Fallece en Barcelona el critico cinematográfico José Luis Guaner
Su monografía sobre Roberto Rossellini una obra clave
El escritor y crítico de cine José Luis Guarner murió en la mañana de ayer en su domicilio familiar de Barcelona, víctima de un cáncer. Nacido en Barcelona en 1937, Guarner había ejercido la crítica en numerosas publicaciones, entre ellas el diario La Vanguardia y las revistas The Movie, Fotogramas y Film Guide, y había escrito las biografías de cineastas como Roberto Rossellini y Pier Paolo Pasolini. Guarner impulsó en 1959 la creación de la Semana del Cine de Barcelona, que después se transformó en el Festival Internacional de Cinema.
No será posible escribir sobre los avatares del cine y de la reflexión cinematográfica en España prescindiendo del papel central que José Luis Guarner desempeñó en estas lides. José Luis fue en los años oscuros del franquismo uno de los motores del cineclub Monterols de Barcelona (en donde consiguió exhibirse El acorazado Potemkin disfrazado como Las escalinatas de Odessa); fue uno de los introductores y exégetas de las novísimas reflexiones del equipo de Cahiers du Cinéma; fue analista y crítico en Film Ideal, Documentos cinematográficos, Fotogramas, La Vanguardia y la revista británica Movie, entre otras publicaciones.Estuvo en el equipo fundador, y fue timonel, hasta su naufragio, del Festival de Cine de Barcelona, que transitó procelosamente desde la novedad estética del color en los años cincuenta hasta el diálogo entre la imagen fotoquímica y la electrónica en los años ochenta.
Fue colaborador en España del director italiano Vittorio Cottafavi, presidente de la Asociación de Críticos y Escritores Cinematográficos de Cataluña, y escribió libros (le referencia obligada, como 30 años de cine en España (1971), una monografia sobre Visconti (1978) y, sobre todo, su fundamental Roberto Rossellini, que aparecio publicado en inglés en 1970, convirtiéndose inmediatamente en un clásico para la historiografía mundial.
A pesar de que su vista y su oído estaban muy disminuidos por una vieja afección neurológica, consiguió el milagro de ser el crítico de cine más perspicaz y agudo de nuestro país. Nunca supimos cómo consiguió superar su limitación perceptiva en las salas oscuras, pero sus ojos y sus oídos tenían en su interior una finura excepcional.
José Luis navegó además con excepcional elegancia por encima de las múltiples querellas teóricas y políticas que asolaron el reñidero de la crítica nacional. No todos estuvimos siempre de acuerdo con sus opiniones, pero puedo afirmar que no conozco ninguna enemistad suya o de otros colegas surgida por tales discrepancias, que con frecuencia desbordaron el ámbito de la cinefilia. Porque tuvo la suprema virtud intelectual de estar por encima de las controversias.
Dinosaurios de Spielberg
José Luis se ha ido demasiado pronto', después de que le precedieran en este viaje dos amigos suyos de la estatura artística de Néstor Almendros y de Federico Fellini.
Supe con sorpresa de su enfermedad terminal en los últimos días de octubre, estando en Florencia en un simposio sobre las nuevas tecnologías de la imagen- en el que José Luis debía participar.
El director Jorge Grau leyó su ponencia, seguramente su último texto, divertido y culto como todos los suyos, en el que afirmaba que los dinosaurios de Spielberg estaban mucho mejor que los actores de Jurasic Park. En esta reunión de Florencia se anunció la gravedad de su estado y los presentes le rendimos un recuerdo por su lucha constante pero discreta por la dignificación de un medio de expresión. Y entonces no pude dejar de pensar que hace pocos anos su nombre fue propuesto para el Premio Nacional de Cinematografía del Ministerio de Cultura, pero que un pequeño sector de la industria le vetó con rotundidad.
Tampoco la Generalitat de Cataluña se acordó de él a la hora de los honores y condecoraciones. Tal vez sea este silencio vergonzoso de la burocracia cultural el mejor elogio a su insobornable independencia.
Babelia
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