Françoise Hardy vuelve a grabar un disco tras ocho años de silencio
"El rock es la música mas creativa y personal", dice la cantante francesa
"Cuando uno no está bien escribe las mejores cosas". Quien dice esto es Françoise Hardy, aquella cantante de pelo lacio y ojos inquietantes que acompañó a los adolescentes de los sesenta con sus baladas. Ahora, con 52 años, su pelo es corto y pajizo y en sus ojos ha aparecido un punto triste. Tras ocho años de silencio, Françoise Hardy ha sacado un nuevo disco, Le danger (El peligro), con textos suyos y vibrante música, rock. En él están todas las angustias y sentimientos fuertes que, dice, han marcado su vida, y la sabiduría y distancia que le arropan ahora en la cincuentena.
"El rock es la música más creativa y personal", afirmó ayer la cantante francesa, que ha viajado a Madrid para hablar de su nuevo trabajo. El disco se titula Le danger (El peligro) y para su grabación, con la casa Virgin, Françoise Hardy puso una única condición: la de no hacer promoción musical.Cuando en 1988 grabó y editó Décalages, tenía claro que iba a ser el último porque no tenía ganas de encontrarse de nuevo en esos programas televisivos para promocionar su trabajo. Pensó que le bastaría escribir temas para otros artistas e incluso intentó promocionar a jóvenes músicos. Conoció entonces las dificultades de gente con verdadero talento para hacerse un hueco en el panorama musical y conseguir una casa de discos. Y cuando le llegó la proposición de Virgin para grabar de nuevo y el apoyo de sus amigos, Françoise Hardy no pudo decir que no.
Hardy explica que el título de Le Danger, tema de una de las canciones, es el que mejor explica toda la filosofia del disco, los sentimientos que la han invadido durante años. "Las canciones son muy negras, oscuras y reflejan el sentimiento personal", dice. ¿Hay algo de liberación en Le danger? "Quizás la palabra liberación sea. demasiado importante para referirme a mi estado, pero sí me siento más relajada", contesta la cantante.
Va vestida de negro, sólo aliviado por un jersey en tonos marrón claro, y cuando habla de la muerte, tema que ronda muchas de las letras de Le danger, su mirada se dulcifica aún más. "Las canciones del disco tratan de la muerte, del peligro de la pasión. Es un sentimiento que conozco bien, el de llegar al extremo de una pasión que puede desatar la rnuerte", susurra.
Mal que le pese, la fama que arrastra por su primera canción, Tous les garçons et les filles, desde que tenía 18 años, no se olvida tan fácilmente. Una de las recepcionistas del hotel madrileño donde se aloja la cantante evocó ayer su nombre, la canción y su larga melena lisa. No es el único ejemplo. Ella reniega de aquella melodía.
"Pienso que he dado muchas canciones más y muy superiores a Tous les garçons et les filles", dice. "Es algo irritante ser conocida por esta canción, que es muy primaria musicalmente. Fue mi primer disco, con cuatro canciones, grabado en un día. En el recuerdo de la gente puede que haya algo de nostalgia por la inocencia y la época perdida", afirma Hardy.
Nada de baladas hay en Le danger, un disco que navega por el rock más vibrante. "En los años sesenta, la música que más me influía era el rock", dice la cantante, buena conocedora y entusiasta de grupos británicos como Blur -"son irresistibles, seductores e inteligentes"- o Portishead, "absolutamente innovadores".
Y para no dejar un amargo sabor pesimista, Françoise Hardy ha cerrado su disco con una canción de esperanza. "Te amaré siempre por dos", finaliza el tema. "Es la más bella frase de amor, en la que lo importante no es intercambiar sino sentir y comprender al otro sin esperar nada", finaliza.
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