Circo, no cine
El decimoséptimo episodio de la serie James Bond, y no decimosexto -se olvida intencionada. mente Nuncas digas nunca jamás, película que significó el regreso 3, despedida definitiva de Sean Connery del personaje creado por lan Fleming- vuelve a estar protagonizado, como el anterior, Alta tensión, por Timothy Dalton, En esta nueva aventura, 007 verá revocada su licencia para, matar al decidir utilizar sus armas para su venganza personal en lugar de ponerlas al servicio de su majestad británica. La historia, ideada por Michael G. Wilson, hombre ligado a la serie desde 1972 y ahora debutante como guionista, es un mero pretexte para la acción.Este 007, más preocupado por, emular las proezas del especialista Yakima Canutt que por recuperar el carisma que confirió al personaje Sean Connery, realiza un sinfín de hazañas por tierra, mar y aire, sobre todo por aire, que para sí quisiera Indiana Jones. Oportunidad propicia para la acumulación de efectos especiales en detrimento de la entidad de los personajes, meras caricaturas al servicio de la acción. El malvado de turno, en lugar de ser un loco criminal descendiente del doctor Mabuse que pugna por el dominio del mundo, es un más que cuerdo narcotraficante, cruel y algo lelo, más cercano a la crónica de sucesos actual que a la ficción científica. El tráfico de drogas es motivo para que haya referencias a Colombia, Cuba y Panamá, atmósfera latinoamericana que prolongó su rodaje en estudios mexicanos.
007, licencia para matar
Dirección: John Glen. Guión: M. G. Wilson. Fotografía: A. Mills. Gran Bretaña-U.S.A, 1989. Interpretes: Timothy Dalton, Carey Lowell, Robert Davi, Talisa Soto. Avenida, Conde Duque, Peñalver, Aragón, La Vaguada.
007 Licencia para matar, título con el que se estrena en nuestras pantallas negando inexplicablemente el original de opuesta intención, License revoked, nos presenta a dos nuevas chicas Bond.Carey Lowell, la rubia, y Talisa Soto, la morena, menos opulentas que sus primeras antecesoras, Ursula Andress y Daniela Blanchi.
El presente título, último de la serie cuyos primeros títulos protagonizados por Sean Connery están íntimamente ligados a la imaginería del consumismo de los años sesenta, nada aporta al personaje, que en su acción circense y reiterada, próxima al comic, sólo logra entretener a quien esté predispuesto a que así sea.
Babelia
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