandahar facilitó más detalles del misil que cayó sobre la vivienda de Omar. 'Parte de su casa quedó destruida, pero un vecino suyo, Abdul Rehman, murió', aseguró Kafiat Ullah Sarangzai, que viajó a esa ciudad para expresar su solidaridad a los dirigentes talibán.

Lugares simbólicos

Además de la norma general de no bombardear mezquitas, en Kandahar, los aliados tienen que poner especial cuidado en no alcanzar tres lugares altamente simbólicos para los afganos. En primer lugar está el santuario donde se guarda la capa del profeta Mahoma, venerada por millones de musulmanes y que sólo en contadas ocasiones ha sido exhibida. El jeque Omar hizo uso de esta reliquia cuando en 1996 se cubrió con ella ante una multitud de talibán que le nombró príncipe de los creyentes.

En sus proximidades, dominando el bazar, se encuentra la tumba de Ahmad Shah, fundador del Afganistán moderno y antepasado del ex rey Mohamed Zahir Shah. Otro punto delicado es la tumba de Merwais Khan, el fundador del primer Estado pastún.

Habitantes de Kabul entierran a las cuatro víctimas de la organización ATC que fallecieron en los bombardeos.
Habitantes de Kabul entierran a las cuatro víctimas de la organización ATC que fallecieron en los bombardeos.REUTERS

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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