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52º FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO DE FRANCFORT

Assia Djebar conquista Francfort

La voz del Magreb recibe el Premio de la Paz de la Asociación de Editores y Libreros alemanes

Assia Djebar (Argelia, 1936) recibe hoy en Francfort el importante Premio de la Paz que concede la Asociación de Editores y Libreros alemanes. Su voz potente, una voz del Magreb, resonó ayer en la Feria Internacional del Libro de Francfort. Defendió con fuerza la libertad de las mujeres y condenó la violencia y el fundamentalismo y el integrismo que se basan en una "religión caricaturizada" y en "una tradición mal comprendida". "Los editores y libreros alemanes rinden homenaje a la escritora argelina Assia Djebar que ha hecho escuchar con fuerza la voz del Magreb en el concierto de las literaturas europeas contemporáneas. Su obra nos habla de su esperanza en la renovación democrática de Argelia, en el retorno de la paz interior en su patria y en diálogo entre culturas. Fiel a las plurales raíces de su propia cultura, ha contribuido a una nueva toma de conciencia en las mujeres del mundo árabe". Por todo ello, la Börsenverein (la Asociación de Editores y Libreros Alemanes) le concede hoy el prestigioso Premio de la Paz.

Assia Djebar, cuyo verdadero nombre es Fatima-Zohra Imalyène, explicó su vida de forma casi cinematográfica. "Fui a una escuela laica francesa, a la que asistían niños franceses y también argelinos. En casa se hablaba el árabe dialectal. Después asistí a una escuela coránica. Aprendí el árabe clásico. Luego estudié también, griego, latín e inglés. No puedo pensar en árabe clásico, sólo en el dialectal. Soy una escritora francófona".

Amor y guerra

Djebar fue la primera mujer argelina admitida en la Escuela Normal Superior de París. Al principio de la guerra argelina, en 1956, participó en la huelga de estudiantes. En 1958 se casó con el militante político Ahmed Ould-Rouïs. Se divorció en 1975 y en 1980 se casó con el poeta Malek Alloula. Publicó su primer libro, La sed, en 1957; su segunda novela, Los impacientes (1958), está protagonizada por una mujer joven que se siente prisionera de su familia. En Los niños del nuevo mundo (1962) trata el tema de las mujeres argelinas y de sus reivindicaciones. En sus novelas siguientes abordan el amor, la guerra, el pasado y el presente. Durante la guerra de independencia de Argelia, trabajó como periodista, desde Túnez y Marruecos. Participó en numerosas iniciativas culturales argelinas.En los años setenta, Djebar se interesó en otras formas de expresión artística, especialmente en proyectos teatrales y cinematográficos. En sus últimas novelas ha aportado al francés ritmos y sonidos árabes.

Assia Djebar explicó ayer que buena parte de su vida ha estado doblemente dividida. "Primero, por la división que había entre los colonizadores franceses y los argelinos; luego, por la división entre hombres y mujeres. No podíamos tener ningún contacto con chicos, ni siquiera con los primos. Es casi inevitable ir interiorizando esta condición de mujer. Afortunadamente, mi padre quiso que siguiera estudiando en un colegio francés, pero aunque yo no hablaba con los muchachos, en mi pueblo se veía mal. Pero tuve la suerte de poder salir, de practicar deportes como el atletismo o el baloncesto, de llevar pantalones cortos. De todas maneras, tenía miedo, sentía que corría riesgos increíbles. Todo esto fue haciendo que me sintiera desclasada".

Cuando los fundamentalistas ganaron las elecciones municipales, cuando se inició en Argelia la violencia, cuando su país se encerró culturalmente en sí mismo, Djebar se marchó y ahora reside en París, aunque viaja con frecuencia en Argelia. Explicó que necesita esa distancia para poder escribir.

Cultura morisca

Djebar ha estudiado a fondo las tradiciones de su país, sus propios orígenes. "Muchos moriscos expulsados de España en el siglo XVI se refugiaron en mi pueblo, aportaron su música, su gran cultura, muy refinada. Me siento muy orgullosa de haber heredado también esa cultura antigua". Según Djebar, esa cultura se prolongó a través de los siglos y de ella participaron también muchas mujeres que, sin embargo, en la época colonial eran consideradas analfabetas por no hablar francés.La escritora habló de Lejos de Medina, publicada en España por Alianza y considerada como una de sus mejores novelas. "Es una relectura de las crónicas árabes después de la muerte del Profeta y de las guerras entre sus posibles sucesores. Es una relectura muy personal, hecha, sobre todo, desde el punto de vista de una mujer, de unos hechos políticos que pasaron en la ciudad de Medina".

La escritora argelina se refirió también a los prejuicios europeos sobre el mundo árabe. "He constatado con cierta sorpresa que los medios, cada vez más rápidos, son cada más y más ignorantes sobre lo que sucede en Argelia. Tampoco se interesan por la mayoría de los países del Tercer Mundo. Por ejemplo, tanto en Turquía como en Irán, en Siria o en Egipto hay movimientos muy dinámicos de mujeres que luchan por sus libertades".

Assia Djebar concluyó la conferencia de prensa, hablando del futuro de su país. "Confío en que después de tantos años negros y peligrosos podamos salir de esta guerra civil por una extensión de la democracia".

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