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El IVA cultural ya provoca víctimas

Un mes después de su entrada en vigor, la subida del impuesto del valor añadido en el sector de las artes lleva a algunos negocios a la inviabilidad económica

Clientas efectuando sus compras en la tienda del Museo del Prado.
Clientas efectuando sus compras en la tienda del Museo del Prado.SAMUEL SÁNCHEZ

Ha pasado un mes desde que entrara en vigor lo que en algunos cenáculos de la cultura se ha dado en llamar el ivazo, a saber: la subida brutal —de un 8% a un 21%, excepto en el caso del sector editorial— del impuesto sobre el valor añadido en las actividades de la industria cultural. Aunque en algunos casos es pronto para extraer consecuencias definitivas, queda claro, a tenor de los testimonios recogidos, que el sector, un 4% del PIB en España, ha sufrido una retracción en su actividad económica. Lo que, sumado a los recortes del Gobierno en los presupuestos de la Cultura, dibuja un panorama preocupante.

GALERÍAS Y MUSEOS: Arco, enfrentado a la catástrofe

El aumento de impuestos sobre el comercio del arte se está viviendo en el sector como el empujón definitivo hacia el abismo. En las galerías las perspectivas de futuro son tan inquietantes que los representantes del sector consideran que, si durante la próxima edición de Arco (del 13 al 17 de febrero próximos) no se aplica un IVA reducido a las transacciones, el resultado de la feria puede ser un auténtico fiasco. Su director, Carlos Urroz, explica que hay antecedentes para que se haga esta excepción: algo que ya se llevó a cabo durante los primeros años de la feria.

El estudio difundido el pasado lunes por la Fundación Arte y Mecenazgo aseguraba que el 50% de las ventas de las galerías españolas se realizan durante la feria. “Prefiero no plantearme la posibilidad de que no se produzca ese paréntesis recaudatorio”, explica Urroz, “porque necesitamos una inyección de optimismo, con los ánimos por los suelos no vamos a ninguna parte”.

De la importancia del estado de ánimo habla Carles Taché. El prestigioso galerista barcelonés opina que hay un efecto peor que el hecho de que las ventas se puedan estancar: el pesimismo que se ha instalado en el ánimo de artistas, galeristas y coleccionistas. “Hay una sensación de pozo sin fondo. Hemos luchado toda la vida por defender el IVA cultural y resulta que, lejos de eso, toda la cultura ha pasado a ser un artículo de lujo. Pero la auténtica catástrofe la vamos a ver en la próxima edición de Arco. Los coleccionistas extranjeros no pagarán aquí precios más caros por obras que pueden conseguir en las galerías europeas o norteamericanas”.

La veterana Helga de Alvear es consciente de que el momento para su sector es pésimo (la actividad se contrajo un 33% en el último lustro) y de que la subida del IVA al 21% es “trágica”. Su actual exposición, Orígenes, incluye una veintena de piezas de fondo de su galería. Las vende al mismo precio por las que las adquirió en los ochenta y los noventa, aunque su cotización se hay multiplicado en el extranjero.

En el mundo de los museos, los efectos de la subida apenas son perceptibles. En el Picasso de Málaga reconocen un descenso, pero que es habitual en septiembre. Los libros y catálogos se han vendido igual, pero los visitantes se han llevado menos pósters, postales o camisetas. El Thyssen tampoco ha apreciado descenso en los resultados. Un panorama similar ofrece El Prado, donde sí reconocen que han tenido que ajustar precios en las tiendas y en la cafetería con tal de no perder el margen de beneficios. Hay un museo que en este mes ha registrado mejores resultados incluso que en el año anterior: el de Dalí en Figueras. Pese a tratarse de una entidad privada, se mantiene el precio de las entradas, 12 euros, y las visitas han aumentado un 3% durante el mes de septiembre con respecto al mismo mes de 2011.

CINE: La gota que colma el vaso en un mercado maltrecho

El mundo del cine espera a que acabe 2012 para hacer valoraciones sobre la repercusión —negativa— de la subida del IVA del 8% al 21%. Ha habido despidos y cierres de salas pero porque, como define Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, la federación de exhibidores de cines en España, “la subida era la gota que colmaba el vaso de un mercado muy tocado”. Josetxo Moreno, de la distribuidora y exhibidora Golem, augura peores tiempos: “No podemos hacer un análisis con 30 días, hay que esperar un poco para las valoraciones, porque las semanas son muy distintas dependiendo de los estrenos”, reconoce, “pero sí es cierto que no paramos la caída, que poco a poco desaparecerán las películas de clase media, que todo quedará reducido a los blockbusters y a estrenos muy, muy pequeños”.

Además, este septiembre no ha sido bueno: ni Salvajes, de Oliver Stone con John Travolta y Benicio del Toro, ni Mátalos suavemente, con Brad Pitt, han tirado de la taquilla como cabría esperar. Desde la empresa Rentrak, anuncian que en septiembre de 2011, el cine en España tuvo 6.535.133 espectadores, que dejaron en taquilla 40.806.059 euros. En septiembre de este año fueron al cine 6.231.882 espectadores, que dejaron en taquilla 42.693.447 euros. ¿Por qué sube el dinero? Por el incremento en las entradas del IVA y de la inflación. “En 2004”, cuenta Gómez Fabra, “los empresarios hubiéramos podido absorber en parte o completamente el IVA. Hoy, con la mala situación, tenemos que repercutirlo en la entrada”.

Fuentes de la industria avisan: este año no habrá un estreno como Torrente 4, que llegue a los 19 millones de euros, la tendencia no mejorará (hasta finales de agosto la taquilla de 2012 había caído un 10,5% y los espectadores un 9,5%) y en enero de 2013 comenzarán los despidos. Como apunta Gómez Fabra, “son decisiones, las de los despidos y las de cierre de salas, que tardan en tomarse tres o cuatro meses, pero…”. También sigue pensando que cuando lleguemos a septiembre de 2013, se cumplirán sus expectativas de verano: la pérdida de espectadores en 27,78 millones, un 21% de pantallas cerradas y desaparición de 2.020 empleos. La crisis tiene sus efectos en un ramo que podía considerarse, erróneamente, anecdótico: la venta de palomitas. Muchos cines generan mayores ingresos en el palomitón (la maquina que hace las palomitas del maíz) que en la venta de entradas. “Ha caído incluso más que la taquilla. La gente se ajusta mucho más el cinturón y puede que pague la entrada, que ha subido en torno a dos euros, pero no consume más cosas”, explica Gómez Fabra.

TEATRO:  Un descenso de casi el 30% en la recaudación

“Han recaudado una cifra mucho menor de la que hubieran logrado, de no haber subido el IVA; ha ocurrido lo que todos los productores de teatro y compañías les habíamos dicho que pasaría, pero la cosa es aún más grave que lo vaticinado por nosotros”. Así se expresaban ayer muchos empresarios de espectáculos y responsables de compañías de teatro, tras ver las consecuencias desastrosas que el incremento ha tenido para el mundo de la escena.

Fuentes de Faeteda (Federación de las Asociaciones de Empresas de Teatro y Danza), en la que están integrados de una manera u otra los profesionales del mundo escénico, dieron a conocer ayer las primeras cifras que, según ellos, presagian el desastre. Los espectadores en Barcelona han descendido un 28%, lo que significa una bajada de 167.000 a 120.000. La recaudación lanza cifras similares, ya que ha caído un 30%, pasando de 3.532.000 euros a 2.350.000 euros. Las cifras de Madrid, que se sabrán con exactitud en unos días, son similares.

“Sin ninguna duda la gravedad es enorme, y demuestra que los estudios que se entregaron en su momento a las autoridades del Gobierno se quedaron cortos en su estimación de pérdidas, como consecuencia de la subida”, señalaron esas fuentes, que destacaron que con esos datos es muy sencillo ver que el pretendido aumento de recaudación se ha convertido en una disminución, además del daño producido al sector.

Amplios sectores del teatro, incluidos empresarios cercanos al PP, vuelven a pedir que el Gobierno reconsidere la medida. “Ya avisamos de que se encontrarían con el problema que tuvo Holanda el pasado año, donde también subieron el IVA una barbaridad y se encontraron que los ingresos descendieron entre el 30% y el 40%, como aquí. Tuvieron que echar marcha atrás porque recaudaban muchísimo menos. Apelamos a la sensibilidad del Gobierno: si el IVA cultural vuelve a estar en torno al 10%, que ya supone una subida importante, se va a recaudar mucho más”, señaló ayer Jesús Cimarro, Presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid.

CONCIERTOS Y FESTIVALES: ¿Adiós a las estrellas internacionales?

La mayoría de los promotores de conciertos aseguran que ya están notando en sus carnes el alza en el gravamen. Según ellos, afecta ya a la venta de entradas de las actuaciones planeadas para el último trimestre de 2012. “Hemos repercutido la subida y se están vendiendo menos localidades. En junio teníamos el plan de 2012 cerrado, y esta subida nos lo ha reventado”, asegura Pepe Rodríguez, de la promotora gallega I Wanna. “Nos ha pillado en medio de giras en marcha, pero hemos decidido no cambiar los precios, por lo que el beneficio es menor. Nunca te vas a hacer rico, pero arrancar con pérdidas es directamente inviable”, dice Cristina García de la Barga, de Heart Of Gold. Otros optan por repercutirlo solo en parte, pero tampoco eso alivia la situación: “En la mayoría de nuestros conciertos no se aplicó en su totalidad, y asumiendo nosotros el 50%, lo estamos notando”, afirma Roberto Grima, de Live Nation.

Aunque siempre hay una excepción, en este caso la empresa vasca Last Tour International. “No vemos ningún síntoma en la venta anticipada que nos haga pensar que se ha notado lo del IVA”, aseguran desde la oficina que acaba de realizar el Festival En Vivo en Rivas (Madrid) vendiendo todo el papel, 55.000 abonos, y que está detrás de las exitosas giras invernales de Extremoduro y Fito. Claro que incluso ellos reconocen que esto no ha hecho más que empezar. “Evidentemente, no es descartable que en un futuro próximo algunas giras comiencen a resentirse”.

Y para muchos, el futuro ya está aquí. “Estamos notando un impacto directo en las ofertas para traer artistas. Básicamente, y por la lógica del mercado que nos obliga a ser cautelosos y mantener los precios de las entradas, el poder adquisitivo del promotor de cara a competir con ofertas de otros países es mucho menor. Ya se han dado un par de situaciones de grupos a los que hemos tenido que renunciar por no poder hacer ofertas competitivas”, dice Grima.

Si la empresa más grande y poderosa de España tiene estos problemas, imagínese las demás. “España es un mercado residual para los artistas extranjeros. No van a bajar los cachés y nosotros no podemos subir el precio de las entradas. El resultado de la ecuación es muy sencillo: dejarán de venir grupos”: esa es la convicción de Héctor César Marcos, director general del Grupo Más Galicia. En el caso de las actuaciones de Leonard Cohen en Barcelona (ayer) y Madrid (mañana), Neo Sala, de Doctor Music, apunta que es el primer caso en el que lo están notando: “En los últimos 15 días hemos visto un retraimiento del público".

Barnaby Harrod, de Mercury Wheels, da un ejemplo concreto. “Estoy negociando una gira de tres conciertos para una banda que la ultima vez (en 2011) metió a 1.800 personas en Madrid. He tenido que ofrecer cerca de un 13% menos de caché a la banda para compensar la subida. Entiendo que el grupo, que es de EE UU, va a decir que no tocará en España en 2013. Que ya no es viable, que en vez de esto, harán tres fechas más en Francia o Alemania. Con esta supermedida el Gobierno va a conseguir que haya menos conciertos, que la gente salga menos... y habrá menos impuestos recaudados”. Y más allá, el apocalipsis, o eso opina el director de I Wanna. “El 31% de cada entrada, entre IVA y SGAE, se nos va en humo. No aguantaremos mucho tiempo. Tienen que rectificar”.

Con información de: Ángeles García, Gregorio Belinchón, Rosana Torres e Iñigo López Palacios.

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