Emotivo homenaje a Eloy de la Iglesia de los actores de sus peliculas
El cineasta vasco Eloy de la Iglesia, del que el Festival de San Sebastián está organizando un ciclo, se encontró ayer cara a cara con algunos de los actores que dieron vida a su cámara. De la Iglesia, uno de los directores que marcaron el cine español de la transición, arrastra 10 años de inactividad a consecuencia de su adicción a la heroína, situación que parece que va a terminar. En enero próximo, a sus 52 años, tiene previsto rodar El escarmiento, la historia que él mismo califica de "corrupción de mayores".Carmen Sevilla, José Sacristán, Simón Andreu, Antonio Ferrandis, Luis Iriondo y Asier Hernández... Todos estuvieron a punto de emocionar más de la cuenta a Eloy de la Iglesia."Han sido muchos años de trabajo duro y largo", resumió Sacristán sobre la época de drogas en la que ha estado sumido el cineasta. "Ha estado buscando localizaciones en exteriores e interiores, conociendo nuevos personajes y repasando el guión en su propio pellejo. La película está ya a tiempo. Me gustaría ser uno de los que estén delante cuando grite la palabra acción", añadió el actor de El diputado. A ello también se sumó quizá el actor más representativo de sus películas. Simón Andreu dijo convencido que toda esa experincia se verá reflejada en el futuro. Fue Carmen Sevilla la que desbancó todas las posibilidades de emociones. La actriz recordó El techo de cristal como "la película más hermosa que he hecho nunca". Antonio Ferrandis
le recordó divertido que ninguno de los presentes estaba allí para homenajearle. "Ya te puedes imaginar que lo que hemos. venido es a pedirte trabajo". El más joven, Asier Hernández, le dijo a Eloy de la Iglesia en castellano y euskera: "Te debo la experiencia más bonita de mi vida: mi amor al cine".
Eloy de la Iglesia dedicó este homenaje a los amigos que se han quedado atrás, y en especial a los productores Antonio Martín y Pepón Coromina y a los actores Antonio Flores y José Luis Manzano, haciendo referencia al título de la película de Pilar Miró Tu nombre envenena mis sueños, que surge de un poema de Luis Cernuda: "El nombre de todos ellos envenena de verdad mis suenos y mis despertares".
