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Juan Goytisolo dice que le aburre mucho la vida literaria española

El escritor presenta en Marraquech 'De la ceca a La Meca'

Miguel Ángel Villena

ENVIADO ESPECIALVive a caballo entre París y Marraquech, con esporádicas visitas a España. El único escritor español, desde el arcipreste de Hita, que habla árabe, se confunde ya con el paisaje de las medinas y de las plazas de Marruecos. Maldito para muchos, inclasificable, declara: "Vivo en la cultura española pero no en la sociedad española. Aquí estoy tranquilo y puedo trabajar a gusto porque me aburre mucho la vida literaria española". El escritor conversó ayer en Marraquech con un grupo de periodistas españoles sobre su último libro, De la ceca a La Meca (Alfaguara), una crónica de viajes, un friso cotidiano de la vida en varios países del islam.

Con una mirada penetrante de ojos azules, Goytisolo (Barcelona, 1931) conserva la capacidad de sorpresa, a pesar de que su discurso rezuma lucidez y vigor analítico. Vivir en Marruecos desde hace 20 años le ha permitido ser "un europeo con un valor añadido" por ese mestizaje al que obligan los destierros voluntarios. No aspira a premios ni a ingresar en la Academia, y se reconoce como un autor minoritario, aunque sea de amplias minorías y un punto de referencia imprescindible entre los intelectuales españoles. En un ambiente literario ensimismado y autocomplaciente, Goytisolo es de los pocos escritores capaces de recorrer Bosnia, Argelia o Irán en busca de testimonios, de experiencias, de vida y de literatura.Desde una preciosa casa en la medina de Marraquech replegada sobre un patio de plantas y flores, Goytisolo fustiga la falta de interés de los españoles por la cultura del islam. "El rasgo mejor de la cultura europea", comenta, "siempre ha sido su curiosidad por otras culturas. Por eso rechazo, tanto ese espíritu de la generación del 98, tan dolorido y tan enclaustrado. Esta ausencia de curiosidad es muy grave y lleva a la cultura española a ser más un objeto de contemplación que un sujeto de contemplación". Para el novelista y ensayista, "España ha sido incapaz de asumir un papel de puente entre Europa, Iberoamérica y el norte de África".

A Goytisolo le parece increíble que España viva tan de espaldas a su vecino del Sur cuando "apenas 14 kilómetros separan a los dos países, cuando 40.000 palabras del castellano son de origen árabe y cuando la literatura en España no se puede entender durante cuatro siglos sin las referencias árabes". Cuando se le interroga sobre las causas de este desdén el escritor apunta "la incapacidad española de asumir su propia cultura y también un cierto complejo de inferioridad". No olvida tampoco el autor la larguísima historia de propaganda antijudía y antiárabe que se desató en España en el siglo XV y que ha pervivido hasta hoy. "Lo árabe nunca se ha visto como algo enriquecedor, sino como algo peligroso y amenazante".

Goytisolo ha trabajado duro en los últimos tiempos para lograr que la Unesco declare la plaza de Xemáa el Fná de Marraquech como patrimonio oral de la humanidad. Expertos de todo el mundo se reúnen hoy en esta capital del sur de Marruecos para respaldar la propuesta.

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