El Gobierno valenciano paraliza el mayor proyecto urbanístico de Santiago Calatrava

El consejero de Economía y Hacienda de la Generalitat Valenciana, José Luis Olivas, ordenó, ayer paralizar las obras de construcción del mayor complejo urbanístico diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava. El proyecto de la Ciudad de las Ciencias, que se inició hace seis años, había sido expuesto en el MOMA de Nueva York y en el Colegio de Arquitectos de Londres. Los cimientos de los tres edificios singulares -una torre de comunicaciones, un museo de la ciencia y un cine hemisférico- estaban ya hechos. El PP no seguirá adelante con la torre y el museo por considerarlos demasiado caros.

De todo él proyecto diseñado por Calatrava sólo se salvará el cine hemisférico. José Luis Olivas, que también preside la empresa de la Generalitat Valenciana que gestiona el proyecto (Vacico), firmó ayer la orden de paralización de las obras de la torre de comunicaciones y el museo de la ciencia. El consejero de Economía explicó que el próximo, martes el Gobierno valenciano, presidido por el popular Eduardo Zaplana, ratificará su decisión. El proyectó se inició en 1989 con el socialista Joan Lerma como Presidente autonómico y el pasado mes de enero habían sido adjudicadas las obras a las principales constructoras españolas.Olivas justificó ayer la decisión de no construir el museo de la ciencia -previsto como contenedor de salas temáticas dedicadas a las comunicaciones, energía, nuevas tecnologías, etcétera- porque "tiene un coste de mantenimiento elevado y porque [en una instalacion museística, de esas dimensiones] el público no aguanta más de una hora o dos". La torre de comunicaciones, un edificio diseñado para dar una imagen moderna de Valencia, se vino abajo por varios motivos: el elevado coste de construcción, que no había previsto el gasto en los "elementos complementarios" y la excesiva oferta de oficinas existente en Valencia, que hubiesen hecho inviable colocar en el mercado los 8.000 metros cuadrados previstos con tal fin en las tres patas de la torre.

Inversión cuestionada

La Ciudad de las Ciencias constaba de una torre de comunicaciones -la tercera más alta del mundo- cuya construcción realizaban Cubiertas y MZOV por 14.026 millones, de pesetas; un museo de la ciencia, valorado en 10.320 millones y adjudicado a FCC y Entrecanales, y un cine hemisférico y planetario, que sigue adelante, por valor de 3.002 millones de pesetas, construido por Pacsa y Hochtief. En total, una inversión adjudicada cercana a los 28.000 millones de pesetas, a los que había que añadir otros 5.000 millones en trabajos de urbanización: Olivas explicó: "Hemos llegado a tiempo de paralizar algo sin utilidad real o que fuese una demanda de losciudadanos".

El Partido Popular presentó ayer el proyecto alternativo que ocupará los 240.000 metros cuadrados donde se iba a ubicar la Ciudad de las Ciencias en el que, a excepción del cine hemisférico de Calatrava, desaparecen los edificios singulares y se añaden otros 60.000 metros cuadrados. Olivas, que dijo que el proyecto alternativo se había terminado anteayer, explicó que en el solar de la torre de comunicaciones se construirá un palacio de justicia y tres edificios de juzgados, mientras que en el lugar previsto para el museo se levantarán varios pabellones temáticos (similares a los de la Expo de Sevilla). El nuevo complejo se completará con una piscina cubierta, hoteles, restaurantes, una granja-escuela, un auditorio, un acuario y otros equipamientos menores. El viejo cauce del río Turia, actualmente seco y anexo al solar de la Ciudad de las Ciencias, se volverá a llenar de agua para hacer viable la existencia de un embarcadero, según el Partido Popular.

"La filosofía es distinta", explicó el consejero del PP, "lo primero, que hay que hacer es urbanizar. La idea es aprobar los proyectos [del nuevo diseñol durante 1996 y luego empezar las obras". Olivas cifró la inversión de los nuevos juzgados y el resto de instalaciones en 25.000 millones de pesetas. "No hay acuerdos con empresas privadas, aunque ha habido contactos, con firmas japonesas y europeas", continuó Olivas, "pero ha de ser una idea para que la aprovechen los ciudadanos de Valencia y de otras partes, una zona abierta, verde y lúdica".

La decisión del PP, que gobierna en la Generalitat con el apoyo de sus socios de Unión Valenciana, se produce justo en un momento en que ciudades como Bilbao o Santiago de Compostela -donde arquitectos como Santiago Calatrava o Norman Foster han realizado obras o tienen encargos en marcha intentan dotarse de obras, públicas emblemáticas como han hecho ya en Barcelona, Madrid y Sevilla.