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EL REGRESO DE UN ESCRITOR TÍMIDO

Sánchez Ferlosio rompe, con cuatro libros, un silencio de 31 años

Rafael Sánchez Ferlosio quiso ayer quitar dramatismo, en la presentación oficial de sus libros, al hecho de publicar cuatro obras después de 31 años de silencio narrativo casi total: "No obedece a ningún propósito... ha ocurrido así"-, dijo, y precisó que sí ha publicado algunos textos durante este tiempo. "No hay que darle importancia"Con él, presidían el banquete dispuesto en herradura los editores y los escritores Juan García Hortelano y Juan Benet, quien, preocupado por una observación previa de su colega de que no se pueden publicar coñazos, le dijo: "No debes tener objeción a publicar coñazos y fragmentos, pues eso nos marginaría a los demás".

El comentario de Benet provenía del insistente reproche hecho a Ferlosio de no querer publicar algunos escritos. Son sólo fragmentos, explicó éste, quien había hablado de inéditos sobre una quinta guerra barcialea, una guerra del oso, y la batalla del cerdo blanco. "Si prescindimos de los coñazos y fragmentos", dijo Sánchez Ferlosio sobre su obra, "ya está publicado todo lo demás". Siguió una precisa especulación sobre lo que terminó convirtiéndose en frognazos y cragmentos. "No sé que cúmulo de coincidencias se han dado para que se haya creado esta expectativa respecto a mí", dijo Sánchez Ferlosio, "que soy un holgazán y un anfetamínico perdido".

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La rectitud del verbo

Los cuatro volúmenes publicados por Rafael Sánchez Ferlosio son los ensayos Mientras no cambien los dioses, nada ha cambiado; Campo de Marte 1. El ejército nacional; la narración El testimonio de Yarfoz (estos tres en Alianza Editorial); y la recopilación de artículos La homilía del ratón, (Ediciones El País).

"Ni es leve, ni es antipatía", dijo el autor cuando se le preguntó por su presunta "leve antipatía por el ejército" -tema frecuente en sus escritos-, y explicó que el ejército es algo milenario, que constituye un grave problema de la civilización. No cabe, vino a decir, una palabra tan superficial como antipatía.

Reiteró Sánchez Ferlosio sus duras críticas sobre su obra. "No elegí con libertad", dijo sobre El jarama, según la crítica novela paradigma del realismo social. "Además de la censura franquista, había también la censura de las actitudes antifranquistas", dijo para explicar la imposición realista del ambiente.

En cuanto a Alflanhuí, previo a El jarama, "es un libro con invenciones bonitas, pero está muy mal escrito", dijo Sánchez Ferlosio. "Es un libro escrito con mucha pereza, en un castellano elemental", explicó.

Lecturas en el baño

Momento memorable de la comida fue la evocación por el autor de su redacción de Alfanhuí, cuando vivía con su padre, Rafael Sánchez Mazas, que escribía La vida nueva de Pedrito de Andía, y cuando coincidían por la noche en el cuarto de baño, en calzoncillos, se leían trozos de sus manuscritos.

En Barcelona, Sánchez Ferlosio asistió el martes a un almuerzo con editores e intelectuales, informa Francese Arroyo. Entre otras cuestiones, se departió sobre el papel de los militares en España y la próxima celebración del quinto centenario del descubrimiento de América. Lo que molesta a algunos, dijo Sánchez Ferlosio, "es que habiendo tenido un imperio que asesinó tanto como el que más, robó tanto como pudo, expolió y masacró, no se reconozca a España ese imperio. Con el V Centenario se puede lograr".

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