El poeta de la soledad
Mañana, con EL PAÍS, una antología de Luis Cernuda
"Difícil de conocer. Delicado, pudorosísimo, guardándose su intimidad para él solo, y para las abejas de su poesía que van y vienen trajinando allí dentro -sin querer más jardín- haciendo su miel. Por dentro, cristal. Porque es el más licenciado vidriera de todos, el que más aparta la gente de sí, por temor de que le rompan algo, el más extraño", así definía Pedro Salinas a su colega Luis Cernuda (1902- 1963), a quien dio clases en la universidad de Sevilla, donde el poeta estudió Derecho y Filosofía y Letras.
La consciencia de su carácter y aislamiento se expresa en una de sus imágenes más conocidas: Cernuda se ve a sí mismo "como naipe cuya baraja se ha perdido". Y es que el literato, representante de la generación del 27, se siente un ser maldito, diferente y marginado por una sociedad que no le comprende y que choca con su homosexualidad. De alguna forma, el escritor vivió siempre un doble exilio, de sí mismo y el provocado por su apoyo a la República que le hizo salir de España en 1938 para no regresar. Murió en México en 1963 tras pasar temporadas en Inglaterra, Estados Unidos y México. Como consecuencia de ese sentir, la actitud del poeta será de rebeldía y frustración. Vive la antítesis entre la realidad y el deseo, un sentir que entronca con el de los poetas románticos y simbolistas.
Según Octavio Paz, su poesía consta de cuatro etapas: una primera de aprendizaje en la que entra en dos temas muy presentes en toda su obra, el amor y el eros; el ciclo de su juventud, donde aparecen ya pinceladas de surrealismo siempre equilibradas por su clasicismo e influencia de poetas como Gustavo Adolfo Bécquer, Charles Baudelaire, Paul Verlaine y Paul Valéry; su periodo de madurez, en el que escribiría Las nubes (1940), uno de los libros más bellos sobre la Guerra Civil. En este periodo vuelve a sus recuerdos sevillanos, su ciudad natal. Su última poesía sería la que renuncia a toda ornamentación, basada en un ritmo seco y duro. Bajo el título La realidad y el deseo reunió su obra poética, que incluye Perfil del aire (1927), Los placeres prohibidos (1931), Donde habita el olvido (1934), el ya citado Las nubes, Como quien espera el alba (1947) y Desolación de la quimera (1962). Mañana, EL PAÍS publica una antología del escritor por 8,95 euros.
Babelia
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