La iglesia San Luis de los Franceses de Sevilla resucita con flamenco
El edificio desacralizado se reinaugura tras una década para espectáculos de la Bienal
Restaurados y brillantes se ven con la mirada alzada las pinturas del arca de la alianza, el candelabro de siete brazos, el mar de bronce, el altar de los perfúmenes... elementos que supuestamente se encontraban en el Templo de Salomón de Jerusalén en una iglesia idílica que se pretendió emular en Sevilla. Son ilustraciones que decoran la translúcida cúpula de la iglesia sevillana de San Luis de los Franceses, un templo sobresaliente del barroco sevillano construido de 1699 a 1731 por orden de la Compañía de Jesús reinaugurado ayer tras 10 años clausurado.
Columnas salomónicas, retablos, más de 300 reliquias, maderas talladas, dorados, lienzos, óleos sobre tablas, un órgano... decenas de elementos iluminan este edificio diseñado por Leonardo de Figueroa y concebido como parte de un noviciado que pasó a ser, por los devenires de la historia, sede de franciscanos descalzos, hospicio y a principios del siglo XX, ya desacralizado, escenario para representaciones como Don Juan Tenorio.
El flamenco será a partir de este domingo quien vuelva a dar vida a este excelso edificio con 19 actuaciones programadas para la bienal de la ciudad. Cantes y sones con santos, ángeles y vírgenes flanqueando su nueva y esperada etapa. Tras el evento, el edificio, Bien de Interés Cultural, quedará abierto al público para su disfrute. Y no solo podrá accederse a esta iglesia, la Y no solo podrá accederse a esta iglesia, se mostrará también la ostentosa capilla doméstica, que los frailes utilizaban para sus rezos, y una cripta que sirvió originariamente para evitar que la humedad subiera al edificio. Son 2.200 metros de patrimonio en un conjunto gestionado por la Diputación de Sevilla que ha tardado seis años en restaurarse.
Entre las vicisitudes pasadas por el conjunto, una de las más fortuitas fue su ubicación durante la Guerra Civil, al encontrarse al lado del centro de la resistencia en Sevilla durante la ocupación de Queipo de Llano. Eso evitó que fuera incendiada como las iglesias vecinas. En cambio, en los años veinte, un rayo penetró por la bóveda del coro y destruyó un temple con óleo pintado sobre la puerta de la iglesia. La cúpula se ve ahora reconstruida y limpia, con ilustraciones alegóricas al triunfo de San Ignacio de Loyola, que representa el poder de los jesuitas en Europa. "Es una importante pintura con una gran calidad técnica. Se pintó con perspectiva ilusionista mediante cálculos matemáticos por Domingo Martínez. Ahora está recuperado el original", apunta Fernando Medina, guía cultural del conjunto.
Un extenso relicario aguarda en el trasaltar rococó de la sacristía de la capilla doméstica, que los frailes utilizaban para sus rezos privados y espacio diáfano y húmedo caracteriza a la cripta que podrá ser visitada por primera vez bajo los pies de la iglesia. "Se hizo para levantar el templo del cenagal que rodea a la zona, y con el tiempo fue utilizado para enterramientos de las novicias y otras personas", apunta Medina, que destaca así la razón por la que se accede a la iglesia mediante una escalinata exterior, que da base a la imponente fachada barroca con la representación de los tres arcángeles.
"San Luis se incorpora a esa nómina rutilante de estrellas que alumbran el buen nombre de Sevilla y su provincia entre todos aquellos que nos visitan. Y de la misma manera que la Catedral, El Salvador o los Reales Alcázares se puntean como lugares indispensables de visita en Sevilla", declaró ayer el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, durante la inauguración de lo que se llamará Conjunto Monumental San Luis de los Franceses, para el que se han invertido cerca de 4,5 millones de euros de distintas partidas presupuestarias.
Entre el 11 de septiembre y el 2 de octubre el público podrá entrar al recinto como asistente a la Bienal de Flamenco; hasta diciembre, el conjunto se pondrá a disposición de grupos y entidades relacionadas con el patrimonio y la cultura de la provincia con visitas concertadas, y a partir de ahí abrirá definitivamente para la población general. "La Diputación tenía en San Luis su eterno sueño cultural. Un sueño que, paradójicamente, nos ha tenido en vigilia durante muchos años para llegar hasta aquí", reconoció Fernández Villalobos.
Babelia
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