Sofía Loren ha sido detenida y encarcelada a su vuelta a Italia, acusada de evadir impuestos
La actriz cumplirá una condena decidida hace ocho años
La actriz cinematográfica Sofía Loren, considerada en Italia monumento nacional, está en la cárcel desde ayer por la mañana. Tendrá que ponerse el batín de presa durante un mes por haber ocultado a Hacienda en 1970 una suma de dinero por la cual tenía que haber pagado cinco millones de liras (medio millón de pesetas). Se trataba del dinero de una película rodada en el extranjero y que, según su consejero fiscal, no debía declarar.
El proceso tuvo lugar en 1974,y en la sentencia se condenó a la actriz a un mes de cárcel. El hecho de entrar en una cárcel, no para rodar una película, sino como rea le aterrorizaba. Por eso se quedó en el extranjero. Pero la sentencia acabó su curso definitivo en julio de 1980.Desde aquel momento, si ponía sus pies en Italia, tenía que ser detenida. Resistió un poco, pero al final ha cedido a la tentación de volver a su tierra y poder estar con su madre, Romilda Scicolone, que, temerosa del avión, estimaba muy duro ir en tren o en coche hasta Ginebra, donde residía hasta ayer su hija Sofía.
Pero, junto a estos motivos sentimentales, hay otros. Están, para empezar, en. Roma el rodaje de la película Tieta di agreste, de la directora italiana Lina Wertemuller, con Sofía Loren como protagonista. Por eso parece ser que el productor la convenció para venir. Se esperaba que la internaran en la cárcel romana de Rebibbia y que habría obtenido el permiso de salir cada día para participar en el rodaje. Pero, quizás, a la justicia le ha parecido demasiado y Sofía Loren ha sido llevada a una cárcel de Caserta, en el sur, a doscientos kilómetros de Roma.
Prisión y flores
En el aeropuerto de Roma la esperaba un agente para detenerla oficialmente. Y con él, fotógrafos y ramos de flores. Fue, comentó la misma televisión, una detención "con una pompa espectacular". Desde Ginebra el avión venía cargado de fotógrafos y periodistas que acompañaban a la actriz. Parecía la escena de una nueva película.
En Italia, donde se es muy sensible ante los ricos que engañan a Hacienda, no se ha conseguido, sin embargo, ocultar una pizca de resentimiento para quienes han osado profanar a la popular actriz. Sobre todo los hombres no le perdonan a aquel agente del aeropuerto que le haya puesto las esposas a aquel cuerpo. En la cárcel, los presos han dicho que será recibida como una reina. Y ya se habla de que un cocinero napolitano serlá el encargado de endulzar el mes de cárcel de la "actriz desencadenadora de sueños eróticos", corno la ha llamado un crítico italiano.
Los conflictos de Sofía Loren y su marido, Carlo Ponti, con la justicia italiana ha dejado una larga estela de noticias en toda la Prensa del mundo. Comenzaron con los que provocó la unión entre ambos, cuando él todavia estaba casado, y en Italia no se admitía aún el divorcio.
Más tarde, y como consecuencia de la famosa evasión de impuestos que ahora la ha llevado a la cárcel, llegó la incautación de su colección de pinturas por parte del Estado italiano. Entre estas pinturas, cuyo valor se calculó en tres mil millones de liras, unos setecientos millones de pesetas, había algunas de notable valor, firmadas por Canaleto, Picasso, Gatusso y De Chirico. Sofía Loren presentó un recurso contra esta incautación, que fue desestimado por la Corte de casación italiana, que confirmo la sentencia dictada por el juez de instrucción.
La condena del marido
El marido de la actriz, Carlo Ponti, fue condenado en 1979 a cuatro años de cárcel y al pago de 22 millones de liras por fuga de divisas. En 1981 se le acusó tambien de estafar a los accionistas de varias productoras de cine norteamericanas fundadas por él, a quienes no entregó dividendos desde su fundación.
En esta etapa de la vida del matrimonio tampoco faltaron algunos pleitos adicionales, como el que Carlo Ponti entabló, y ganó, contra el periódico amarillista parisiense Ici Paris, a causa de algunos reportajes sensacionalistas de este periódico sobre supuestas peculiaridades de la vida íntima del famoso matrimonio de cineastas italianos.
Sobre la situación familiar de los Ponti se ha especulado en los últimos meses con cierta frecuencia. Durante sus largas estancias en Paris se filtró un supuesto estado de decaimiento del tradicional buen humor de la casa de Sofía Loren, que, al parecer, se rodeaba recientemente de un hermetismo poco habitual en ella, hasta el punto de que había prescindido casi de todo signo de vida social.
Babelia
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