175 detenidos por expoliar patrimonio en China por valor de 74 millones
Es la mayor operación contra el robo cultural en la historia reciente del país
El yacimiento arqueológico de Niuheliang, en el noreste de China, es una de las principales referencias para conocer la cultura neolítica Hongshan, que Pekín considera como precursora de la china. Pero hasta ahora también era, aparentemente, una lucrativa fuente de ingresos para los delincuentes especializados en el tráfico de bienes culturales. Las autoridades aseguran que han llevado a cabo la mayor operación en los 66 años de la China moderna contra contrabandistas de objetos históricos. Hay 175 ladrones de tumbas detenidos pertenecientes a una decena de bandas que operaban en ese yacimiento, y se han recuperado 1.168 piezas valoradas en más de 500 millones de yuanes (74 millones de euros).
Más de un millar de agentes de policía, según el diario estatal China Daily, han participado en la operación, que se ha extendido por siete provincias y 10 ciudades. La red, asegura el Ministerio de Seguridad Pública, incluía a cuatro arqueólogos, implicados en la extracción y la venta de los bienes. Sus integrantes aprovecharon su conocimiento del feng shui —el sistema filosófico chino que busca la armonía con el ambiente— y de las costumbres locales para localizar las piezas y robarlas. La cultura Hongshan es una de las más antiguas de las que se conoce que ya empleaba una forma primitiva de feng shui.
Dragón enroscado
Entre los objetos recuperados se encuentra un dragón de jade de forma enroscada, una de las representaciones más antiguas que se conocen de este animal mítico símbolo de China. Uno de los acusados, identificado por su apellido, Deng, y que trabajaba en un instituto arqueológico de la zona, robó la valiosa pieza en septiembre de 2010 y la vendió dos años más tarde por 3,2 millones de yuanes (unos 473.000 euros).
Otros integrantes de la red, comerciantes o marchantes, se surtían directamente de objetos en las zonas de excavación, donde ofrecían cantidades de dinero desde los pocos miles hasta millones de yuanes por los objetos que se descubrían. Según Cai Binghui, uno de los agentes participantes en la investigación y al que cita China Daily, "los objetos se vendían con rapidez y se comercializaban". La investigación se abrió después de que el año pasado se localizaran excavaciones ilegales en torno al yacimiento.
Según el Beijing Times, el ladrón "estrella" era un hombre apellidado Yao y apodado El Ancestral, que aseguraba "ser capaz de leer las montañas" y que utilizaba las nociones de feng shui para localizar las piezas. Otros miembros de la red preferían emplear la tecnología, incluidos aparatos para la localización de minerales y así detectar dónde excavar.
Niuheliang, descubierta en 1983, es uno de los lugares que China ha presentado a la Unesco para su designación como patrimonio de la humanidad. De un área de unos 50 kilómetros cuadrados y de una antigüedad de entre 5.000 y 5.500 años, funcionó en la etapa tardía de la cultura Hongshan como centro de sacrificios y de entierros. Entre los hallazgos más notables figuran ruinas de templos y estructuras para la observación astronómica.
No es la primera vez que este yacimiento se ve dañado. En 2008, las autoridades detuvieron a un grupo de mineros que había excavado varios túneles para la extracción ilegal de hierro. Tampoco son una novedad los robos en yacimientos arqueológicos o en lugares de valor histórico, que se suman al expolio y la destrucción durante las invasiones extranjeras o el caos de la guerra civil y la Revolución Cultural.
Babelia
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