El padre del cine cubano
La muerte de Tomás Gutiérrez Alea en la madrugada de ayer conmocionó al mundo intelectual, y desde muy temprano los principales escritores, artistas, directores y actores de la isla y de otros lugares manifestaron su consternación."Ha muerto el padre del cine cubano, un hombre que vivió en un campo de batalla, dentro y fuera de Cuba, pero que no fue víctima de sus enemigos, porque fue consecuente con su vida y con su obra", declaró ayer a este periódico el actor Jorge Perugorría, protagonista de Fresa y chocolate y Guantanamera. "El cine está de luto. Se ha ido uno de los grandes. Adiós, Titón, gracias por tus memorias", dijo emocionado.
"No sólo ha muerto un amigo. Ha muerto un hombre que hizo una gran obra, y no sólo la de él, sino la del cine cubano en general, pues fue muy generoso y contribuyó con sus enseñanzas a la formación de los más jóvenes", declaró el director de la Cinemateca de Cuba, Reynaldo González al conocer la noticia. "No sólo hemos perdido uno de los cineastas más importantes de Cuba y de Latinoamérica", agregó González con la voz entrecortada, "sino también a un hombre que se comprometió con su tiempo y que dedicó su vida a participar e intentar mejorar su país".
El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, José Luís Borau, declaró anoche a Efe que gracias a Gutiérrez Alea "el cine cubano entró en la historia" y resaltó entre sus cualidades la cordialidad, la inteligencia y la modestia.
