Las hermanas Labeque, un dúo pianístico en alza
E. F. La conjunción del diálogo-asociación de Amistad Hispano-Francesa -que preside la reina doña Sofía- y las Juventudes Musicales de Madrid ha hecho posible la presentación en el Teatro Real del dúo de pianos Katia y Marielle Labeque, mundialmente lanzado. Se trata de dos excelentes pianistas, de muy bonita técnica y estrecha cohesión, que dieron lo mejor de sí en dos vertientes de la música contemporánea: Gershwin, en Un americano en París, con su neoyorquismo coqueteando con el desenfado parisiense de un Milhaud, y el fabuloso y tremendo Bartok de la Sonata para dos pianos y percusión.
Las hermanas Labeque contaron para la última obra con la colaboración de dos percusionistas franceses fuera de serie: Jean Pierre Drouet y Sylvio Gualdas, auténticos virtuosos en su especialidad y elementos imprescindibles en las actividades francesas de música actual. La Sonata para dos pianos y percusión (de la que el compositor realizó después una transcripción para dos pianos y orquesta) fue estrenada en Basilea el 16 de enero de 1938 por el propio Bartok con su mujer, Dita Pastory, y los percusionistas Fritz Schiesser y Philipp Rühlig. La expresividad del píanismo percutido y de una combinatoria con las percusiones determinadas e indeterminadas sintetizan muy hondamente en la sonata el dramático momento vital de Bela Bartok, quizá con mayor intensidad que el sexto y último cuarteto -del año siguiente- o la Música para Celesta, dada a conocer también en Basílea a comienzos de 1936.
Amistad Hispano-francesa y Juventudes Musicales
Dúo de pianos: Katia y Marielle Labeque. Percusionistas: J. Pierre Drouet y Sylvio Gualdas. Obras de Brahms, Gershwin y Bartok. Teatro Real. Madrid, 29 de abril.
Características de las Labeque son la claridad de líneas, el amplio juego dinámico y el preciosismo sonoro. En las Variaciones-Haydn de Brahms faltó cierta densidad, y aun diríamos que entre nosotros existen dúos pianísticos que logran mejores versiones. El público que llenó el Real aplaudió con gran calor, muy especialmente después de las obras de Gershwin y Bartok.