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Muere Cary Grant, una cumbre de la comedia

El actor británico Alexander Archibald Leach, mundialmente conocido por su seudónimo, Cary Grant, murió en la madrugada del domingo, a los 82 años y a causa de un ataque cardiaco, en un hospital de la ciudad de Davenport, a orillas del río Misisipí, Estado de Iowa, adonde se trasladó días antes desde Los Ángeles para intervenir en un espectáculo teatral. Grant nació en Bristol (Reino Unido) en 1904, en el seno de una familia conservadora, que vio con malos ojos su temprana dedicación a la escena. En 1919 se enroló en una compañía de teatro ambulante, y en 1920, a los 17 años, saltó a Estados Unidos para interpretar oscuros personajes teloneros en comedias musicales del Broadway neoyorquino. En 1931 fue llamado a Hollywood por los estudios Paramount, y allí dio comienzo una de las más brillantes escaladas hacia las cúpulas de la historia del cine.

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El doctor Gilson, cardiólogo del hospital Saint Lucas, que atendió al actor en los últimos instantes de su vida, afirmó: "Nada pudo hacerse por él en las circunstancias en que fue ingresado". Grant llegó unos días antes a la ciudad ribereña del Misisipí para intervenir en un espectáculo teatral, pero su actuación tuvo que ser cancelada pocas horas antes de levantarse el telón debido a una súbita crisis cardiaca.Stanley Fox, representante de Grant, fue el primero en dar la noticia de su fallecimiento que por instrucciones de la esposa del actor, la empresaria de publicidad Barbara Harris, se mantuvo en secreto hasta primeras horas de la mañana de ayer, domingo. Fox agregó que durante todo el sábado Grant "se sintió bien y entusiasmado por volver a actuar en escena".

La carrera de Cary Grant se gestó en una larga prehistoria en teatros ambulantes y de segunda fila, donde asumió funciones de corista, acróbata y cantante melódico. Tras esta oscura época saltó a una larga historia de primera figura del estrellato de Hollywood.

Cumbres de una cumbre

Esta historia comenzó tímidamente en 1932, con su interpretación de un personaje secundario de La venus rubia, de Sternberg, y se disparó en 1933, como consecuencia de la singular réplica que, en tono flemático, dio Grant a la explosiva estrella Mae West en el filme de Lowell Sherman Lady Lou. La carrera de Grant finalizó 34 años más tarde, en 1966, año en que, tras interpretar Apartamento para tres, de Charles Walters, decidió retirarse de la pantalla y dedicarse a negocios de publicidad, que redondearon su fortuna, calculada en unos 10 millones de dólares (más de 1.300 millones de pesetas).En los 34 años que duró su estrellato, Grant interpretó famosas películas, muchas de ellas urdidas a su medida y para resaltar sus peculiares características de actor, que hicieron de él un soporte indiscutible del star-system en las tres décadas de plenitud del cine norteamericano.

Entre sus grandes filmes de los años treinta se encuentran La fiera de mi niña y Sólo los ángeles tienen alas, de Howard Hawks; Holiday y La gran aventura de Silvia, de George Cukor; La pícara puritana, de Leo McCarey, y Gunga Din, de George Stevens. Entre sus filmes más conocidos de los años cuarenta están Luna nueva, de Hawks; Historias de Filadelfia, de Cukor; Destino, Tokio, de Delmer Daves; Arsénico por compasión, de Frank Capra; Sospecha y Encadenados, de Hitchcock, y La novia era él, de Hawks.

En los años cincuenta intervino en Me siento rejuvenecer, de Howard Hawks; People will talk, de Joseph L. Mankiewicz; Atrapa un ladrón y Con la muerte en los talones, de Hitchcock, e Indiscreta, de Stanley Donen. De su tramo final, ya en la decadencia, en los años sesenta, queda un solo filme notable, Charada, de Donen, que se considera el canto de cisne de uno de los más grandes actores de la comedia clásica.

Su vida privada osciló entre la discreción con que llevó sus cinco tormentosos matrimonios -el último, ya citado, más los contraídos con Virginia Cherril, en 1934; Barbara Hutton, en 1942; Betsy Drake, en 1949, y Dyan Cannon, en 1967, que le dio su única hija, Jennifer- y algunos célebres escándalos del Hollywood clandestino, como el levantado por la revista Confidential en los años cincuenta, que atribuyó al actor relaciones con círculos homosexuales.

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