Vanguardia obstinada
De la repetición de movimientos banales -casi desechables- llevados al extremo de su propio absurdo puede surgir de pronto lo inesperado. El ritmo y la estructura se rompen, los cuerpos chocan y la disonancia parece ocuparlo todo, obligando a recoger velas y reorganizar el espacio-tiempo como se pueda.El espectáculo de María Antonia Oliver -mallorquina, ex componente del binomio La Dux, junto con María Muñoz- Marco Raso participa hasta cierto punto de esas concepciones y en buena compenetración con el músico Stephen Kent. Pero también busca introducir elementos teatrales tirando a surrealistas y otros más tradicionales, como una iluminación casi sentimental.
El trabajo y la determinación de Oliver no carecen de interés, aunque su posición -en el filo de la vanguardia obstinada, pero manejando ya medios de producción y teatrales que no acaba de dominar- es arriesgada. El espectáculo es corto pero no se produce en desarrollo y desde muy pronto se intuye que ya se ha visto todo.
Marco Raso
María Antonia Oliver Companya de Dansa. Bailarinas: Montse Llabres, Aurora Gorriz, María Antonia Oliver. Sala Olimpla, Madrid, 18 de mayo.