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El Rey juzga "expresión de patriotismo" la obra de Buero Vallejo

El dramaturgo recibió el Premio Cervantes en la universidad de Alcalá

"Si se me ha concedido porque deleité algo, también se me habrá otorgado porque algo inquieté", dijo ayer Antonio Buero Vallejo en la entrega del XI Premio Cervantes de Literatura, presidida por los Reyes en la universidad de Alcalá de Henares. Don Juan Carlos, consideró "expresión de patriotismo auténtico" la obra del premiado, como la de Larra y la de Unamuno. En un día caluroso, como ya es casi tradición, la ceremonia reunió a la plana mayor de las instituciones culturales y al cuerpo diplomático latinoamericano acreditado en España. Al caer la tarde, los Reyes ofrecieron una recepción en el palacio Real a los intelectuales y artistas del país.

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Un Gaudeamus igitur entonado dos veces por la coral de la universidad define todos los años el carácter académico que se quiere dar a la ceremonia, y que los rectores, de las universidades asistentes, así como el ministro de Cultura, subrayan vistiendo esclavina de doctores. La tuna saluda a quienes llegan, y acompaña el aperitivo final al aire libre. Ayer la tuna acunó a Antonio Buero Vallejo con sus cantos, y éste hizo un esfuerzo por quebrar la palidez del gesto que le define, y sonreír y cantar. La pipa le sirvió de auxilio, al cargarla para distraer las manos mientras le cantaban lo de "Triste y sola..."A la sombra de una elegía a Cervantes, Buero Vallejo disertó sobre los tiempos sombríos que han acompañado a menudo a los artistas. "Atroz ha sido en toda época el mundo y también lo fueron, en los llamados Siglos de Oro, las variantes del fanatismo y de la crueldad en unas y otras naciones", dijo. Repasó la influencia de Cervantes sobre autores tan varios como Wells o Pirandello, y acudió al muy cervantino tema de la realidad y la fantasía para demostrar que Cervantes se adelantó tres siglos a la creencia de que "toda realidad es fantástica y toda literatura lo es también, aunque no lo parezcan".

"Un siglo después del pistoletazo de Fígaro [Mariano José de Larra] y a casi cuatro de la muerte de Cervantes, los escritores españoles nos vimos otra vez, durante décadas, ante el deber de no callarnos", dijo sobre su obra.

Vivimos tiempos diferentes", dijo Buero, y nuestro aislamiento parece estar acabando"; sin embargo, vivimos en un "mundo colmado de inhumanos horrores y de gravísimas alarmas".

El rey Juan Carlos subrayó el hecho de que Buero sea al primer dramaturgo en recibir el premio Cervantes. "Es, también", dijo el heredero de un modo muy hispánico de entender el hecho teatral desde la conciencia de la sociedad que lo produce". Definió la obra de Buero como "espejo de la vida humana, ejemplo de las costumbres e imagen de la verdad". "Esta denuncia, dijo, "a veces necesariamente áspera, es como la de Larra, la de Galdós o la de Unamuno la expresión de un patriotismo auténtico, de una desazón ante lo que, siendo nuestro, no alcanza a satisfacernos y sabemos perfectible".

El ministro de Cultura, Javier Solana, atribuyó a Buero el "haber arrancado" el teatro español tras la posguerra de la evasión y del escapismo" y llevar "a los escenarios la angustia, el realismo existencial, un costumbrismo enaltecido y simbólico".

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